CAP 1: Malentendido

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El primer día en la ciudad y ya les habían robado. Joder, si así iban a ser todos los días...

De un robo pasó a una amenaza y más tarde a una agresión.

Así pues los hermanos no se quedaron de brazos cruzados. Fueron a comisaría a denunciar lo ocurrido con aquella "pandilla de imbéciles" o así lo llamaba Gustabo.

Se dirigieron a la puerta y un oficial les atendió amablemente.
Era un rubio muy campechano.

Horacio comenzó a sacudir el hombro de Gustabo en busca de su atención.

G: Hey, que quieres?

H: tengo que ir al baño Gus
-le hizo con lenguaje de señas

G: Ah, emm perdone oficial, sabe usted donde hay un lavabo?

L: Si claro, en el piso de arriba todo recto y gira a la izquierda.

G: Ok, gracias

L: Le acompaño hacía las escaleras señor.

H asiente.

Una vez Horacio llega avanza por el largo pasillo admirando el muro de honor, había mucha gente. Eso le entristecía, "sea como sea ellos fueron verdaderos héroes" pensó.

Estaba tan distraído que no se dió cuenta ni de que chocó contra alguien. Dada la diferencia de altura y fuerza él cayó al suelo.

"Menudo cabezazo" levantó la mirada. Un chico alto, con el pelo grisáceo y el ceño fruncido lo estaba mirando de una forma un tanto tenebrosa. Parecía que en cualquier momento le iba a partir la cabeza.

V: Que haces aquí gilipollas? Mira por donde vas anormal!

H no sabía que hacer, no podía comunicarse de ninguna manera. Solo con gestos, pero ese sujeto estaba demasiado alterado como para explicarle nada. Así que solo se limitó a mirarlo.

V: Sabes que no puedes estar aquí capullo?

H: ...

V: Y bien? Quieres decir algo anormal.

Horacio era mudo, no sordo, podía oír todos los insultos de ese hombre y le estaban empezando a sentar mal.
Al fin al cabo él era sensible pero aquel lenguaje le recordaba demasiado a una época demasiado mala de la que había escapado ya.

V: Si no habla quedará usted detenido.

H tenía miedo, desde hace tiempo le dan ataques de ansiedad y notaba como su cuerpo temblaba.

Hizo el amago de abrir la boca como si alguna palabra fuera a salir, pero sabía que eso jamás volvería a suceder.

V: Mi paciencia se está agotando, se viene usted conmigo.

Volkov lo esposó y lo dirigió hacia el piso de abajo.

Notaba sus ojos llorosos y estaba temblando.

V: Que cojones... Está usted bien?

G: Hey, que hace con mi hermano!??

Un chico rubio se acercó y alejó al sujeto de cresta de su lado.

V: El estaba cerca de los archivadores, en la zona donde se encontraba hay información clasificada y cuando le pregunté no dijo nada.

G: Es mudo gilipollas! Y había ido al baño, que le recuerdo que se encuentra en el piso de arriba.

V: Yo...

Mierda él no lo sabía. La primera impresión que le había dado era que había intentado robar algún informe o algo pero él como iba a saberlo!?? No era su culpa... O eso creía hasta que vió esos ojos brillantes mirarle con terror.

Se sentía culpable, sentía lástima por aquel sujeto.

G: Ven Horacio...

Horacio era su nombre... Él se acercó al pecho del rubio y lo abrazó. Ciertamente parecía aterrado.

G: Pensaba que la policía tenía más trabajo como para coger a un pobre mudo que solo iba al baño para encarcelarlo...

Se le notaba con resquemor, bastante ardido.

V: Lo siento, yo... no lo sabía.

H: Podemos irnos Gus, no quiero estar más aquí.

Volkov observaba las señas que hacía aquel chico hacia su hermano.

G: Claro mi niño, ya puse la denuncia podemos irnos.
Espero no volvernos a ver.

Esta vez se dirigía al peligris.

Una vez se marcharon V activó la radio.

V: Si un puto sujeto tiene que ir al baño de la planta de arriba me lo puto decís subnormales.

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Se oyó decir al resto de la maya.
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H: tuve mucho miedo

G: Lo siento mi niño, no me puedo ni imaginar lo difícil que es para tí no poder expresarte, si tan sólo hubieras podido aclararlo todo se hubiera solucionado en dos segundos.

H: Si tan solo hubiera podido...
No siempre fue así...

Se acurrucaron los dos en el sofá.

G: Lo sé mi niño, lo sé...

Es cierto, no siempre fue así.
Pero, para que recordar lo acontecido en el pasado? Eso les ponía tristes.

Ahora estaban a salvo, de momento.

...




ʏᴏᴜʀ ᴠᴏɪᴄᴇ - ᴠᴏʟᴋᴀᴄɪᴏ ꜱᴏꜰᴛ ᴀᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora