Capítulo 1

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Allison

Cuando estaba medio despierta algo hizo que me despertara del todo y venía del piso inferior. Al darme cuenta de que era mi madre quien hacía ruido, deje el bate de béisbol que había cogido antes.

-Allison baja ya- dijo mi madre.

-Ya voy mamá, me habías asustado- respondí algo asustada.

Al bajar a la cocina me encontré a Jack, mi hermano ( si tenía un hermano) que estaba jugando con en desayuno. Mi madre, como todos las mañanas estaba pasando la aspiradora en la alfombra del salón.

-Hola enana- gritó Jack- Venga desayuna y arréglate que estas hecha un asco.

-Tan simpático como siempre- le dije mientras le daba un golpe en el pecho.

Ya había desayunado asi que subí al baño de arriba para darme una rápida ducha. Mientras me duchaba resbalé y me hice daño en la muñeca pero el dolor desapareció al poco tiempo.

-Vamos Allison date un poco más de brío- me dije para mis adentros- si no llegarás tarde al insti.

Cogí unos vaqueros ajustados y una camiseta de tirantes de color beige.

-¿Lista?- me preguntó Jack

-Lista- respondí mientras me ataba las deportivas nuevas que me había regalado Rose, una de mis mejores amigas.

Jack me llevó al insti en su coche y me dejó en la puerta. En el parking había un corro de chicas y al verme a traves de la ventanilla una de ellas gritó (obviamente eran mis mejores amigas, el grupo de piradas) .

-Hasta luego enana- al oír lo que me decía Jack di un respingo en el asiento. Estaba tan concentrada en mis amigas saludándome que me olvidé de Jack- Que pases un buen día.

-Adiós Jack, gracias- le di dos besos y salí del coche de un salto.

-Aaah!- se olleron grititos aue claramente eran de mis amigas que venían corriendo hacia mi como posesas.

De repente cinco chicas se abalanzaron sobre mi y me caí de culo en el suelo.

-Hola chicas- dije algo dolorida.

-¿Qué tal Alli? Tienes que ver a los chicos nuevos- sabían que no me gustaban mucho los chicos de allí porque eran unos creídos pero los vería porque si no, no me dejarían empaz.

-Vale, vale pero tranquilas- les dije a las chicas aún que algo defraudada por que sabría que no habría nada.

Entramos a toda prisa al insti porque nos habíamos quedado hablando mucho rato y las clases ya habían empezado hace 5 minutos.

-Buenos días ¿podemos pasar?- dijo Rose con una gran sonrisa en la cara.

-¿Qué horas son estas?- replicó el profesor (que por cierto era regordete y con bigote) - Pasen, pasen y que no se vuelva a repetir.

-Gracias- dijimos a coro.

-Y es el primer día, madre mía- murmuró el profesor un poco alto.

Todos los sitios estaban ocupados pero divisamos cinco asientos al fondo de la clase. Cuando nos sentamos unos chicos (bastante atractivos) nos miraron de reojo.

-No, no, no- nos dijo el profesor a medida que se nos acercaba más y más- Vosotras no os ponéis juntas, encima de que llegais tarde y os vais a poner a hablar.

-Agh- ahogué un grito muy bajo pero parece que algunos chicos lo oyeron y se giraron para mirarme. Me sonrojé y dos de ellos rieron.

-Usted señorita aquí, usted aquí, vosotras dos aquí y tu aquí mismo junto a él- nos ordenó el profesor pero yo no entendía porque siempre me tocaba ponerme al lado de un chico.

Puse mis cosas sobre la mesa y le dediqué una sonrisa a mi nuevo compañero pero se ve que no me vio asi que me senté en la silla y abrí mi libro.

-Hola- dije para ver si me contestaba pero el simplemente agachó la cabeza.

-Chss- dijo el profesor.

Aquel chico se volvió para mirarme y yo le pude ver aquel rostro. Se quedó mirándome con aquellos ojos amarillos que parecían atravesarme.

Mi loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora