hola hasta que me conozcas

Cap 2

Al día siguiente como era costumbre shoto e izuku se levantaron temprano, junto con el sol. Todoroki se duchó y vistió preparándose para ir a su trabajo, mientras tanto deku se quedaba en casa.

-seguro que estarás bien con esos dos niños?- pregunto shoto nervioso desde la entrada de su casa

-claro que lo estaré, son dos pequeños, no pueden matar a nadie...creo- dijo el omega para luego hacer que ambos rieran tiernamente ante eso y se dieran el beso de despedida

Izuku cerró la puerta tras de sí y se recargó sobre ella suspirando pesadamente, abrió los ojos rapido y notó como ambos jóvenes ya salían del cuarto arreglados, de sorprendió un poco pero les sonrió dirigiéndose a ellos.

-vaya que madrugadores, pensaba dejarlos dormir un rato más en lo que el desayuno se enfriaba más pero no importa, desayunemos juntos por favor- dijo izuku contento empujando a los jóvenes hacia el comedor y y sentándolos

Los jóvenes se encontraban algo serios, mientras tanto el omega mayor simplemente disfrutaba de su plato de hot cakes que había preparado el mismo y daba un gran sorbo a su vaso con leche.

-recuerden que el desayuno es lo más importante- comentó el omega con su típica gran sonrisa haciendo que los jóvenes comenzaran a comer- hoy tengo un día un poco ocupado, planeo seguir con los planes de mi boda porque llevo un año planeándola, no se si eso suene egoísta para ustedes pero yo en verdad...quiero que pase, y así si pasa tu podrás existir- dijo el joven omega señalando con una sonrisa triste a él joven alfa el cual le sonrió tiernamente a su madre del pasado

Admitía que su corazón se rompía en mil pedazos a cada segundo que deku se le ocurría hablar porque sabía que ese no era su mamá mamá, el quería a su madre, lo quería de vuelta, así que su cometido era cumplir su misión al pie de la letra y salvar al mundo y a sus padres. Yoshio tomó la mano de su alfa llamando la atención de este y le sonrió haciendo que su corazón volviera a su estado normal.

-mamá...puedes contarnos qué pasó?- pregunto el joven alfa con seriedad llamando la atención del omega el cual lleno su boca de comida y los miro nerviosos

-que pasó de que?, de cómo todoroki y yo nos conocimos?- expreso deku para luego reír nervioso ante tal pregunta y tomar su plató para levantarse de la mesa

-no mamá, lo necesitamos saber, es para poder salvarlos a todos- expreso el alfa con el ceño fruncido aún sin recibir respuesta del mayor- por favor izuku, yo lo necesito- expreso yuki con ojos cristalinos llamando la atención de deku

Izuku suspiro y se sentó en los sofás de la sala principal, señaló el otro mueble dando a entender a los jóvenes que se sentarán delante de este, suspiro pesadamente y miró a la nada como si evitara el dolor y la vergüenza de lo que se encontraba a punto de pasar.

-creo que están aquí por algo muy específico, no?- pregunto izuku a lo cual los chicos asintieron lentamente observándolo fijamente- pero en serio necesito que me den su nombre, por favor, díganme el nombre de esa persona que necesitan saber- pregunto izuku mientras tomaba sus manos y las frotaba bruscamente esperando la respuesta de los mayores

-kibou, su nombre es kibou- expreso el omega menor viendo cómo los ojos del omega se comenzaron a llenar de lágrimas.

-bueno...es...algo difícil de contar, claro, pero si necesitan saber esto creo que es esencial contarlo....bueno, esto tiene que ver con...tu padre y conmigo- expreso el omega mientras señalaba a yoshio el cual abrió los ojos plato ante eso- nos conocimos desde niños, teníamos una gran amistad, altas y bajas pero siempre podría perdonarle todo porque le sentía un gran cariño. Cuando comenzamos la UA nos distanciamos un poco, claro que saben que supone yo no tenia un don, un quirk, entonces cuando bakugo se enteró de mi llegada a la UA y mi repentino quirk claro que explotó, literal. Pasaron los años y poco a poco volvimos a recuperar aquella amistad de niños, platicábamos juntos, reíamos, etc. Hasta ese día....un día de nieve, con tanto frío que parecía poder congelarnos la nariz yo falte a clases, estaba teniendo mi primer celo después de muchos años y los superstores ya no hacían efecto, solo bastaba quedarme en mi habitación y soportar, claro que bakugo fue a mi cuarto después de clases y toco la puerta, le dije que estaba bien, que no se preocupara, pero después abrió la puerta de golpe y me encontró ahí, yo simplemente no podía moverme, nuestras fermonas se mezclaban en el aire y...pasó lo que tuvo que pasar....- expreso el omega mientras bajaba la mirada sin notar que yuki tenía el ceño fruncido con ganar de ir a matar a ese alfa que tocó a su madre- no me mal entiendan, tal vez también fue mi culpa por seguirle el juego y no parar cuando el pregunto, pero bueno. Después de eso seguimos con nuestra amistad, incluso ya casi terminábamos la UA para ser héroes profesionales pero...deje de sentirme bien, desmayos en medio de los entrenamientos, vomito en media clase, antojos, etc. Pequeños detalles que dieron indicio a un...embarazo.....claro que le conté a bakugo, en ese momento solo éramos dos niños jugando a averiguar qué hacer con un niño que vendría, ambos tomamos responsabilidad, pero solo éramos dos niños jugando a soportar un embarazo. Nuestros padres nos apoyaron, claro, querían que termináramos la escuela y ellos nos ayudarían con el resto, pero simplemente no funciono. Bakugo ya tenía a alguien que amaba, kirishima, ver la sonrisa que este le sacaba era simplemente la historia perfecta que se podía contar, en cambio yo...yo desde el primer momento que lo vi supe que shoto todoroki era el alfa que yo quería, pero ahora, no se podía. Mi estómago comenzó a crecer demasiado y fue imposible ocultarlo, en cambio de eso yo me oculté, me sentía un asco, la peor criatura del mundo, solo quería dejarlo todo y aventarme de la terraza, este bebé no merecía a una madre como yo. Claro que bakugo utilizaba todos sus momentos libres para volver conmigo, tocaba mi estómago, me alimentaba, pero me harté, ya lo había decidido, subí a la terraza de los dormitorios de la UA y simplemente estaba ahí, yo y un bebé qué tal vez pronto nacería pero en verdad no quería....entonces llego todoroki, se veía cansado, como si hubiera corrido todo el camino hacia mi, ojalá, entonces me sentí feliz, mi corazón se sintió feliz que lo último que pudiera ver sería el hermoso rostro del alfa al que ame en secreto....después desperté en el hospital, a mi lado se encontraba shoto tomando mi mano y mirándome fijamente al despertar, creí que era un sueño después de la muerte, el me había saldo de caer al suelo pero por el gran escándalo entre en labor de parto, el bebé había nacido dos dias antes de mi despertar, cuando bakugo entro por aquella puerta tuvimos esa conversación que no queríamos tener, el había visto al bebé, un hermoso rubio de ojos verdes, dijo que se encontraba totalmente sano, yo en cambio me negué, no podía ver a un bebé el cual había intentado matar junto conmigo, el lo entendió, fueron momentos difíciles pero yo quería ser feliz y que el también lo fuera y entonces le dije que tomara a kirishima, que no lo soltara de su lado, que el lo necesitaba más que yo en esos momentos....shoto vino hacia mi y me beso, tal vez no fue la mejor declaración en esos momentos pero fue algo que necesitaba, sentir que el me amaba tanto como yo lo amaba era lo único que necesitaba, pero ahora había un bebé, entonces...lo dejamos en una casa hogar, tal vez ahí el podría ser feliz, después bakugo y yo nos separamos, era claro que después de eso verle la cara era una tortura todos los días, no lo necesitaba, tenía y tengo a todoroki, el es todo lo que necesito- expreso el omega con mares de lágrimas en los ojos y sin mirar a los dos jóvenes frente a el.

-mamá yo....- quería decir algo el alfa menor pero fue interrumpido por izuku el cual se paró de golpe

-solo...voy a mi cuarto...no me molesten por favor- rogo el omega mayor para tomar rumbo a su habitación y cerrar de golpe

Los menores se quedaron viendo fijamente el uno al otro y en esos momentos su misión cobró sentido, pero en cambio de eso, ahora solo les importaba izuku, el había sufrido mucho y acababan de interrumpir su única oportunidad de ser feliz.