𝐃𝐀𝐌𝐍𝐄𝐃 ━━━━━ ᴍᴇɢᴜᴍɪ ꜰᴜꜱʜɪɢᴜʀᴏ

𝐈 ── DAMN THE FREEDOM THAT WAS GIVEN YOU

CHAPTER ONE ──── MALDITA LA LIBERTAD QUE SE TE DIO

¿CUÁNTO TIEMPO HABÍA TRANSCURRIDO allí? ¿Dónde estaba? ¿Seguía en el mismo sitio o en algún momento había cambiado de lugar? ¿Estaba en algún sitio o solo...estaba? ¿Qué había sucedido?

De todas aquellas preguntas, Ryuuko solo podía responder la última de ellas y su respuesta no le agradaba ni un poco. 

Era extraño, sentía que había pasado mucho tiempo, realmente mucho, sin embargo, se sentía de la misma manera que siempre, no sentía aquel tiempo en su cuerpo, como si los días transcurrieran a su alrededor mas sin rozarla siquiera en alguna consecuencia y, al mismo tiempo, sabía que algo muy grande había cambiado, más no podía averiguar de qué se trataba, no en aquel extraño lugar. 

Estaba en ninguna parte, aquella era una particular respuesta mas la mejor expresada de todas las posibles a aquella pregunta. Estaba en la misma nada, en un espacio completamente vacío donde nada existía, ni siquiera ella. No había espacio físico que ocupar o espacio temporal que vivir, simplemente Ryuuko estaba, en un sitio tan extraño que, siglos más tarde de ser capturada allí, aún le buscaba algún sentido a su cárcel.

Sabía que estaba viva solo porque era un ser inmortal al cual la muerte carnal pasaba incompetente por su lado, mas no se sentía viva en lo absoluto, no como solía sentirlo cuando se encontraba libre. ¿Era posible, entonces, morir de alguna otra forma? No habían conseguido exorcizarla debido al inmenso poder con el que contaba, mas no se sentía completa en lo absoluto. 

¿Qué clase de castigo o cárcel era aquella en la que los chamanes la habían capturado?

 A menudo se preguntaba si el mundo, en todo aquel tiempo que había transcurrido, habría cambiado significativamente. Estaba segura de que sí, si algo podía destacar de los humanos era que su ingenio ilimitado era provechoso, eso y que eran especialmente deliciosos, mucho más cuando su alma estaba manchada por las más impuras y perversas acciones. 

Mas no era tiempo de pensar en alimento, era tiempo de encontrar la manera de salir de allí. ¿Pero, cómo lograrlo cuando literalmente nada existía en aquel sitio que pudiera ayudarla? Solo podía aguardar a ser rescatada por algún factor externo que escapara de su control, alguna salvación que lograra devolverle la libertad que le fue arrebatada en aquel fatídico día. 

Y así transcurrirían mil trecientos cuarenta y ocho años de espera para Ryuuko, aguardando a aquel factor rescatista, perdiendo significativamente la esperanza por cada siglo que transcurría allí. 

Entonces, un día en el moderno Japón del 2019, aquella salvación llegó de la mano de nada más ni menos que otra Maldición.

───── ¿No es hermoso?─────. La perla en sus dedos se deslizó por el empeine de su mano hasta acabar nuevamente sobre la punta de sus dedos.───── Una simple roca que podría pasar inadvertida contiene una de las fuentes de poder más exorbitantes de todas─────. Dicha roca, tan oscura como la noche misma, fue admirada con orbes brillantes por el ser que la consideraba una divinidad.───── Y tenemos una de seis de sus partes. 

───── ¿Cómo lograste conseguirla?─────. Cuestionó la mujer que observaba por detrás de su hombro.───── Los chamanes guardan con especial recelo muchos de sus tesoros, mas ninguno como las Perlas de Eien, a pesar de que la gran mayoría se hayan perdido con los siglos─────. Una sonrisa se coló entre los labios de aquel de cabellera celeste. 

───── Debes proteger tus tesoros si no quieres que los roben─────. Dijo, por el contrario, detallando una última vez con su mirada la perla oscura.───── Esos chamanes fracasaron como protectores, ahora deberán atenerse a las consecuencia.