Crías.「Taekook」

chapter 4

Jungkook miró a su tía, frunciendo el entrecejo en una mueca molesta.

—Vaya, esto es muy creativo— murmura Soyeon, el regalo de Yoongi en sus manos siendo el objeto de su atención.

—Mh.

—Aunque no pareces muy contento ¿no te gustan?— una mirada suave es lo que el menor recibe antes de ver a su tía acercarse para tomar asiento en la cama donde el mismo está sentado sobre sus pantorrillas con los brazos cruzados bajo su pecho.

—No es eso— contesta, relajando la expresión por unos segundos, enseguida volviéndola a fruncir cuando sus labios hicieron un puchero al exclamar —¡Es que ya ni siquiera puedo divertirme! Jin y Yoongi pelean todo el tiempo.

Jungkook no exageraba, desde que los hermanos le habían declarado sus sentimientos parecía que habían creado una especie de guerra dónde debían demostrar quién era mejor alfa para él, y le pareció divertido al principio, no lo iba a negar, recibir todos los días regalos, cumplidos y abrazos por parte de sus hyungs lo hacía sentir muy querido. Era tan grande el cariño que sentía por esos dos que no se veía capaz de rechazar a alguno, aunque más de una vez pensó que no habría diferencia si uno era su pareja y el otro no, es decir, él trataría a ambos de la misma forma. Sí, eso sonaba muy bien en su inocente cabecita.

¿Por qué simplemente no podía ser todo exactamente como lo era antes? cuando eran niños que pasaban tiempo juntos pacíficamente -bueno, no tan pacíficamente porque eran tres híbridos ruidosos haciendo travesuras por doquier, pero se entiende-, Jungkook sólo deseaba tener a sus dos mejores amigos a su lado para siempre, por eso, cuando volvía a casa, después de la un poco desastrosa visita con los hermanos ratones, tuvo una -a su parecer- brillante idea.

—Se ve que están esforzándose mucho— la mayor acarició cortamente la mejilla ajena, sonriendo a su sobrino con labios cerrados porque inevitablemente, la situación le causaba ternura —¿Por qué no les dices que por el momento quieres que sigan siendo sólo amigos?

Jungkook frunce los labios, parece pensar en algo mientras sus ojos grandes miran cualquier punto dentro de la casa.

—Tía— llamó el menor, preguntando lo siguiente con un tono curioso en su fina voz —¿Puedo tener dos alfas?

Y todo lo que el rostro de Soyeon puede expresar ante la pregunta inesperada es desorientación. ¿Por qué su pequeño y adorado sobrino querría tener pareja? peor aún dos alfas. Él no lo necesita, ni siquiera había tenido su primer celo, lo cual hacía pensar a la híbrida que no está preparado para emparejarse aún.

A quien quiere engañar.

Jungkook está en la edad perfecta para ser cortejado e incluso casarse, pero aquello significa que tendría que irse de su lado, y por supuesto que ella no está lista para eso. Honestamente, creía que su pequeño tardaría bastante tiempo en encontrar una pareja por las condiciones en las que vivían, tan alejados de los híbridos de Vitredonia, sin embargo resultó lo contrario y ahora su sobrino tiene a dos alfas cortejándolo y para rematar, él queriendo ser pareja de ambos.

Suspira con algo de repentina tristeza en su pecho, admirarando esos brillantes y redondos ojos mirarla con expectativa en espera de una respuesta, y Soyeon no está segura, entonces, dice lo que más correcto cree por el momento.

—Claro que no, Kookie— negó, moviendo su cabeza a los lados y sonriendo en una línea recta —No puedes tener dos alfas.

Jungkook alza las cejas, pues no era lo que esperaba, rara vez su tía le negaba algo por lo que reacomodandose en el lugar sobre sus pantorrillas, vuelve a decir.