Capítulo 7 - Padres

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Finalmente... Luego de algunos meses

Fiódor - ¡Piensa rápido!

El señor Fiódor arrojó una serie de canicas hacia mí de forma sorpresiva apenas salimos de la casa para continuar con nuestras sesiones de entrenamiento como ya es costumbre

Sin embargo, rápidamente mis reflejos actuaron por si mismos, haciéndome esquivar instintivamente las canicas a pesar de tener los ojos vendados

Fiódor - impresionante...

Emelia - hehe, lo he conseguido al fin

Fiódor - pero aún no es suficiente

Rápidamente sentí un pequeño toque en la parte trasera de mi cabeza, al voltear pude "ver" a Elena dentro de la casa apoyada en una de las ventanas con una pequeña sonrisa en su rostro, ella sin previo aviso me arrojó una canica a la cabeza

Fiódor - nunca debes perder la concentración

Me sorprendí por mi propio fallo, y me sentí mal por ello

Emelia - si...

Fiódor - aún así sigue siendo un logro impresionante, me siento orgulloso Emelia

El señor Fiódor se acercó a mí y me dió unas palmadas en la cabeza, durante los últimos meses me estuvo apoyando para ayudarme a moverme normalmente sin necesitar lo vista

Fiódor - creo que este nivel ya es aceptable, vuelve a la casa Elena te ayudará a elegir un vestido

Emelia - eso significa...

Fiódor - hoy no entrenaremos. Iremos a qué conozcas el pueblo al fin

Si bien la idea de salir de casa no me gustaba del todo, tuve mucho tiempo para pensar y darme cuenta de que no podría quedarme aquí para siempre... Le debo mucho a estás personas, y si quiero ser de utilidad no puedo permanecer atrapada en este sitio

Así que, con eso en mente y al escuchar la llamada de Elena detrás de mí, rápidamente me quité la venda de los ojos revelando otra vez los colores del mundo

Emelia - ¡Gracias!

Rápidamente dije éso y volví a la casa para prepararme, aunque antes de entrar volví corriendo dónde el señor Fiódor y abracé su pierna inconscientemente

Fiódor - ...

Emelia - ... Eh? A-ah perdón, lo hice sin...

Fiódor - (suspiro) está bien, eres una pequeña muy dulce... Ya ve con Elena

Emelia - ¡S-si!

Rapidamemte me separé e hice lo que me pidió, entré en la casa, subí las escaleras al segundo piso donde Elena ya me estaba esperando en la puerta de mi habitación no muy lejos de la habitación de ella y Fiódor

Elena - hehe, bien bien, ¿Estás ansiosa?

Emelia - un poco...

Elena - pues no tienes que estarlo, la pasaremos increíble, podrás comer algunos dulces aunque con moderación. Y pasear por los alrededores aunque también con moderación

Mencionó mientras ella abría la puerta y entrabamos en el lugar, revelando un espacio simple con una cama, un armario sencillo, un pequeño escritorio de madera con una silla del mismo material y un espejo grande al lado izquierdo de éste con el tamaño suficiente para ver mi reflejo entero

Emelia - dulces... Me gustaría un dulce...

Dije algo apenada

Elena - a mí también, seguro que compramos uno... O tal vez dos hehe, pero recuerda Emelia, nada de magia durante todo este tiempo, hablo muy en serio

La Dama Sin Nombre - Olvido del Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora