Dυʅƈҽ [ρʂԋ+ƙԋყ] Aԃαρƚαƈιóɳ

Exƚɾα 2

🌘 Dedicado ⛓️ a 🌺

🌘 Tu_Chancho_Sexy ⛓️ Jut_Sam 🌺

🌘  tytrack-hongjoongie ⛓️ Cb_san JeongCaliope ⛓️ PsychxdxlicGxrlx 🌺

🌘 Veth1711 ⛓️ Ly_sikyoung 🌺

Jongho caminaba con tranquilidad por los pasillos de su mansión, colocándose sus anillos luego de un largo día de entrenamiento, por que aunque ya era oficialmente el líder de Busan los entrenamientos seguían siendo constantes a pedido del consejo real. El alfa subió las escaleras lentamente pasando sus dedos con suavidad sobre las barandas de madera, su mansión se le fue otorgada como regalo honorífico a su gran desempeño en los entrenamientos, Jongho podía jurar que era igual al tamaño de la mansión Park, había un sin fin de pasillos que se le hizo muy difícil adaptarse pero al final lo consiguió.

Remojando sus labios casi ronroneo al no tardar en percibir el aroma de su omega, Yeosang se encontraba en celo desde el día anterior, se le fue imposible al alfa volver de su entrenamiento la cual no hace falta aclarar que comenzó desde las 7 de la tarde del día anterior hasta las nueve de la noche de ese día, Yeosang lo había maldecido en todos los idiomas que conocía a través del lazo y aunque Jongho no debía, terminó soltando muchas carcajadas en medio de su combate con sus guardias.

El alfa no tardó en llegar a la habitación que compartía con su omega preparándose mentalmente para cualquier situación, controlando todas las corrientes que le causaba el dulce y embriagante aroma de Yeosang. Y cuando se dispuso a abrir la puerta esto no fue necesario cuando la puerta fue abierta de golpe frente suyo y con fuerza fue jalado de su corbata hacia el interior.

- Piensas mucho alfa- Jongho exhalo destensando su cuerpo cuando el aroma de su omega lo golpeó con más fuerza de lo que creyó, soltando un gruñido de satisfacción cuando el rostro de Yeosang se restregó contra su cuello mientras sus brazos se aferraban a su torso.

- Debes esperar a que controle a mi alfa Yeosanggie- el alfa deslizó lentamente sus dedos dentro de la camiseta del menor, que en realidad le pertenecía a él, teniendo que inclinarse un poco ya que la prenda llegaba hasta sus muslos, escucho a Yeosang gemir complacido apenas sus dedos hicieron contacto con la caliente piel de su espalda.