ʏᴏᴜʀ ᴠᴏɪᴄᴇ - ᴠᴏʟᴋᴀᴄɪᴏ ꜱᴏꜰᴛ ᴀᴜ

CAP. 4: Charla

V: Greco tiene razón, cuando veo a Horacio no puedo evitar sonrojarme y sonreír...
Mis ojos brillan cuando le miro.
Llevo dos semanas viéndolo todos los días. Él viene a recoger a Gustabo para ir a casa. No entiendo lenguaje de signos pero más o menos algunos gestos los entiendo, él se limita a sonreír y a escucharme, por un momento, cuando le miro, siento que todo está bien. Hasta que veo tu foto...

Volkov se encontraba arrodillado en su cuarto mientras miraba la foto de Ivanov.

V: Tú podrías haberme ayudado, siempre sabías lo que me pasaba,  me enseñarías que significa este sentimiento... Si tan sólo estuvieras aquí...
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En comisaría.

Gr: Hey

V: Privet

Gr: Que tal con...?

V: Con quién?

Gr: Ya sabes...

Al ver que V no lo comprendía Greco se desesperó.

Gr: Horacio! Con Horacio!!!

Gritó y todos quedaron mirando.

V le tapó la boca inmediatamente y lo llevó hacia el despacho.

V: Porque gritas subnormal??? No ves que ahora todo el querrá enterarse del chisme.

Gr: Bueno...pero no evites mi pregunta!!
Que tal?

V: Bien supongo, he decidido que voy a aprender lenguaje de signos para así hablar con él.

Gr: Awwwww que tierno por tu parte. Después os comeréis la boca os casaréis y tendréis tres hijos y un hamster.

V: Que cojones Greco!???
A tí que coño te pasa en la puta cabeza!?? Intento contarte algo serio y te burlas....

Gr: Hey hey, no tranquilo, lo siento. Me lo tomaré más en serio. Por cierto, ya le has pedido el número no?

V: Ehhh...

Gr: No me jodas Volkov, así podríais hablar anormal. Que es mudo no manco. Que yo sepa tiene todos los dedos para mandarte un puto mensaje! Mira que eres retrasao' chaval.

V: Joder vale. Hoy lo haré...

Si se atrevía, claro, a veces al mirarlo a los ojos no le salían las palabras...

Acabó el turno y los alumnos empezaban a recoger sus cosas y guardaban sus armas, entre ellos Gustabo.

Acababa de llegar Horacio y se sentó en el banco donde usualmente charlaban Volkov y él.

V: Hola Horacio

H le saludó con la mano y le sonrió tiernamente.

V: Que tal tu día?

Horacio le señaló con el pulgar hacía arriba.

V: Me alegro, a mi también me ha ido bien... Hemos atendido un atraco muy raro hoy.

Horacio se acercó a oír más.

V: Verás, había dos atracadores con tres rehenes. Eso es normal no?

Horacio asiente.

V: Pues no del todo porque un rehén era un perro y ese mismo perro atacó al atracador y lo dejó inconsciente. Que casualmente era el que llevaba todo el dinero. Creo que ha sido el peor y a la vez el mejor atraco que he presenciado nunca.

V se giró a ver la reacción de H. Tapaba su boca con su mano mientras no paraba de reír.

V: Oye por cierto... Podríamos darnos los números de teléfono. Así podríamos hablar más. Y así tú me podrías contar también tus cosas que seguro que ya estás cansado de oírme... Jeje...

Horacio enseguida negó con la cabeza, agarró su mano y la empezó a acariciar. Haciéndole saber así que a él le encantaba oírle y que nunca se cansaría.

V estaba completamente rojo.
Horacio extendió su mano en señal de que le diera su móvil para apuntar su número.
Y V hizo lo mismo.

G: Ya estoy.

H: Oh, has tardado muy poco! A pasado algo?

G: No, ahora vámonos!

Se le notaba enfadado, muy borde.

H agachó la cabeza y lo siguió no sin antes despedir a Volkov con la mano con una sonrisa un tanto triste.

Evidentemente Horacio estaba triste por el comportamiento de Gustabo. Sabía que no le gustaba que se juntara con chicos, ni que coqueteara después de lo que pasó, pero él no podía controlar su vida.

Llegaron a casa.

H: Gustabo ya hablamos de eso...

G: Ya, y ya veo como te la suda.

H: No puedes controlar mi vida, con quien estoy o con quien hablo!!!

G: Ya vendrás llorando como la última vez!!! Cuando Volkov te haga polvo! A ver si esta vez pierdes los brazos y dejas de hablarme de una puta vez!!!

H no pudo evitar llorar desconsoladamente, cogió sus llaves y su mochila y pegó un portazo. No sabía a donde iría pero de lo que estaba seguro es de que no entraría otra vez allí.

Esa noche durmió en el coche.
Solo y con frío en medio de la montaña pero solo.

...