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.La "habitación" era oscura y tenía una gran nube de polvo: como casi todas las demás. Pero con un pequeño detalle...habían varios relojes, tres para ser exactos. Y, por si eso fuese poco, el monstruo también estaba cerca, muy cerca.
Six y yo avanzamos a lo largo de una alfombra y al llegar al final de esta, saltamos hacia otra. Abrimos una puerta entre las dos, pero al empujarla está cayó con fuerza y a la par también cayó un gran reloj, el cual alertó de inmediato al hombre de los brazos largos. Six se oculto detrás del reloj que recién había caído y yo imite su acción con algo de nervios.
Aquel hombre nos buscaba entre los espacios que separaban cada reloj de la habitación. Y, cuando estaba a punto de encontrar nuestro escondite un fuerte ruido proveniente de algún reloj comenzó a sonar.
El hombre gruñó con clara molestia ante el fuerte sonido. Six y yo no desaprovechamos la oportunidad y fuimos hacia la puerta que nos concedería la libertad de irnos. O, al menos, nos permitiría eludirlo.
Corri hacia uno de los gastados zapatos que estaban tirados en el piso. Lo sujete entre mis brazos y lo apreté con fuerza.
Finalmente, lo arrojé en dirección al botón que se encargaba de activar la entrada de la habitación próxima a esta. En cuanto la gran compuerta de metal se alzó echamos a correr.
Avanzamos a través del nuevo pasillo con rapidez. Evitando chocar contra los relojes que se hallaban ahí. El hombre venía justo detrás de nosotras por lo que aceleramos aún más el paso y dimos la vuelta por el pasillo.
Empujamos una puerta entre abierta y después la cerramos.
Habíamos llegado a una biblioteca, habían muchas pilas de libros las cuales amenazaban con colapsar en cualquier momento. Evite acercarme a aquellos libros amontonados unos sobre otros y, mejor seguí avanzando junto a Six. Ambas trepamos a una banca y escalamos un estante lleno de libros.
De estar en otro lugar y en otras circunstancias, ya me habría puesto a leerlos todos eufóricamente. Pero, desgraciadamente, no podría hacerlo.
No ahora.
A medida que subíamos: más grande y más tenebroso se volvía. A la distancia, note que un enorme piano colgaba del techo. Estaba sujeto a varias sogas las cuales impedían su caída. Se mecía suavemente de un lado a otro.
Una vez que estuvimos en la cima del estante con libros, Six encendió la luz de una vela y después de eso ella miro lo mismo que yo miraba desde hace ya un buen rato, el piano.
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𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝𝚖𝚊𝚛𝚎𝚜
Action¡𝙲𝚘𝚛𝚛𝚎! . . . . . . . . 𝚄𝚗𝚊 𝚋𝚘𝚛𝚛𝚘𝚜𝚊 𝚏𝚒𝚐𝚞𝚛𝚊 𝚕𝚎 𝚐𝚛𝚒𝚝𝚘́ , 𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚊𝚌𝚊𝚝𝚘́ 𝚕𝚊 𝚘𝚛𝚍𝚎𝚗 , 𝚙𝚎𝚛𝚘 , 𝚜𝚒𝚗 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚛 𝚌𝚞𝚊́𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚒𝚎𝚛𝚊 , 𝚒𝚗𝚌𝚕𝚞𝚜𝚘 𝚜𝚒 𝚍𝚊𝚋𝚊 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚒́ 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚊...