Mierda, llegaré tarde otra vez a la clase del profesor McGregor. Pienso mientras voy corriendo por el pasillo hasta llegar a mi salón.
Al entrar puedo ver, como todos me observan, bajo la cabeza y me dirijo en silencio hasta mi lugar, abochornada con la cabeza baja, mirando mis zapatillas sucias acusa de la lluvia de esta mañana.
Me siento como una cría que hizo algo malo, aunque no se porque.
El profesor sigue con la clase, sumergido en explicarnos como fue la revolución francesa, de todos modos creo que nadie pone atención.
Al finalizar la clase el profesor me hace quedar para poder hablar de mis retrasos , que obviamente son más frecuentes últimamente.
Después de su reprimenda, me dirijo al comedor, para encontrarme con Emmet , es mi mejor amigo desde que entre a la universidad, me ayudó mucho desde que...
Puf! No quiero recordarlo.
-Hola Rosi
-Hola Emmet, cm estuvo tu clase?
-Fue de lo mejor, el profesor no pudo llegar hoy así que mando un remplazo, una profesora realmente sexy, tenía unas curvas...si todas las profesoras fueran así, podría esforzarme mucho en estudiar- ríe.
Emmet siempre fue ese típico chico atratactivo, sus facciones dejarían a cualquier mujer con la boca seca, es un adonis, alto con el pelo rubio, sus labios carnosos, y con un cuerpo para chuparselo.
-De seguro que te "esforzarias" pero no creo que sea precisamente en el estudio- me rio y el también.
-Y tu, nena, a quien estas poniendo el ojo- mierda otra vez esa conversación.
-Sabes que no me gusta nadie, Emmet, pero si llega alguien te aseguro que serás uno de los primeros en saberlo.
Me mira con un un poco de desilusión.
Yo se que Emmet gusta de mi, y que lleva mucho tiempo con ese sentimiento, creo que manteniendo una esperanza para corresponderle, pero para mi no es así, Emmet es mi amigo, no lo considero como algo más.
-Hoy me enteré, que un tío nuevo entro a la universidad-me dice sacándome de mis pensamientos -Ali me dijo que es extranjero, aunque yo no le creo.
-No sabía que cualquier tipo podía entrar a medio año.
-Pues bueno, el muy cabron dice tener mucha plata, por lo que me contaron, y por eso se toma tal lujo de entrar a medio año, no?.
-Bueno pero a mi parecer no es justo, mientras otros nos esforzamos por aprobar, el solo de un buen majo de dinero para ingresar.
-Hablando del rey de Roma...-me dice apuntando con la cabeza a la entrada para el comedor.
Tardo un momento en localizarlo, Y cuando lo veo....
Shit, si que es muy guapo, un chico malo, es alto con un cabello de tono café claro, ojos verdes, Dios...por alguna razón siento algo extraño que recorre por todo mi cuerpo, un cosquilleo, que llega hasta la parte más íntima que tengo.
Me mira, cómo si intentará escudriñar en mi interior, ver que pienso, que siento...
Pone una sonrisa de lado, que me derrito al verla, Dios este es un sentimiento nuevo, que nunca sentí, viene hacia mi con paso firme y seguro.
-Hola, nena- me quedo helada.
-Ho...hola- apenas puedo pronunciar las palabras.
Maldita sea que atractivo es.
-Me llamo Daniel Welsh, un gusto- besa mi mano, Dios-conocerte
-Ro...Rosalía- tartamudeo.
-Un gusto Rosalía, nose si me podrías enseñar la universidad, esque soy nuevo y...-hace un gesto con las manos para darme a entender que no conoce absolutamente nada.
-Oh...claro lo siento, quieres que te muestre el lugar?
-Vale.
Que me pasa, hace un momento estaba criticando a este dios griego, y ahora le estoy enseñado la universidad, colocándome, ¿colorada? Siento un calor que me recorre el cuerpo, pese a que en la mañana llovía fuertemente y las secuelas del frío se siguen sintiendo en el aire; pero yo me siento de lo más acalorada, cómo si un fuego estuviera dentro mio ardiendo intensamente.
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- Y esta es la biblioteca, es muy vacía, porque la mayoría de los estudiantes prefieren buscar en Internet.
Daniel mira a todos lados como para confirmar que no haya nadie, y rápidamente me empuja hasta un cuarto que ni yo misma conocía.
Me acorrala en una esquina, y está muy junto a mi, demasiada cercanía.
Puedo oler esa fragancia que emana de el, seductora, a su loción, jabón y talvez un poco de vino.
Me mira directo a lo ojos, como si pudiera ver dentro de mi, hace que me estremezca.
-Buen recorrido nena. Pero ahora mismo me gustaría recorrer otros lugares - y terminando la frase me sujeta el cabello y tira ligeramente de el para que pueda levantar mi caveza hacia sus labios, que me buscan con ansias con sed, me atrevo a decir, de lujuria.
Gimo, esto es....excitante.
Intento abrazarlo,pero mis brazos están como gelatina, mi cuerpo entero está como gelatina, me aprisiona contra la pared y su cuerpo, con esfuerzo y torpeza me apoyó en sus hombros, y el va subiendo sus manos por todo mi cuerpo acariciandome, por mi cintura, mi trasero, y va subiendo hasta llegar a mis pecho, donde me los acaricia; aunque estoy con una camisa y el brasier, puedo sentir como su mano acaricia firmemente mi pecho.
-Ahhhh! - Gimo
-Shht-me dice para que me calle, obedesco, y rápidamente me levanta por el trasero y me enrrosco en su cintura.
Sonríe
- Vamos - me baja, No!!! Dice una voz que se asoma en mi interior.
Me agarra de la mano y me lleva fuera de ese pequeño cuartito que fue testigo de una breve espectáculo.
Al salir una señora que estaba limpiando nos ve, de lo más extrañada.
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Queridos lectores, aquí les presento una historia, que bueno estoy empezando recién, así que porfavor dejen sus comentarios para poder subir más capítulos...
