four.

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Kozume Kenma.


Puse una mueca de extrañeza cuando escuché la pregunta. Solo le dije mi usuario, ¿que le pasa? Es tan rara...

—¿Qué? —pregunté cortante.

—¿Tú eres...? —noté que sonrió —¿Enserio?

—¿Eh?

Estaba lógicamente confundido.

Ella volvió a sonreír, y soltó una pequeña risa mientras negaba con la cabeza.

Su risa es tan linda...

Lamento haberte llamado niño rata y haberte insultado de al menos 20 maneras diferentes...

Se disculpó avergonzada y con una mueca.

Bueno, la verdad tiene sentido. El nombre de usuario, su voz, su humor...

Mi mejor rival, una chica competitiva y  sarcástica. El motivo de mis trasnochadas desde hace poco más de una semana.

Y puede que te haya empezado a gustar...

No, solo me llamaba la atención.

Lo que tu digas...

—Así que eras tú...

Murmure y no pude evitar sonreír.

Porque hay 80% de probabilidades de que te guste.

Solo se me hace interesante conciencia.

—Lamento haber supuesto que eras un chico —me disculpe al recordar como la trate en nuestra primera partida.

—Lamento haberte ofrecido una copa de cloro con gotas de ácido.

—Lamento haberte dicho que te veías cansada y sugerirte una siesta permanente.

Río por lo bajo y, choco su rodilla desnuda con la mía. Me tense por un momento, porque me había puesto nervioso y no quería que lo notara.

En eso sentí que una presencia muy conocida —y molesta— se acercaba y se detuvo en frente de nosotros con las manos en la cintura creyéndose una diva y con su sonrisa de lado.

—Gracias por dejarme rematar a gusto princesa —le dijo Kuroo burlón.

—Gracias por rematar hacía donde creía que iría —Kaede le sonrió.

A Kuroo se le marco una vena en la frente, se había molestado.

—Fue a propósito... —murmuró.

—Gracias a tí Yaku-senpai pudo recibir muy bien —ella seguía sonriendo, divertida.

Kuroo no dijo nada. Supongo que no se le ocurrió nada que la molestara.

Ella me agrada.

Kuroo rodó los ojos y acercó su mano a la cabeza de Kaede, ella pareció asustarse y por reflejo aparto la cabeza. Kuroo no lo notó y le revolvió el cabello sin llegar a ser muy brusco. Pareció relajarse cuando solo le acarició el pelo.

En el momento que aparto la mano le puso mala cara para empezar a ordenarse el cabello que le caía por los hombros, y le llega hasta la cintura, es de un tono castaño oscuro. Se lo arregló por detrás de las orejas, y casi al instante se lo dejo caer para que le tapara la cara.

Sí, yo también hago eso.

Luego Kuroo se fue porque el entrenador lo había llamado.

En eso se venía acercando Ueno arrastrando los pies en el suelo, mientras se quejaba por lo bajo y se sentó junto a Kaede.

play date ; kozume kenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora