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•|•Daño•|•

Hace tiempo atrás....

-¡¡...De este modo pondremos hacer al ser humano superarse y ser más de los que sus capacidades físicas puedan, por más de 10 años eh estado trabajando en un proceso para hacer que el hombre del futuro pueda hacer lo que se proponga sin limitaciones-.

Los aplausos invadieron toda la sala. La comunidad científica estaba tan emocionada como ansiosa por descubrir cómo se llevaría a cabo el experimento para extender las facultades del ser humano y potenciar su límite de vida mucho más.
Cerca de medio millón fue invertido por parte de la comunidad científica y cuatro billones por parte de la organización 3M, organización secreta que si se podía llamar su atención financiaría cualquier tipo de proyectos sin importar el más turbio detalle.

-Doctor, llegaron los sujetos de prueba.-dijo el secretario. El doctor miró las cajas de madera situadas en el despacho.

-Oh, no, no usaremos ratones.-dijo el doctor acomodando sus lentes y recostandose en su asiento.

-Pero señor, no creo que usted quiera...-el secretario comenzó a sudar frío.

-Asi es, usaremos sujetos de prueba humanos, ya lo eh arreglado todo.-diji el doctor poniendo un expediente y arriba un contrato hecho a un dentro psiquiátrico.-Eh conseguido una orden de 3M para poder hacer pruebas en sujetos humanos.

-Pero doctor...- el mencionado se levanto de su asiento y camino tranquilo hasta ponerse frente a la venta mirando el atardecer.

-Este proyecto lo eh estudiado por más de 10 años sé que debo hacer, esto es necesario, ayudar a tantas personas a lograr sus objetivos, además son enfermos mentales, nadie se preocupa ya por ellos. Por alguna razón están allí, son problema del estado quien financia todo el proceso. Son basura de la sociedad y a nadie le interesa en lo más mínimo si desaparecen uno o dos, serán los sujetos de prueba perfectos. Esto va más allá que una simple lobotomía, crearé al humano perfecto.

Mientras miraba en la lejanía una sonrisa se dibujó en su rostro. Los equipos y materiales se cargaron en camionetas esa misma noche para partir a primera hora de la mañana.
Con los primeros rayos del sol las camionetas, en fila, cruzaron las carreteras llenas de paisajes hasta llegar al centro psiquiátrico.
La construcción se erguía entre los árboles poco vistosos, de los cuales solo quedaron ramas y troncos secos por el invierno. El doctor puso un pie en la propiedad no sólo dejando su huella en el suelo de losa sino también en las que serían las vidas de todos los pacientes de ese lugar.
Caminó hasta la puerta, fría y hermética, al abrirla se dio cuenta de la cantidad de personas dentro. Muy buena cantidad.. pensó el doctor, camino por entre los pacientes, algunos lo miraban otros estaban en otro mundo, en escenarios ficticios, o recordando momentos de otras épocas.
El lugar, perfectamente cuidado, en condiciones. El doctor pidió a una enfermera hablar con el de mayor cargo allí y Ella asintió guiándolo hacia el despacho del mayor cargo allí.

-Doctor Jeaguer, un gusto verlo de nuevo-.

El Doctor Jeaguer miró atentamente a su nuevo colega, amablemente pidió que esté último tomará asiento y platicaron sobre el nuevo rumbo que tomaría la institución. Jeaguer se quedó un tiempo pensativo, tomó la decisión. Tomó una caja de un placard cercano a su escritorio metió todas sus cosas allí. Se despidió de su colega y desapareció por la gran puerta del instituto.
Se firmaron papeles correspondientes para desaparecer el nombre de la institución, nadie más sabría que esa institución ya no existía, conllevó un mes hacerla desaparecer, se logró perfectamente. De en ese momento en adelante la vida de todos allí dentro tomaría un giro drástico cayendo en lo perturbador. Al caer la noche unos pasos se dirigieron al pabellón infantil con total tranquilidad, lo fríos y solitarios pasillos solo se iluminaban con una tenue luz blanca. Al llegar a una puerta comenzó a observar a los niños de 12 a 18 entre ellos destacando una melena rubia. El pequeño de cabellos dorados abrió un poco los ojos.