Veamos qué tan mal sale esto
No sé cuántos capítulos tenga
Soy mala con los finales, ayúdenme a hacer mejores finales.
En fin...
The Mask
Todos guardamos un secreto, a ninguna persona se le conoce al 100%. Y él no dejaría que nadie descubriera su secreto... ¿o si?
Capítulo 1
Aghata
Kojiro Nanjo despidió a sus amigos desde la puerta de su restaurante. La hora ya pasaba la media noche, la visión de sus amigos yéndose en sus patinetas se alejó rápidamente, en pocos segundos sólo quedó él en la calle. Se dispuso a cerrar y limpiar el local, aquel día habían celebrado que el más pequeño había sido elegido para incursar en las nacionales.
El confeti, pedazos de torta, comida y demás artículos de fiesta yacían desparramados por todo el lugar. Pero Kojiro limpió todo a total gusto, a fin de cuentas eran sus amigos... y el más rico de todo el grupo había pagado todo, así que...
— Quien diría que Adam pagaría todo... ese idiota–Murmuró en su soledad mientras bostezaba.
Kojiro vivía en el piso de arriba del restaurante, así que no se preocupaba mucho por lo tarde que pudiera ser. Apagó las luces, subió algunos escalones y abrió la puerta de su hogar. Era lo suficientemente grande para un soltero como él, tenía lo necesario, un espacio grande para que pudiera hacer ejercicios, un baño cómodo, una cocina amplia y una cama.
Kojiro disfrutaba su soledad, era un hombre que podría considerarse pleno de cualquier modo. Todos sus días se veían brillantes, por el día era un cocinero exitoso, por la noche un patinador envidiado. Pero había algo que nadie sabía, un hecho que es era suyo y siempre lo sería.
— ¡Maldición ya es muy tarde! –Dijo apenas vio la hora, corrió hacia su cuarto, abrió su laptop y tecleó como un desesperado – vamos, vamos, vamos
En la pantalla se mostró una mujer voluptuosa, con una máscara distintiva, de cabello negro, corto un flequillo recto que adornaba su frente, prácticamente desnuda. Tenía un látigo y estaba acompañada de un hombre, estaba amarrado a una silla, con una venda en los ojos y en su boca, todo su cuerpo estaba moreteado y en sus piernas se vislumbraba el color rojo vivo por los latigazos.
Kojiro apretó los dientes y sus cejas temblaron. La mujer pisaba los testículos y masturbaba al hombre.
— P-por favor, ya llevo una hora aquí déjame ¡AH! –La mujer cacheteó al hombre.
— ¿Quién te dijo que podías zafarte y hablar? Tch tch tch íbamos tan bien y ahora tendré que castigarte –La mujer dejó de masturbarle, en movimientos rápidos introdujo aquel miembro en su boca y subió y bajó unas cuantas veces, luego volvió a darle con el látigo.
Para los ojos de Kojiro, era todo un espectáculo de golpes, agresiones y actos sexuales. Pero todo fue demasiado rápido. En pocos minutos la acción acabó y la mujer de la cámara sonrió.
— ¡Muchas gracias por estar hoy con nosotros! Soy Bj Aghata y nos veremos en otra ocasión
— Ahhh ¡maldición! me perdí todo
— No lo olviden, mañana a la misma hora de siempre –Y la transmisión finalizó.
Kojiro lanzó otras maldiciones mientras se dirigía al baño, decidió bañarse y atender cierto asunto. En su parte inferior, su gran Joe no había aceptado reprimendas y ahora estaba más emocionado y excitado que nunca. Suspiró algunas veces antes de atenderse a sí mismo.
Ese era el secreto de Joe, la razón por la que siempre estaba acompañado de bellas féminas pero nunca se había establecido con una. Qué dirían los demás si se enteraran que él, de más de 25 años y tan famoso entre las hembras, aún era virgen. Y es que, no podría consumar el acto si la otra persona no le daba al menos una cachetada.
...Y él no se atrevería a pedirle a una damisela que le golpeara. ¡Quedarían horrorizadas! Por eso estaba esperando a la adecuada, a quien conociera que fuera igual de pervertida que él, alguien de fuerte carácter, terquedad y obstine. Si, necesitaba a alguien como Bj Aghata que pudiera hacer con él lo que fuera.
Ah...ese era su secreto, era un masoquista de primera.
