El chico de ojos brillantes
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Su vientre ardía con una extraña sensación de dolor, no era diarrea por comer demasiada porquería, o por lo menos eso creía, su nuca también dolía y su cuerpo era incomodo, ¿probablemente esté enfermo?, no sería extraño para el niño de 15 años, estaba acostumbrado a llevar su vida en relativa soledad sin cuidados.
Quito las sabanas de su cuerpo sudoroso, y se levantó con demasiada lentitud algo poco común en Aostuki Ushio, en el pequeño y revoltoso Ushio, estiro sus manos sintiendo el tacto familiar del mango de la lanza de las bestias en estas, su cabeza daba vueltas y el extraño hormigueo en su cuello hacia que doliera, como si le hubieran puesto fuego en el cuello y este le estuviera quemando por dentro de este.
Su camisa blanca sin mangas se estaba pegando cada vez más a su pecho color canela, con el aumento de sus respiraciones entrecortadas, su pequeño cuerpo se retorcía en cada intento de ponerse de pie, sus piernas temblaban y los piquetes en su vientre solo hacían que quisiera dejar de intentar el levantarse de pie. ¿Por qué estaba tan caliente su habitación? Sus boxers de rayas azules solo lo hacían sentir más incómodo a medida que se pegaban más a su pequeña semi-erección, su trasero picaba – ¿Por qué ah me pica?, duele mucho- su voz se escuchaba tan pequeña que parecía un susurro forzado de su garganta seca.
Sin mantas en su sudoroso y pequeño cuerpo, sentía las corrientes de aire frio rosar en sus piernas y solo hacía que el pequeño cuerpo temblara en una corriente de placer, sus manos fueron directo a su bóxer y lo bajaron por completo, no sabía qué hacía o porqué lo hacía, pero algo muy dentro de él lo decía, no pueden culparlo por seguir sus instintos Ushio no era el chico más listo del mundo, pero sus instintos nunca fallaban, era una cosa natural para él.
Sus dedos eran propios de un chico inquieto de 15, sin embargo se arrastraron directamente a su pequeño pene y comenzaron a tocarlo en pequeñas caricias, su mano derecha comenzó con un pequeño bombeo al que respondió con un jadeo adolorido, las sensaciones en su piel aumentaban a medida que el calor le subía a la cabeza, y su mano solo se movía más rápido, pelando su prepucio y toqueteando su glande, su cabeza se ponía en blanco y los jadeos que salían de sus pequeños labios hacían que la saliva saliera inconscientemente de su boca, no quería acabar… no quería venirse así, - un poco solo un poco más por favor- sus jadeos subían de tono y la ronquera en su voz iba de agudos a graves con cada bombeo de su mano, y finalmente un espasmo que atravesó su cuerpo desde sus pies hasta su cabeza lo recorrió, jadeo alto y su cuerpo siguió retorciéndose en una ambrosia de placer, sus manos cayeron y la mancha transparente en una de ellas era prueba de su pequeño placer matutino.
Cuando su cuerpo naciente del post orgasmo, volvía a sus sentidos y su cabeza se aclaraba, solo podía sentir que no estaba pasando por una fiebre o un pequeño resfriado de verano. ¿Será un celo? No eso no era posible, para empezar no era un omega, era un beta, pero como se dijo antes podría no ser el más listo, pero tampoco era idiota, sin embargo Ushio nunca había presentado características omegas, incluso no podía ser comparado con uno como Mayuko o Saya, los omegas eran suaves, bonitos y parecía que podían ser tan frágiles como un cristal, nada como él que era un mal hablado y pequeño revoltoso, era fuerte, era tan fuerte como para salvar la vida de millones de personas y pelear con los estúpidos yokais que hacían el mal y vencerlos, no podía ser un omega él no podía.
Las punzadas en su vientre volvieron más y más fuertes, el calor de su cuerpo solo fue aumentando después de esa pequeña calma, como quien dice la calma antes de la tormenta.
Sintió el calor y el calor y dolor nublaron su cabeza más y más profundamente, y en un momento dado ya no estaba siendo él…
Su cuerpo se retorció y sus pequeños labios salió una palabra que nunca diría en su sano juicio- alfa, duele- su manos se deshicieron de su camisa blanca liberando sus pequeñas protuberancias, sus pezones, todo estaba caliente, todo dolía y picaba ¿Por qué no está su alfa, donde esta Tora? Puso su manos a retorcer sus pezones como si fueran pequeños botones de radio, girando y girando, con pequeños pellizcos en ellos –alfa, alfa, ¿Dónde estás?- sus agudos gemidos y el calor contenido en su pequeño cuerpo solo hacía que lagrimas calientes cayeran como fragmentos de cristal de sus brillantes ojos.
Y de repente un olor se acercó, como si fuera una corriente de aire frio en su calentura, el espectro de más de dos metros con un llamativo tono de naranjas y una larga callera de colores rojos, con rallas negras, que figuraba un tigre monstruoso, entro atravesando la pared.
-Ushio estás listo para que te coma estúpido humano- su voz escandalosa y potente paro de golpe, el olor llego antes que cualquier cosa que tuviera frente a sus ojos, era como pinos con olor a agua mojada y un pequeño toque a viento de mar, su instinto se lo dijo antes que cualquier cosa, omega, su omega…lo necesitaba.
La visión ante sus grandes ojos blancos era como el mejor regalo que pudo tener después de 500 años encerrado en el estúpido sótano con la lanza apuñalándolo en el hombro. Ushio el niño insolente y revoltoso, que siempre lo miraba con sus brillante ojos que lo reflejaban como espejos, el niño por él que cambio que le enseño de su corazón más humano que yokai, estaba con su pequeño cuerpo color canela retorciendo sus pequeños pezones mientras lloraba de placer, era tan brillante, tan cegador, tan tentador para él.
-Alfa, alfa- sus labios dejaban salir sus quejidos dando a entender lo que quería, pero no podía tomarlo, no podía aunque lo deseara demasiado…
-Tora, ¿No me quieres?- su olor cambio a uno rancio en presencia del rechazo de su alfa, y sus sollozos solo aumentaron- Soy un omega malo, no me quieres- sus lágrimas solo iban en aumento y su corazón dolía, no era un buen omega, su alfa no lo quería, no quería tener cachorros con él, era un mal omega. No podía ser, se levantó lentamente y camino pasos lentos hacia el cuerpo inmóvil del lord de los tigres, tomo sus grandes garras y la paso por todo su cuerpo caliente, el pelaje solo hacia cosquillas en sus pezones cuando la pasaba y sentía como un líquido caliente salía cada vez mas de su ano, paso la garra de 5 dedos por su pequeño pene erecto y jadeos con aire caliente comenzaron a salir de su boca, froto su cuerpo a conciencia contra esa garra, y simplemente dejo que su cuerpo lo guiara, su instinto decía que podía tener a su alfa si lo hacía y él lo creía- Alfa, alfa, hueles bien, alfa, quiero tu polla, por favor, seré bueno- susurraba eso en los oídos del daiyokai amarillo naranja, su voz estaba caliente y el tono de súplica nunca dejo su boca- Por favor alfa- y un sollozo de placer solo hacía que el daiyokai se dejara llevar cada vez más.
Pero no Ushio solo estaba tentando por su olor – Tora quiero tu semilla dentro de mí, por favor- y sintió como sus pequeños pero fuertes brazos se colgaron de su cuello, y los pequeños labios del niño se juntaron a su boca, lambiendo un poco con su pequeña lengua queriendo que Tora la abriera para poder entrar en su boca, y así lo hizo, habría tiempo para las disculpas después.
Abrió su boca y con su garra izquierda detrás de la nuca del niño, empujo su boca, profundizando el beso hasta sus límites, su grande y monstruosa lengua empujo por completo a la pequeña boca del niño, invadiéndola y ganando una pelea nunca hecha, sus pequeños dientes eran recorridos con el órgano gigante, sus encías e incluso su paladar, su saliva escapaba con cada pequeño jadeo que intentaba salir de su cavidad, escurriendo de su boca a su pecho, sujetando cada vez con más fuerza el cuello del yokai, queriendo ser comido por él, queriendo ser solo uno.
-Tora- decía entre pequeños jadeos que salían de su boca, a pesar de que Ushio no era precisamente un humano común aun así sus pulmones ardían por la falta de aire y Tora sabía que había llegado a su límite, retiró lentamente su lengua de la boca ajena, pero sus caras seguían demasiado juntas para resistir la tentación delante de él, un Ushio jadeante por aire, con sus labios entre abiertos jadeando por aire y exhalando aire caliente de su pequeña boca, su saliva goteando a sus pequeños pezones haciéndolos brillar recorriendo libremente sus clavículas y finalmente sus ojos entrecerrados cubiertos por una neblina que gritaba deseo, saliendo de ellos gotas de agua por su placer.
-Alfa, me gustas, alfa- y su pequeña voz jadeante seguía diciendo eso, sin dejar de restregar sus caderas ahora no solo contra su mano, sino contra todo su brazo, sentía como el pequeño pene del mocoso soltaba gotas que mojaban su pelaje y eso solo aumentaba el deseo que crecía entre sus piernas, el olor era magnifico.
Ushio acerco su pequeña cara a la cara de tora y abrió su boca sacando su lengua de nuevo esperando con sus brillantes ojos entrecerrados observándolo fijamente- alfa tu lengua la quiero- El deseo en su voz, hizo que su creciente erección fuera cada vez más grande.
Saco de nuevo su gigante lengua y dejo que esperara afuera de su boca por las acciones de Ushio, abrió su pequeña boca y comenzó a chupar la lengua de tora, movía su pequeña cabeza de adelante hacia atrás, dejando que la saliva se entre mezclara y callera cada vez más en su pequeño pecho. La boca del niño era cálida demasiado cálida, sentía cada pequeño jadeo de la vibrante voz de su omega saliendo de su garganta, su esfuerzo por meter toda la lengua de su alfa en su garganta y chupar su saliva por completo como si fuera otra cosa, el calor en su cuerpo aumentaba y el dolor de su culo hacia que todo fuera peor, el olor a su alfa, la saliva de su alfa, él quería más, necesitaba más de su alfa.
Separo su brazo izquierdo del cuello de Tora, y lo guio a la entrepierna del lord de los tigres, paso su pequeña mano sintiendo la mata espesa de pelo en esa zona tan íntima del daiyokai, metió su mano sintiendo una gran protuberancia formándose, sus ojos se entrecerraban con placer, su alfa lo sentía, su alfa lo quería y él a su alfa. Aumento la succión a su lengua y comenzó a acariciar el gran falo de su mate, ni siquiera podía tocar la base y parecía que crecía con cada caricia que daba, su mano ni siquiera abarcaba la circunferencia de este, pero aun así en vez de miedo solo sentía una excitación creciente en su vientre que quemaba y dolía. Tomo la polla de su alfa y comenzó a intentar hacer el bombeo rápido pero suave con su mano, sentía la humedad creciente resbalando de sus nalgas a sus tobillos, y el estremecimiento del cuerpo más grande en sus manos.
Separa su boca de la lengua de su alfa, y entre reparaciones calientes en su oído jadeaba de anticipación. – ¿Alfa duele? alfa quiero tus cachorros alfa- Porque Ushio tenía que ser tan limpio hasta cuando estaba caliente.
Empujo el cuerpo caliente del omega separándose totalmente de él como si este lo quemara, Ushio volverá a llorar si se tardaba demasiado y parecía que estaba a punto de hacerlo. – Futon- su ronca voz resonó en ese pequeño lapso que para el jadeante omega parecían siglos- Ponte en el futon- De nuevo un escalofrío lo recorría cada vez que escuchaba la voz de su alfa.
Dejo su pequeño cuerpo caer de rodillas y gateo hasta el futon mostrando su pequeño asterisco rozado del que brotaba el líquido trasparente con intención.
Cuando llego al lado superior dejo caer su pecho en su almohada estremeciendo su cuerpo por el roce de esta contra sus pezones, aun de rodillas, subió su trasero y extendió sus brazos sus manos sujetaron directamente sus dos montañas de carne separándolas y extendiendo su ano, exponiéndose presentándose a su alfa- Alfa no eh puesto nada dentro, ¿Te gusta? Me duele adentro alfa, ¿soy bueno?- su cara y sus ojos solo miraban el iris blanco de los ojos de la bestia sin perder de vista cada pequeña reacción y ese pequeño brillo que iba y venía era como la primera vez que lo veía, sentía como el hambre en los ojos del lord de los tigres crecía minuto a minuto con sus palabras, observo el como la criatura se acercó a una velocidad media y se sentó directamente en el futon, tomo su culo abierto directamente con sus grandes garras y lo jalo directamente a su boca, metió su gigante lengua en su pequeño ano saboreando el líquido saliendo de este. Los ojos del omega de abrieron con sorpresa, jadeos intentando recuperar el aire que salió de sus pulmones, al ser abierto tan rápido y sin cuidado era doloroso, y no pudo evitar que pequeñas lágrimas de dolor salieran de sus ojos- Alfa, alfa duele- Su pequeña voz jadeante soltaba cada vez más suspiros, afortunadamente su cuerpo parecía más y más adaptado de lo que pensó.
-Omega, pequeño y lindo omega, mi omega- la voz ronca de Tora hacia cosquillas cada que sacaba y metía la lengua en el pequeño ano de Ushio- Eres tan bonito- cada vez que metía su lengua el pequeño agujero del su omega, la jalaba hacia dentro, metió cada vez más el gigante órgano y sintió una pequeña protuberancia con esta, empujo cada vez más y más, hasta que sintió como el cuerpo del niño se tensó por completo y los espasmos comenzaron a hacer temblar su cuerpo, el líquido de su ano salió y se lo trago directamente a medida que salía, su lengua se vio atrapada por la tensión de su cálido interior.
El cuerpo del niño se tensó tanto que no pudo emitir jadeos y sus brillantes ojos pasaron a voltearse en blanco, su interior se sentía bien, su cabeza parecía tan vacía y su cuerpo solo se sentía liviano, a medida que el olor del daiyokai llenaba sus pulmones y la saliva salía a montones de su boca. El lord de los tigres sabía que sería mejor que hiciera las cosas mientras su omega seguía fascinado por su primer orgasmo seco. Saco su lengua cuando la tensión que la apresaba disminuia y metió directamente dos de sus grandes dedos sin ningún cuidado en el ano del omega, de golpe los abrió como tijeras expandiéndolo lo más que pudiera. El jadeo de sorpresa solo hizo que su cuerpo temblara y retumbará en su pecho, no había terminado de salir del espesor de su primer orgasmo seco y sentía como juagaban con su ano, más y más, sin embargo su vientre seguía ardiendo.
-Alfa, alfa, alfa- sus jadeos subieron en intensidad a medida que las tijeras lo abrían y cerraban, sus fuerzas se esfumaron directamente y solo podía soltar lágrimas y jadeos calientes mientras su pecho se movía contra la almohada, su pequeña polla estaba tan caliente que solo salían pequeñas gotas de líquido transparente, un escalofrío lo recorrió de nuevo como una cascada y un chorro su semen salió disparado directamente al futon- Dentro, no quiero dedos, no quiero venirme por tus dedos- sollozos claros de su garganta, ya cansada venían de su voz rota y jadeante – Tu pene hazme venir con tu pene por favor alfa- y de nuevo estaba suplicando tan caliente que solo ponía más y más dura la maldita polla del lord de los tigres, que acaso el maldito mocoso no podía notar cuanto se estaba conteniendo de meterse entre el calor de su agujero, su pequeño culo sabia tan bien, era mejor que cualquier ambrosia dulce y sus pequeños labios eran tan suaves, joder quería joderlo tan fuerte- Mi omega, quiero joderte tan fuerte- Sus roncos jadeos salían cada vez más desesperados estremeciendo el cuerpo del niño debajo de este.
-Omega quieres mi polla, ¿la quieres?- Su voz autoritaria hacia estremecer más y más el interior del cuerpo del joven- Si, Si la quiero- desesperación se podía escuchar en su voz – Presentate- la posición de poder sobre el revoltoso y terco mocoso llenaba al daiyokai de un sentimiento profundo de excitación en el fondo de su pecho.
Las dos manos del niño se levantaron rápidamente al termino de esa palabra de lo que se podría pensar, y como la primera vez, volvió a separar sus dos montículos de carne mostrando su pequeño y caliente agujero a su alfa. El gran lord de los tigres no perdió el tiempo y posiciono su gran y venoso falo en el pequeño agujero del niño, no sabía si iba a entrar a la primera pero esperaría poco a poco, o por lo menos esperaba poder hacerlo lentamente…
Sintió como el pequeño ano caliente dejaba entrar la punta tensándose a medida que forzaba la entrada –Alfa caliente, dentro caliente- más y más jadeos sin sentido salían de con una voz aguada de la boca del omega. Tomo directamente con una mano el pequeño culo y forzó su entrada a medida que parecía que su polla desaparecía dentro del culo de su omega, la tensión crecía en su interior y la humedad solo iba en aumento- Duele, alfa duele- Sus gritos iban en aumento ¿era más dolor que placer o más placer que dolor? No importaba al final todo se mezclaba dentro de su cabeza a medida que se ponía en blanco, centímetro a centímetro sentía como su interior se abría y calentaba con la gran polla del daiyokai –Alfa dentro bien, bien- no podía pensar, ni siquiera sentía el dolor ahora solo la anticipación por la polla de su alfa.
-Omega bonito, bueno tan buen omega- sentía su polla caliente y las pareces quemándolo, a mitad de camino parecía que no podría meterla más, pero aun así la forzó adentro del interior del chico, caliente sentía que sus testículos explotarían de lo caliente que estaba sin siquiera comenzar a moverse. La tensión aumento en el interior del chico y sus paredes aplastaron su polla con dolor jadeo tensándose, el cuerpo del niño parecía tan ensimismado en sí mismo, que no parecía tener más fuerzas en su cuerpo. –Dentro ya está toda dentro- el jadeo ronco del gran Lord de los tigres solo aumento los espasmos en el cuerpo del chico, no espero a que dejara de tensarse el cuerpo, y comenzó con las embestidas tomo el pequeño culo con su mano derecha y con la izquierda tomo las dos muñecas por completo del chico las puso detrás de su espalda, lo jalaba y sacaba, movía sus caderas cada vez más fuerte, solo sonidos húmedos salían de su unión, y golpes obscenos se escuchaban cada vez más certeros.
Jadeos más inconscientes que consientes agudos, demasiado agudos, salían de la boca del niño, sus ojos lloraban y su saliva manchaba de nuevo su pecho, se sentía tan lleno, su pequeño estomago estaba estirado hacia delante con una pequeña protuberancia que sobresalía de él, estaba tan feliz, su alfa lo llenaba, se sentía tan completo, a medida que salía y entraba la polla su pequeño estomago se estiraba de vuelta, y su mente se estremecía al igual que su interior, su vientre se sentía tan caliente, quería la semilla de su alfa. Y de nuevo por lo que pareciera ser sexta vez se vino, jadeando fuerte, mientras su alfa seguía envistiéndolo más y más. – Alfa más bien, bien hazme sentir más bien dentro- su voz ahogada seguía saliendo de su pequeña boca en cada envestida dada.
Fuertes golpes contra el pequeño cuerpo iban en aumento a medida que los sonido gatunales y sobrenaturales salían de la boca del daiyokai, solo quería hundirse por siempre en el agujero de su omega, era cálido y se sentía bien, rico era rico.
En un momento olvido que no debía sobrepasarse, y lo empotro directamente contra el piso mientras lo rellenaba con fuerza, sujetándolo fuertemente contra el piso y embistiéndolo como la bestia que era, el olor a la sangre lleno sus fosas nasales, había rasgado un poco su trasero, y no lo resistió comenzó a acercar su boca cada vez más y más a la nuca caliente de su omega, abrió sus grandes fauces y mordió, saboreo el pequeño y placentero sabor de la sangre que salía de este chupándola, sintió su polla tensarse de nuevo en el interior de su omega y sintió el fuerte temblor en el cuerpo de este, se tensó tanto que sintió como sufría de un pequeño desmayo, mientras seguía lambiendo la sangre de la herida y empotrándolo más fuerte contra el piso, no pudo evitar venirse dentro al aumento de los espasmos del chico, jadeo sonoramente, y dejo su cuerpo casi caer cobre el más pequeño. Solo tomo el pequeño cuerpo entre sus grandes brazos levantándolo de donde estaba, mientras esperaba que la tensión en su interior bajara y poder sacar su polla. Lo acostó justo sobre su cuerpo y observo como su pequeño y plano estomago se inflamaba con su semen mientras de su agujero salían pequeños hilos blancos de este mismo, el cansancio solo lo domino cuando el interior de su omega dejo de estar tan tenso y al final cayo rendido al sueño profundo, con su polla todavía dentro del niño y su pequeño cuerpo sobre el suyo, abrazándolo protectoramente pudo dormir en paz.

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El chico de ojos brillantes
FanficBueno básicamente, es un Ushio to Tora omegavers nacido de la necesidad y tristeza que me dejo el anime . Su camisa blanca sin mangas se estaba pegando cada vez más a su pecho color canela, con el aumento de sus respiraciones entrecortadas, su peque...