Aquel verano en Río (En edición)

Capítulo 1

*Diciembre del 2016*

Diciembre ya había llegado, era mi época favorita del año. Se acercaban las fiestas y las clases estaban terminando, como lo mencioné anteriormente, mis calificaciones eran buenas así que pronto terminarían las clases para mí, lo cuál me tenía muy emocionada.

Este día llegué temprano al colegio, lo cuál era raro para mí ya que siempre llegaba sobre la hora y como siempre ahí estaba Joel, sentada en su asiento escuchando música, era la primera en llegar todos los días.

-No puedo creer lo que mis ojos están viendo, ¿quien sos y qué hiciste con mi mejor amiga?- dijo Joel riéndose y dándome un abrazo.

-Yo tampoco puedo creerlo nena- dije riéndome.

-¿Estudiaste para el final de historia?- preguntó Joel.

-Sí, por eso llegué temprano para que repasemos juntas- acomodé mis cosas, me senté y saqué mi libro.

*En Argentina las clases comienzan generalmente en marzo y terminan en diciembre*

Al poco tiempo sonó el timbre y las clases comenzaron. El día transcurrió con normalidad, sacamos un 9/10 en el final, ya que nos dejaron rendir juntas, somos un buen equipo siempre. Al terminar las clases del día, salí y fui a mi casa. Me dispuse a prepararme el almuerzo y comí viendo una serie. A la tarde fue todo normal, hasta que mamá me fue a buscar al club, lo cuál nunca hacía.

-Hola amor, vine a buscarte para ir a merendar, tengo una sorpresa para vos.- dijo mamá muy emocionada.

Fuimos a una cafetería en Palermo a la que siempre íbamos y pedimos nuestra comida.

-Entonces mamá, ¿que era lo que tenías que decirme?- le dije comiendo mi tostado.

-Bueno, vos siempre me dijiste que te gustaría ir a Río de Janeiro para el carnaval.- me dijo buscando unas cosas en su bolso. *Lo cual ciertamente era verdad, siempre había querido ir y lo había pedido como regalo de cumpleaños. pero como habían hecho mi fiesta súper grande y con muchos invitados, pensé que ya el viaje quedaba descartado.*

-Bueno, iba pasando por una agencia de viajes y de casualidad entré, me ofrecieron un paquete y acepté, así que nos vamos el 11 de febrero.- me dijo mostrándome los folletos.

-Gracias mamá, te amo mucho.- Le dije y la abracé. Lo cierto es que estaba muy feliz y ella era la mejor, sin dudas.

terminamos la merienda y nos fuimos a casa, me bañé y me puse el pijama. Cenamos, vimos una película y me fui a dormir ya que no tenía cosas que hacer para el colegio. 

*Al otro día*

Esta vez no llegué tan temprano al colegio, así que no pude hablar con Joel ni ver a Mateo antes de que la clase comenzara. Cuando sonó el timbre del recreo, le dije a Joel que tenía algo que contarle así que fuimos a buscar a Mateo a su curso.

-Hi bitches!- nos dijo Mateo y nos dio un beso.

-Hola perra.- Le dijimos y lo abrazamos.

Después de eso nos fuimos a nuestro lugar, que era la escalera que llevaba a la biblioteca, ahí siempre podíamos hablar con tranquilidad ya que no pasaba casi nadie por ahí.

-Bueno, resulta que al final mamá si me va a llevar de viaje a río, nos vamos el 11 de febrero. comencé a contarles todo.

-Qué bueno amor.- dijo Mateo y me abrazó. -Te lo mereces.-

-Gracias amor.- le dije y le dí un beso.

 -Hay que ir de compras para que lleves todo lo necesario para que estés diosa y te consigas un novio allá.- dijo Joel riendo.

-Obvio.-le dije -Apenas terminen las clases hay que salir.-

-Ok, yo también tengo algo que contarles.- nos dijo Mateo. - Resulta que ayer fui en subte con Rami y me animé a hablarle.- dijo nervioso.

*Rami era mi compañero y todos sabíamos que era gay al igual que Mateo pero nunca nos lo había dicho directamente. Mateo estuvo enamorado de él desde principio de año, pero nunca se animó a hablarle y siempre tuve la impresión de  que a Rami también le gustaba pero nunca dijo nada tampoco.*

-Boludo no la hagas de suspenso y soltá todo rápido.- le dije emocionada.

-Sí estúpido, hablá rápido.- dijo Joel.

-Tranquilas ya voy.- dijo Mateo. -Resulta que nos sentamos juntos y lo saludé.- empezó a reírse. -Fué muy gracioso lo que pasó porque me dijo, Hola, ¿vos sos el novio de Cati no? y yo lo miré confundido, ¿novio de Cati? le dije y empecé a reírme. ¿De qué te reís? me dijo. Y le pregunté por qué creía que yo era tu novio.- me dijo aún riéndose.

-¿Cómo que novios?.- le dije estallada de la risa.

-Sí.- me dijo riendo. -La cosa es que me dijo que creyó que vos y yo éramos novios porque siempre nos veía juntos, abrazados, de la mano, dándonos besos y esas cosa. A lo cuál yo sólo reí y le dije que eso era porque sos mi mejor amiga y así nos llevamos, que tenemos mucha confianza. Y el chico se puso rojo como un tomate. A lo que yo solo reí. 

Joel y yo nos miramos y estallamos en risa.

-¿Osea que nunca te habló porque pensaba que eras el novio de Cati?- preguntó Joel.

-Exactamente, pero me dijo que yo le parecía muy lindo que siempre le había llamado la atención pero como no sabía que a mí también me gustaban los chicos y pensó que Cat y yo éramos novios, nunca dijo nada.- habló Mateo mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

-Entonces me imagino que hiciste algo después de que te dijera eso...- le dije.

-Sí, le dije que en realidad a mí me gustaban los chicos, en especial él, así que le dije que si le gustaría que nos conociéramos y dijo que sí, así que me pidió mi número y me agregó en instagram.

-¡Siiii!- chillamos con Joel al unísono y empezamos a dar saltitos por todos lados mientras reíamos por la cara toda roja de Mateo.

Luego de nuestra charla sonó el timbre y debimos regresar a clases. El resto de las horas pasaron rápido y llegó la hora de volver a casa, pero esta vez con Joel y Mateo, ya que era viernes y como no teníamos más actividades el resto del día, iban a pasar toda la tarde en mi casa. Mamá los adoraba así que siempre eran bienvenidos.