one.

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Las gotas de sudor corren por mi cuerpo, se siente feo y me siento pegajosa, solo quiero darme una ducha. Mis manos palpitantes y rojas por los constantes golpes dados al balón. Mi pecho sube y baja con una respiración agitada. Las piernas me pesan y me duele todo el cuerpo.


Midori no tiene bloqueadoras en la izquierda, ¿Un ataque sorpresa desde atrás? ¿Tal vez un rápido con la capitana a mi derecha? Midori es la más confiable ahora mismo. Vamos balón baja pronto. El contacto del balón con mis dedos, mis pies se separan del suelo, un impulso a la izquierda, Midori se adapta al ritmo de mi levantada y se prepara en el aire para rematar, ara un directo. 2 de las bloqueadoras se mueven a la izquierda, ¿se percataron? Sus pasos son firmes, saltan al mismo tiempo a la par cuando suben sus manos y bloquean nuestra jugada.

Yo... ¿acabo de equivocarme?

Puedo corregirlo. Debo arreglarlo. Recuperare el punto y...

—Buena recepción —felicitan a la libero que conecto el balón.

Pero fue mi culpa, si no me hubieran leído la jugada...

—Concéntrate Kaede —asiento con un movimiento de cabeza. Le doy una señal de mano en aviso de nuestra próxima jugada a nuestra As que está en punta de receptor ahora mismo.

Pasos a través de la cancha. El rechinido de las zapatillas. El sonido del balón en el piso. El sudor recorrer mi cara. La respiración entrecortada. Mis dedos impulsando el balón con precisión. Mis piernas apenas levantándose del suelo. Estoy tan cansada. Solo un punto más y...

El sonido del balón revotar en la cancha en un eco. Las receptoras en el piso que iban en busca del balón. Sus respiraciones jadeantes en busca de aire y aprietan sus puños con frustración. La sensación de satisfacción al hacer una finta y anotar el último punto. Expreso una sonrisa de superioridad viendo a mis contrincantes.

Dirige mi vista hacia el marcador, 29-27. Pasamos más de los 25 puntos. Una "o" se formó en mis labios, seguido extendí una amplia sonrisa de felicidad.

—¡GUUU-HUUU! —exclamo con emoción. Caí al suelo por el cansancio, intentando recuperar el aliento y mis compañeras corren a abrazarme.

La armadora del equipo contrario que se encontraba frente a mi para despedirnos y darnos la mano.

—Es cierto lo que decían princesa de la cancha —dijo con una sonrisa burlona y un tono provocador. Me removí en mi lugar y maldije internamente.

—No la escuches solo quiere molestarte —dice Midori con un tono dulce. Ignore a la chica y continuamos nuestro camino a la salida del gimnasio.

—¡Vamos, aún no termina el partido de los chicos!

Me puse mi chaqueta azul y blanca. Aunque lo único que quiero es irme a mi casa y dormir, estoy sumamente cansada. Entramos en el gimnasio.

¿Kageyama está en la banca?

Corro por las escaleras una vez el partido se dio por terminado.

—¿Vas a rendirte? —pregunto a Kageyama con una voz firme.

—Perdí.

—Perdieron... —le corregí —. Son un equip...

Me interrumpió.

—Ni siquiera pueden adaptarse a mis colocaciones, no me sirven —doy un fuerte suspiro.

—Encontraras a alguien que podrá adaptarse a esas levantadas... pero por ahora, voy un paso adelante.

Chasquea la lengua.

—¿A dónde planeas ir?

—Nekoma.

play date ; kozume kenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora