sage;; (destiel mpreg)

euforia

Los días se sentían eternos. Castiel se encontraba de una manera un poco menos deplorable, sus malestares no habían cesado por completo, enserio maldecía mil veces el tener que sentirse tan incapaz de evitar sentirse de esa forma, pero solo optaba en seguir los consejos que le daban.
Sam y Jack se encargaban absolutamente de todo con referencia a él ángel, eran los únicos en ese "hogar" que se mantenían al tanto de la condición por la que atravesaba el pelinegro, el otro sujeto no reaccionó de la mejor manera a decir verdad..

Si habláramos a fondo de Dean... ese muchacho estaba mentalmente en juicio a diario, sus impulsos estaban queriendo apoderarse y simplemente largarse de una jodida vez, sabía que el niño que venía en camino solo sufriría tanto como el mismo y como Sam por tener que vivir en un ambiente nada favorable, junto con cazadores y seres angelicales, no quería traer a este mundo un pequeño que tuviera que sufrir, no quería ser lo que su padre tuvo que ser, estaba demasiado frenético y asustado, acorralado en la esquina de una pared, un lugar sin salida... diario recurría a salir a las cantinas y tomar un par de tragos para sacarse esos pensamientos que le daban una jaqueca tremenda, sabía que no siempre podría huir pero no estaba listo ni siquiera para ver a Cass a los ojos, estaba rendido por completo.
Lo peor de todo es que siempre había algo que le traía a la mente a su ángel, su mente le daba malas jugadas, culpa, culpa y más culpa, esa última vez que hablaron hace un par de semanas, todo en esa discusión tenía razón, lo peor de todo es que sabía internamente que él también amaba con locura a ese ojiazul, no podría vivir en un mundo sin él pero solo todo el se reprimió y acabo a no poder ni siquiera estar en la misma habitación.. su subconsciente le pedía más tiempo para procesar.

Lamentablemente las cacerías se pospusieron por el momento, Sam estaba lo suficiente ocupado en los cuidados con el ángel, y sabía que no podría contar con Dean así que opto por no traer peligros al hogar y abstenerse a estar en riesgo, después de todo el ángel y el rubio dependían de él, solo que no podría mentirse a sí mismo el admitir que extrañaba una entrañable cacería con su pequeña familia, era uno de los placeres más bonitos el estar todos ayudando juntos, que simplemente anhelaba volver pero con lo que venía a futuro no creía ver eso en un largo tiempo...

Una mañana templada por la ayuda de la ventilación del búnker hacía mucho más entrañable pasar el verano bajo tierra, no era muy tarde, en punto de las 8:23, justo había puesto la cafetera andando y alguien traspasaba la entrada a la cocina, era el sujeto en gabardina. Ahora Cass solía alimentarse por petición del niño dentro de él, hasta para él fue un tanto dificultoso acostumbrarse, pero realmente en aquellos momentos al consumir alimentos se sentía muy satisfecho y teniendo ese sentimiento llamado "felicidad", el pequeño nefilim que estaba ahí desde aquellas no muchas semanas lograba transmitir ciertas emociones en el ángel, el par de "guardianes" lo notaba y les brindaba paz el ver que fuera así.

Ahora tenía un fuerte antojo de un poco de tocino, pero realmente estaba casi seguro que no tenían, ya que como Sam proveía los alimentos el no traía muchos embutidos, cosa que ahora estaba siendo un poco lamentable para el ojiazul.
Igual podría sustituir el desayuno que deseaba para luego.

"Hey Cass, ¿qué tal todo hoy?" La voz de Sam era serena y pregunta de una manera sumamente sincera.

"Creo que un poco mejor" Sonreía ligeramente junto con su respuesta.

"¿Ya han bajado los síntomas.. o dime, cómo te sientes?"
Camino unos cuantos pasos hacia la mesa donde Castiel se encontraba sentado y se sentó frente a él.

"Supongo que sí, por lo menos hoy no desperté asqueado, ni mareado, eso es muy bueno para mi" Dijo optimista.

"Claro, lo es, igual sabes que cualquier cosa podrías consultar conmigo, o con Jack.."