II: "Oportunidad" (+)

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𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒆𝒍 (+) 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒆𝒙𝒕𝒆𝒏𝒔𝒐, 𝒓𝒆𝒗𝒂𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒂𝒔 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒎𝒊𝒍 𝒑𝒂𝒍𝒂𝒃𝒓𝒂𝒔, 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒕𝒐𝒎𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒆𝒆𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒅𝒆𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂. 𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒐𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒆, 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏🦋
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Era ya tarde cuando los tres llegaron de nuevo a casa. Tratando de no hacer mucho ruido lograron cruzar la puerta principal y estaban por cruzar el pasadizo mientras tanteaban los alrededores, para su mala suerte la casa estaba totalmente a oscuras, llenando de temor a cierta pelirrosa que yacía en medio de Endo y tú

Les dije que debíamos apurarnos en regresar —susurro Endo a la par que seguía tocando la pared en busca e algo—. Todo es tu culpa Hana

— ¡Tengo miedo! —murmuró fuerte la menor aferrándose a tu brazo

Tú le tienes miedo a todo, tonta —contestó tu amigo mientras le daba un golpe en la cabeza— Fuiste tú la que se demoró comprando mangas y chucherías

Cállense los dos —susurraste para sorpresa de ambos mientras seguías tocando las paredes de al lado, unos segundos más y pudiste encontrar el interruptor de luz—. Encontré el interruptor

— ¡Préndelo pues! ¿Qué esperas?

Para cuando las luces de la casa fueron prendidas en su totalidad el grito de sorpresa de Endo guio todas las miradas al pequeño sofá de la casa. Hiroshi-sensei estaba sentado en medio de aquel sofá mientras los miraba con una ceja alzada

— ¡Abuelo, nos has asustado!

Endo y tú, solamente colocaron una mano en sus pechos por el susto que recibieron

— Ustedes, mocosos—murmuró el maestro mientras se paraba del sofá y se dirigía a ustedes—. ¡Cinco años viviendo en esta casa y siguen siendo unos irresponsables!

Él se acercó a Endo y en un abrir y cerrar de ojos, la oreja del castaño quedo atrapada en la mano del anciano— ¿Cuándo aprenderán a respetar mis reglas, eh?

— ¡Sensei, eso duele! ¡Hana dile algo a tu abuelo!

— ¡Abuelo! —grito la pelirrosa al lado tuyo, llamando la atención de los dos hombres—. Endo nos obligó a acompañarlo durante tres horas para que comprara revistas de adultos

Mientras golpeabas tu frente con una de tus manos y Hana reía detrás tuyo, la pobre oreja Okumura Endo era torcida en su totalidad por su anciano maestro

"¿Días caóticos en esta casa? Solo eran un pan de cada día"

"¿Días caóticos en esta casa? Solo eran un pan de cada día"

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V I V I R ┃Bakugo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora