Severus

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— Sigamos encontrándonos— Blanca guardo sus pertenencias en su canasta de picnic— Me divertí mucho .

Severus le ayudo a doblar la manta . Su mirada volvió a mirar el camino hacia la ciudad,de lejos se veía alguien venir tambaleándose.
Ayudo con prisa a su nueva amiga.

—A mi también me gustó estar contigo. Debo irme a casa, nos vemos mañana— Corrió hacia su casa.

—QUE SEA EN ESTE MISMO LUGAR—Dijo para despedirse agitando una mano.

Miro con curiosidad a severus desaparecer. Sacudió su falda que tenia migajas de galletas y fue a su casa, muriel la debe estar esperando.
Severus al ver a su padre llegar no quiso dejar a su madre estar sola lidiando con él. Se apresuró a llegar a casa, busco a su madre.

Eileen terminaba de cocinar. Al sentir a su hijo entrar sonrió— Ve a tu cuarto Severus— acarició la cabeza de su hijo .

El asintió y fue cambiarse, no había nada de buena ropa en sus cosas. El único conjunto bueno era lo que se estaba poniendo y era la ropa que siempre usaba para salir .

Al salir de su cuarto escucho un ruido en la cocina. Inmóvil en su lugar se sentó en la entrada de su cuarto. Los sollozos de su madre y las lisuras que su padre decía debería ya ser algo normal en su casa pero no es así para él, sus manos todavía tiemblan y se siente patético por no hacer nada.

habrá personas que tendrán celos por que también querrán lo que tu tienes

Ese recuerdo paso por su mente. Con los pies temblorosos camino hacia su cocina . La voz de su padre se escuchaba mas claro y Severus tuvo miedo ,pero era algo que debía decir y no guardarse .

— ¡YA DEJALA,TIENES CELOS DE MI MADRE POR ESO LA MALTRATA!— Grito a todo pulmón con los puños apretados.

Tobías en completo estado de ebriedad, tiro a eileen a un lado y camino con ira hacia Severus. Lo agarro de la cuellera de su camisa arrastrándolo lo saco fuera de su casa. Lo arrojó al suelo tal saco de papas.

—¡Largo ,no pienso criar a un hijo mal agradecido!— Estampo la puerta.

Severus se levanto y comenzó a patear la puerta. No se arrepentía de lo que dijo, solo se arrepentía ser débil y impotente. Intentando escuchar aplasto su cara en la puerta, gritos dolorosos de parte de su madre  se escuchaban dentro. Algunos objetos caían, sobresaltado siguió golpeando la puerta.
Sus brazos ya mostraban agotamiento y las puntas de sus dedos del pie punzaron de dolor.
Cansado de tanto tocar se arrimo a la puerta y junto sus rodillas.

El cielo se había puesto entre morado y naranja con sombras rojizos,una bonita combinación del atardecer.
Ahora el cielo había oscurecido y no había quien abriera la puerta para él. Se dijo asimismo que le tocaba dormir hoy fuera de casa, se abrazo y siguió mirando el cielo.

Ya habían pasado como máximo dos horas y el cerrojo de la puerta por fin giro. Era eileen con una manta en su mano, severus al escucharla se paro y miro a su madre, nuevos moretones negros y morados se dibujaron en su rostro ,impotente desvío la mirada.
Ella le dió el manto.

— Severus, lo siento. Papá no quiere verte, mañana temprano cuando este sano hablaré con él para que regreses . Por favor perdona lo,el te ama pero no sabe demostrarlo— Defendió con temor.

Severus tomo el manto y se dio la media vuelta. Eileen cerro la puerta y se deslizó  en silencio, sus lágrimas caían y se disculpo varias veces.

Camino errante por algunas horas, indeciso en ir al río y dormir debajo del árbol o ir a una banca cercana. El aire soplo frías brisas, y el cuerpo enclenque del niño no era un buen adversario.

—¿Severus?— Como si fuera su salvadora , blanca la llamó.

El niño giro su mirada hacia atrás, allí estaba la niña que le había pedido su amistad en la mañana. Apretó su mandíbula avergonzado.

—¿Es tu amigo del picnic?— Preguntó la mujer que agarraba la mano de su amiga.

Ella asintió— El es severus ,mamá—

Severus miro a la mujer, a simple vista se ve que es una muggle. Una muggle extraña ,con mirada dulce y de apariencia amable.

— Severus, te invito a cenar en mi casa— Su amiga se le acerco y llevo de la mano— Te va a encantar,mi madre no tiene magia pero hace milagros con sus manos.

Muriel río por el comentario de su hija.
— Seras bienvenido a mi casa severus. Soy muriel la madre de blanca mucho gusto— Le sonrió con amabilidad.

Severus se dejo llevar en silencio, no había comido nada en todo el día, los bocadillos que blanca lo había convidado por la mañana fue caído del cielo para él.

— Mamá,severus también es mago como yo— Con una mano agarraba a muriel y con la otra a severus— Asistiré con el a Hogwarts.

Muriel miro con sorpresa a severus—Oh, Entonces cuando llegue ese día, dejo a mi hija a tu cuidado, lleven se bien siempre—

Severus miro a su amiga, y ella sonrió muy espeluznante era una sonrisa que mostraba intenciones ocultas , el cuerpo del niño se estremeció . En ese momento supo que él que debía ser cuidado no era blanca, cualquiera, menos ella.

Al llegar a casa, muriel calentó la comida. Cenaron en un ambiente cómodo y blanca no pudo contenerse más y preguntó directamente.

— Severus..¿Qué sucede?— Muriel había llevado los platos a la cocina, y se estaba tardando por lo que la pequeña aprovecho en preguntar— Te veo triste .

— Gracias por la comida, pero debo irme.— Dijo desviándose de la conversación— Además ya es tarde.

—Puedes quedarte a dormir, si quieres puedo hablar con tus padres para que te sedan permiso— dijo muriel saliendo de la cocina.

Severus se asusto— No es necesario, puedo quedarme — Se metió las manos al bolsillo nervioso.

Muriel miró a su hija con complicidad. Cuando regreso del picnic , le contó la verdad. Le contó que tiene un amigo mago y ella también es una bruja, claro primero lo tomo como una simple broma de niños. Hasta que con esfuerzo su hija le mostró con hechos: Había cambiado la color de la pared con un simple toqué. También fue avisada sobre el maltrato al niño, y esa fue la razón del por que madre e hija estaban fuera de casa , si no encontraban a Severus en el camino hubieran llegado a su casa.

Muriel fue a buscar ropa para el niño, y blanca lo llevo a su cuarto para que juntos se alisten para ir a dormir. Severus miro a su amiga cepillarse los dientes y soltar su cabello.

—Es importante el aseo de los dientes severus, para que no suframos mal aliento y dolores molares . Créeme es horrible. — Puso los ojos en blanco haciendo ademanes . Recordó lo doloroso que es sacarse un diente picado.

Severus sonrió por lo cómica que se veía ella.

Abrió su cajón y saco un cepillo.
—Toma, te lo doy. Todos necesitamos uno. No te preocupes en usarlo, hay más de donde vino— Abriendo más el cajón para que vea, dentro había muchos cepillos nuevos .

Muriel no encontró en sus ropas ,asi que fue a buscar en las ropas de su hija. En buena hora pudo encontrar un conjunto blanco, se lo dio a Severus. La ropa era unisex. También escogió un conjunto para que su hija se ponga. Se vistieron y  compartió cama con su nuevo amigo.

Les leyó un cuento muggle y se despidió con un beso en sus frentes.

REENCARNE COMO UNA BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora