Un romance común y corriente, miradas, corazones acelerados, labios deseosos de contacto. Pieles en busca de caricias. Sobre todo, dos personas dejándose llevar.
¿Por qué Travis es tan cerrado? ¿Por qué Travis es tan tímido?
Mi querido Travis busco...
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Editando a Travis.
12 de marzo.
New york, Manhattan.
Alec, un hombre mayor que conocí hace años ha formado parte de mi vida como si fuese mi propio padre, junto a su esposa clara muchas veces me han ayudado con las facturas del pequeño departamento donde me encuentro viviendo.
Abrieron una cafetería hace unas semanas, donde gracias a Dios me permitieron trabajar y adecuaron mi horario para tener tiempo suficiente para las clases en la universidad, al principio me pareció tan raro que me acogieran en su vida como si fuese su mismísima hija, pero luego me entere que perdieron a su pequeña en un accidente de coche y les recuerdo a ella.
Preparo un café cargado que ha pedido una chica que tiene un terrible aspecto que grita agotamiento, le entrego el café y ella se despide con una sonrisa amable.
Helen es mi compañera de trabajo, se encarga de la caja y principalmente escribir los pedidos, es una gran chica, con un carácter bastante fuerte, demasiado coqueta y suele disfrutar demasiado de incomodar a su novio cuando este la viene a visitar.
luego esta Aarón quien se encarga de la pastelería, es quien prepara cada dulce que se encuentra en el mostrador, un chico amable y humilde, trabaja para pagar sus estudios al igual que yo.
—Veo que tenemos clientes frecuentes. —apunta Aarón con su cabeza a una pareja de ancianos que ha venido durante las dos semanas que lleva abierta la cafetería.
—Emma y Adán son adorables. —murmura Helen, asiento con mi cabeza, cada mañana Stela se sienta en el mismo lugar a esperar que Adán se nos acerque y haga el pedido, dos pares de media lunas junto una taza de té y otra de chocolate.
—El de ahí es nuevo. —anuncia Aarón, giro mi cabeza, un chico alto de complexión delgada entra al lugar, tiene facciones suaves y unos intensos ojos azules.
—No tiene rostro amargado, debe ser bueno. —respondo, Helen suelta una pequeña risa. —Entonces haremos que se quede. —susurra coqueta Helen cuando ve que el chico se encuentra más cerca.
Aarón frota sus ojos un poco y cubre su boca con una de sus manos cuando va a bostezar, pocas veces le he visto borrar su sonrisa, es muy positivo, aunque las ojeras bajo sus ojos son muy notables algunos días como hoy.
Estamos en la misma universidad estudiando cosas diferentes, él estudia gastronomía y clara suele darle sus toques secretos para los postres, secretos que no comparte ni con su esposo, pero ha visto una chispa en Aarón que le ha hecho tomarle cariño.
Aarón va a la cocina y Helen me entrega el pedido del chico, observo el papel entre mis manos, Travis Jefferson, preparo su té rojo junto a dos alfajores rellenos.
Camino hasta su lugar y dejo sus cosas, el me regala una suave sonrisa, guiño mi ojo y me retiro viendo como el rosado comienza a cubrir levemente sus mejillas, cuando vuelvo a mi lugar Helen tiene una sonrisa maliciosa en el rostro.
