Capitulo 2: Los cimientos de la vida

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Me levante temprano, para ser específicos a las 6 de la mañana, desperté a Yuna con un beso en la mejilla, con mucho cariño por supuesto.

Vivimos juntas desde la universidad, somos inseparables, de hecho Yuna tiene a un imbecil por novio, al que yo odio con toda mi alma, no por tener a mi niña, si no por como la trata, tampoco es que mi amiga sea la reina Isabel y haya que tratarla con honores, pero tampoco como lo hace el, se atrasa, a veces la deja plantada, no la trata con respeto y habla de ella como si se tratase de un juguete, me desagrada, mas no quiero meterme en la relación de Yuna, si alguien debe darse de cuenta de eso es ella, yo solo le daré herramientas para que abra los ojos.

Aparte de eso, desperté para tomar desayuno juntas, pero ya empezaría con sus Yunabromas.

Yuna: Nop -pegandome lo más posible a ella dejando mi cara pegando a sus no muy voluptuosos senos- tu te quedas conmigo

— Yuna, no empieces -tratando de empujarla para que me suelte-

Yuna: Es temprano, hace frio, quédate conmigo un ratito conmigo -deslizando sus manos a mi trasero-

— Yuna, quita tus manos de ahí -deteniendo mi forcejeo dándome cuenta de que estaba aprisionada por mi amiga-

Yuna: Es que son tan suaves, y me gusta verte sufrir -pasando sus manos por debajo de mi ropa-

Yuna sabe que odio eso, pero lo odio porque me gusta.

Mordi mi labio y me aguante el hacer un sonido extraño.

— Yuna... No sigas -notando un eleve de temperatura en mis mejillas-

Yuna: Es divertido verte así -besando mi frente-

A Yuna le divierte, pero a mi me prende...

Se me nublo la mente y no lo pensé bien, me abalance sobre ella y junte nuestros labios, provocando que mi amiga me empuje y me soltara de una vez.

Yuna: Wow Chaeryoung, ¡atrevida! -divertida-

— No es gracioso, estupida -volteandome indignada-

Yuna: No te amargues -abrazandome por la espalda- no pasa nada, se las ganas que me tienes, no te preocupes -en tono de broma-

— Si claro, obviamente le tengo ganas a una fea como tu -sacandole la legua-

Yuna: Lo que tu digas, ahora hazme desayuno, no quiero que lleguemos tarde al trabajo -terminando con un golpe en mi hombro-

— Voy mi reina, para usted todo lo que desee -En un tono sarcastico, levantandome y dirigiendome a la cocina en paños menores-

Yuna: ¡Vístete zorra, no te vayas a resfriar por andar de perra! -grito desde el cuarto-

— ¡Zorra pero siempre diva! -le grite de vuelta

Me dedique totalmente a preparar el desayuno, total es mi hogar, y si quiero ir desnuda, aunque sean las 6 de la mañana, la casa se ventila sola, así que no me voy a resfriar.

En 27 minutos para ser precisos tenía listo el desayuno, tanto el mío como el de mi amiga, para ser precisa, mi especialidad, tortilla de huevo rellena, simple, pero manjar que pocos dioses son dignos de probar, ¿que dioses en especifico? Yuna y yo.

Serví el desayuno y mi amiga se sentó a comer, ya vestida, muy elegante ya que la presentaría con el puesto que se le fue otorgado.

Me envolvi la cintura con una tolla y me sente ya que las sillas son de cuero y como todos saben, si te sientas desnudo en una silla de cuero, la piel se pega y crea una sensación muy incomoda al levantarte.

La chica que buscaba ser libreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora