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Capítulo 44 - Un rey digno podría traer paz a su pueblo

Xue Junliang estaba perplejo de que la Emperatriz sacara este tema. A veces, algunos problemas pueden parecer muy complicados, pero en realidad son muy simples. Este era uno de ellos; con la Emperatriz mencionando solo un nombre, Xue Junliang de repente encontró que la respuesta a lo que había estado pensando era realmente muy simple.

Teng Yun vio el momento en que la cabeza de Xue Junliang se aclaró. Lentamente dijo: "Su Majestad, ¿sabe por qué Teng Shang juró su lealtad a Teng? ¿Por qué aceptó Teng Shang casarse con otro hombre solo para poder seguir vivo y continuar sirviendo a su país? No es porque Teng Shang fuera un tonto, sino porque quería pagar una enorme deuda de bondad".

Teng Yun continuó: "Ese año, Teng Zhengxuan tuvo muchas batallas con muchos enemigos. Dondequiera que hubiera una guerra, naturalmente, muchas personas serían heridas o contraerían una enfermedad. Sin importar el propósito de la guerra, los que más sufrieron fueron las personas inocentes. Teng Zhengxuan nunca dudó en venir a ver y atender a los pacientes. Incluso les sirvió comida personalmente. Una vez, rescató a un niño moribundo. Vio al niño muy lamentable, por lo que lo tomó como propio. El niño solo le pidió a Teng Zhengxuan un conjunto de ropa para mantenerse caliente en los días fríos. Teng Zhengxuan entonces llamó al niño Teng Shang ".

Xue Junliang escuchó en voz baja y suspiró: "No es de extrañar".

"Dado que Su Majestad ha obtenido el mundo entero en sus manos", Teng Yun continuó: "Esta vez, ¿por qué no usa sus manos para traer paz a su gente?"

Xue Junliang pensó mucho tiempo antes de que finalmente asintiera. Salió del palacio de Yunfeng y regresó a su residencia. Le dijo a Jiang Yu que convocara a los funcionarios para comenzar a discutir los planes de ayuda en caso de desastre.

Chen Yi supuso que tal vez el general Teng Yun había convencido a Xue Wang. Él sonrió y se inclinó, "Un rey digno podría traer paz a su pueblo".

La gestión de un desastre era una cuestión de emergencia y tenía que hacerse de inmediato, pero emprender un viaje llevaría algo de tiempo. Incluso si Xue Junliang ordenara que la preparación fuera lo más simple posible, pasaría un tiempo antes de que pudiera llegar al sitio. Por lo tanto, Xue Junliang le ordenó a Chen Yi que trajera a un grupo de personas y fuera a Teng primero para abrir centros de comida.

Chen Yi inmediatamente aceptó la orden. Xue Wang no tuvo que dar instrucciones detalladas para que Chen Yi entendiera lo que tenía que hacer. Tan pronto como salió de la residencia de Xue Wang, ordenó a la gente que preparara algunos artículos que necesitaría y, pronto, se puso en marcha.

Esta vez, Xue Junliang iría a algún lugar bastante lejos de la ciudad capital. Organizó a Xue Houyang para supervisar la situación general. Cualquier tropa militar tendría que darse a conocer a Xue Houyang y aprobarse con su sello oficial antes de que pudieran ser movidos o transferidos.

Unos días más tarde, la preparación para el viaje de Xue Junliang finalmente se completó. Su partida programada ya estaba ante sus ojos, pero la Emperatriz nunca tomó la iniciativa de ir a verlo. Impotente, Xue Junliang tuvo que ir al Palacio de Yunfeng y pasar la última noche allí.

Sabiendo que Xue Wang partiría mañana, Xiu Yao pensó que esta noche no estaría simplemente durmiendo. Ella ordenó con tacto a las otras criadas del palacio que abandonaran la habitación. Teng Yun no sospechó los planes de Xiu Yao porque su pensamiento nunca fue en esa dirección.

Teng Yun y Xue Junliang habían tenido tiempos menos íntimos últimamente, especialmente desde esa vez que Xue Houyang y Teng Shang fueron a Teng para someter a Teng Xin. Xue Junliang estaba ansioso por que algo sucediera entre ellos, pero al final no hizo ningún movimiento.