chapter 1

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-¡Jae! ¡Jae!

La nombrada encogió levemente los hombros, sus orejas de pelaje marrón crispándose ante el repentino grito que aturdió el silencio en el que se encontraba mientras cortaba unos vegetales en una pequeña mesa, desde su lugar vió a través de la ventana frente a ella correr a su hermana hacia la casa, se veía preocupada y desesperada casi tropezando por la rapidez en que venía, supo que era algo grave cuando la menor se detuvo en la puerta de entrada con la respiración agitada y pequeñas lágrimas en los ojos, diciéndo:

-Jae, no... no encuentro a Kookie- dijo la joven híbrida, sus palabras siendo pausadas por el cansancio de su reciente maratón, mirando a su hermana mayor con ojos cristalizados por lágrimas que estaban ahí pero que aún no había derramado.

-¡Pero si han salido hace unos minutos!- gritó, la preocupación y el enojo notándose en su dura voz -¡No puede perderse tan rápido! ¿lo buscaste bien?

-Me dijo que tenía frío entonces entré para llevarle su abrigo, le di-dije que me esperara en su lugar ¡sólo tardé unos segundos! pero cuando sa-salí él ya no estaba...- dijo la menor, finalmente soltando tristes lágrimas, sus orejas de pelaje negro encogiéndose hacia abajo, entre sollozos continuó diciendo -¡Lo busqué por todos lados! al-alrededor de la casa, en el huerto in-incluso fuí a las colinas...

Dejando su tarea de lado, Jaekyun lavó sus manos en la cubeta de agua que se encontraba a unos pasos de ella, dirigiéndose hacia afuera y haciéndole un gesto con la mano a su hermana para que la siguiera.

-¡Ese conejo!- refunfuñó la mayor, caminando a grandes pasos hacia la parte trasera de la pequeña casa, justamente dónde tenían un huerto de (algunos) vegetales -Es un niño muy inquieto ¡por eso no quiero cuidarlo!

-Ya busqué ahí...- murmuró la híbrida menor captando a donde se dirigían -Debemos encontrarlo, mi co-conejito debe te-tener frío- dijo con voz ahogada por los sollozos, el sólo imaginar a su pequeño sobrino sin protección perdido en algún lugar desconocido la hacía derramar enormes lágrimas. Apretó entre sus manos el pequeño abrigo de lana celeste que llevaba y lo acurrucó en su pecho sólo anhelando encontrar al niño cuanto antes.

-Cálmate Soyeon, no ha pasado tanto tiempo, de todas formas no hay muchos lugares a los que pueda ir, debió haberse escondido en algún lado.

Las hermanas ya situadas en medio del terreno donde se ubicaba el huerto, miraron el lugar detenidamente, una cerca impovisada hecha de palos de madera y alambre rodeaba lo que era el terreno donde cultivaban lechuga, tomates, lentejas y zanahorias.

Más allá del lugar solo había tierra y pasto, su vivienda se situaba casi en medio de la nada, casi, porque muy a lo lejos se podía notar algo, algo que parecía una pequeña y pobre casa como la suya.

Una que antes -ellas estaban seguras- no había.

Sacudiendo sus cabezas, se miraron a los ojos y entonces gritaron al unisono:

-¡Jungkook!

-¡Kookie!

-¡Jungkook sal de dónde sea que te hayas escondido!- vociferó Jaekyun, maldiciendo mentalmente cuando vió algo que anteriormente no le había prestado atención, unos tablones de madera apilados alado de las lechugas y un enorme contenedor de basura que ella misma había lavado y desinfectado alado de las zanahorias, dado vuelta con su abertura sobre el suelo, lo había dejado así para que escurra y seque el agua que había quedado dentro de el.

Mas estaba segura que cierto niño se encontraba ahí dentro, fué a pasos fuertes hacia el objeto, Soyeon haciendo lo mismo y una sonrisa resaltó en su bonita cara cuando la mayor empujó el tacho con una mano, este cayendo hacia atrás revelando a un pequeño conejo sentado en el suelo sobre sus pantorrillas, sus grandes orejas blancas casi tapando su pequeño rostro el cual tenía manchas de lodo al igual que su ropa y el pelaje blanco de sus orejas.

Crías.「Taekook」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora