⛓️;; Dos

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Dibujaba círculos en sus sábanas, con el mentón apoyado en su mano, las piernas cruzadas y una muy notable mueca de aburrimiento formada en sus labios.

No había asistido a clases, se quedó en casa jugando vídeo juegos, viendo vídeos, películas, comiendo y mirando el techo de su cuarto. Sólo para matar el tiempo.

Para ser sincero, ni él mismo sabía por qué no asistió al instituto, había perdido su tiempo quedándose en casa sin hacer absolutamente nada, hasta el mismo lo reconocía. Y no quería que Victoria se enterara de su inasistencia.

Ella se había ido temprano a trabajar y hasta las ocho no llegaría, así que no estaría enterada; a menos que su director le avisara, y el menor dudaba mucho de esto ya que últimamente esté no estuvo haciendo gran actividad con el tema de las faltas. Jeongin, por esta vez, estaría salvado.

Él echo un suspiró mientras se estiraba para agarrar su celular y fijarse la hora; 5:36pm. Ya su curso debería estar saliendo, debido a que las últimas horas fueron suspendidas por el profesor.

Abrió varias aplicaciones, bostezando al no encontrar nada con que distraer su mente.

Un nuevo mensaje llegó, y deseaba que no sea su madre pidiéndole algo; aunque, con lo aburrido que estaba, tal vez aceptaría hacerlo. Rápidamente deslizó la barra de notificaciones y miró de quien era. Y casi un gritó salió de su garganta.

Hyunjin:
Jeongin, ¿Vienes al parque?

Tengo una sorpresa☺

«Por fin, él dará el primer paso» chilló en sus adentros Jeongin.

Dando un brincó, se dirigió a su armario y sacó varías prendas para luego extenderla a lo largo de su cama ¿Qué llevaría?

Tendría que verse bien para él, ya que ese recuerdo le quedaría como un cuadro enorme en la pared. Hizo una pausa y pensó seriamente lo último... un cuadro en la pared, pediría eso para su boda; que pintarán a Hyunjin y a él en ese momento, cuando el mayor le pidió ser su pareja en un parque.

Rió un poco por sus cursilerías; pero aún no se quitaba de la mente que era buena idea. Miró una por una las diversas camisas extendidas, sin decidir cuál llevaría. Echó un largo suspiró antes de agarrar una camisa a cuadros con una camiseta blanca por debajo y unos jeans negros ajustados. Se vistió rápido y perfumo en exceso cada parte de su anatomía, para luego abandonar la habitación con una sonrisa de oreja a oreja.

Pero no tardo ni tres segundos a volver en sus pasos a la habitación y agarrar su móvil olvidado; ni siquiera le había contestado a Hyunjin.

Jeongin:
¡Ya voy!

Y nuevamente se marchó, directo al parque. Ya sabía cuál era, Hyunjin y él constantemente iban después de clases para pasar el tiempo.

En la entrada estaba, de espaldas a él y con Seungmin hablándole.

Jeongin se tensó de inmediato al distinguir perfectamente que era Seungmin. Negó constantemente y quiso salir de ahí e irse a su casa, luego les daría una excusa. Pero no tuvo escapatoria cuando el de pelo anaranjado lo saludo con la mano y Hyunjin giró a verlo con una sonrisa.

— ¡Innie! — Gritó en forma de saludo Seungmin, alargando las vocales exageradamente, y haciendo reír a Hyunjin. Ambos se acercaron al menor, y este tragó saliva pesadamente.

— ¡Sorpresa! — Dijeron al mismo tiempo, dejando confundido al pelinegro. Seungmin lo agarró de los hombros y lo sacudió.

— ¡Estoy de regreso, alégrate hombre! — Replicó el pelinegro. — Saldremos los tres juntos. — Sonrió ampliamente Seung.

Seungmin se había ido unos meses a Orlando con su familia, nunca dijo cuándo volvería o siquiera si lo haría. Pero Jeongin no estaba del todo contento, a pesar de volver a ver a uno de sus mejores amigos, ¡Le había arruinado su tal vez momento con Hyunjin!

No obstante, se limitó a sonreír un poco.

— Me alegró que volvieras, tontin. — Animó el menor, ganándose un puchero por parte del mayor. Dirigió su mirada a Hyunjin, quien extendió sus brazos para abrazarlo y Jeongin no dudó en hacerlo.

— ¿Acaso te tiraste la colonia entera o pasaste por causalidad por una perfumería? — Murmuró el castaño en forma de burla, riendo un poco cuando Jeongin cubrió su rostro rojo. Seungmin miraba expectante el momento "no-homo" de sus mejores amigos, y con un "aw" el menor se separó de inmediato.

— Muy bien, chiquillos. — Dijó mientras pasaba ambos brazos en los hombros de los menores, y comenzar a caminar hacia los adentros del parque.

[•••]

Jeongin llegó a su casa, abrió la puerta e inmediatamente entró. Caminó hacía la cocina y sacó una botella de agua.

— ¿Puedo saber en dónde estuviste? — Jeongin miró de reojo a su madre, quien estaba recostada en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

— Seungmin volvió y Hyunjin y yo le dimos la bienvenida. — Sonrió.

— ¿Y por eso faltaste al instituto? — «Mierda» Pensó Jeongin con una mueca. — Eso pensé. — Ella suspiró y se enderezó. — Estas castigado. — Se dio vuelta para ir a su cuarto.

El pelinegro bufo, guardando la botella, subió las escaleras hacia su habitación. Genial; no se había salvado del todo con esa falta.

— Que horrible día. — Suspiró, dejándose caer en la cama y pasando en alto que Seungmin había vuelto a Seúl.

«Castigado y sin novio.»

You're stupid ⎯   HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora