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Seungmin había regresado a casa más sonriente de lo normal y con un leve sonrojo en sus mejillas.

Tzuyu estaba limpiando algunas cosa en la sala mientras Jennie la ayudaba y hablaban sobre cosas que Seungmin no escucho por estar ensimismado en sus pensamientos. Pensamientos que giraban en torno a una sola persona: Hwang Hyunjin.

—¡Seungmin, cuidado! — grito Jennie mientras lo jalaba hacia ella para evitar que chocara con uno de los jarrones más preciados de sus padres.

—L-lo siento. — se disculpó avergonzado.

—¿Qué te pasa, niño? —pregunto Tzuyu con el ceño fruncido. —¿Paso algo interesante en la fiesta de tus amigos?

El sonrojo en sus mejillas aumentó al recordar el beso que Hyunjin le robó y como muchas veces entrelazaron sus manos.

—Creo que si. —respondió Jennie en su lugar.

Ambas lo miraron fijamente esperando a que les contara que había pasado y supo que no podía escapar de eso. Suspiro y después comenzó a hablar, relatando cómo mientras jugaban el y Hyunjin habían compartido un beso.

—¡¿Un beso?! — exclamó Tzuyu.

—Ustedes ya deberían ser novios. —dijo Jennie.

—No se... el aún... su familia no sabe que es gay. — dijo un poco triste.

—Oh... Entonces habrá que ser pacientes, en algún momento pasará.— le aseguro su prima.

—¿Qué va a pasar? ¿De qué hablan? — pregunto Nayeon apareciendo desde la cocina.

—¡Nada! — exclamáron los tres.

—Bien... — dijo no muy convencida. — Veo que ya regresaste, amor. ¿Qué tal estuvo todo? — le pregunto a Seungmin.

—Bien, me voy a duchar, estuvimos jugando y ahora estoy todo sudoroso, adiós. — subió corriendo la escaleras bajo la mirada de las tres mujeres ahí.

—Hombres. — bufo Nayeon divertida.

Por fin era cumpleaños de Seumgmin. Hyunjin había intentado darle un buen regalo, pero se decepcionó de si mismo al ver lo que tenía para el chico que tanto le gustaba.

Los Kim decidieron hacerle un pequeña fiesta a su hijo por su cumpleaños número 16 junto a algunos amigos y familiares cercanos.

Cuando llegó a la fiesta saludó a sus amigos y a Jennie y Tzuyu, quienes lo ignoraron y luego de ver el vestido de su hermana.

—¡Hyunjin! ¡Yeji! — grito Seungmin y aprecio tras ellos.

Se saludaron brevemente y después Yeji entregó su regalo.

—Toma, este es de mis libros favoritos. — dijo sonriente.

—Gracias, intentaré acabarlo lo más pronto posible. — dijo el menor recibiendo el libro envuelto el un papel color morado.

Ahora Hyunjin se sentía peor por el regalo que llevaba. El había leído ese libro, era entretenido, nada fuera de lo común, pero si eras fan del romance era perfecto para fantasear un rato. "¿Y si quedamos como amigos?" Ese era el título. En una de sus pláticas, Seungmin le contó lo mucho que le gustaban las historias románticas. Yeji era igual.

Luego de que su hermana se alejara él entregó su regalo. Era una caja con dos cuadernos dentro y una cámara antigua.

—¿Esta camara es tuya? — pregunto viéndola con tanta atención.

—Si y no. — Seungmin movió la cabeza hacia un lado cual cachorro confundido haciendo que Hyunjin sonriera formando dos medias lunas con los ojos. —Era de mi abuelo, creo que de él heredé la pasión por la fotografía, me la regaló antes de fallecer. Me dijo que era libre de conservarla o regalarla a un mejor postor. ¿Quién podría ser mejor postor que tú?

—Gracias. — dijo con una sensación cálida en el pecho. —¿Y esto qué es? —pregunto refiriéndose a los cuadernos dentro de la caja.

—Bueno... uno tiene fotografías de paisajes tomadas por mi, supe que te gustaban ese tipo de fotos así que quise regalarte mis favoritas y el otro en relaidad es un libro con consejos de tu fotógrafo favorito. — dijo encogiéndose de hombros.

—¡Woha! Gracias, Jin. — exclamó emocionado.

—No es mucho, te mereces más...

—Sshh... —le interrumpió. — Es genial que confíes en mi un regalo tan preciado como esta cámara y fotografías tomadas por ti. Además no sabía de la existencia de este libro, gracias.

El menor volteo a ver a los lados para asegurarse de que nadie viera lo que estaba a punto de hacer, después se inclinó hacia adelante y beso suavemente la mejilla de Hyunjin.

—Puedes comer pastel. — le dijo antes de dejarlo solo con la mano en la mejilla por su reciente acción.

La fiesta finalizó y los Hwang regresaron a casa.

Hyunjin subió corriendo a su habitación y se tumbó sobre su cama.

Se sentía tan bien, tan tranquilo y en paz a pesar de que cuando llegó pudo escuchar un par de gritos por parte de sus padres. No podía explicar ese sentimiento, pero realmente le agradaba. Sabia que el causante de todo eso era Seungmin y eso hacía que esa sensación fuera más especial. Definitivamente todo lo relacionado a Seungmin era mucho mejor que cualquier otra cosa.

Lo tenía más que claro, no solo le gustaba Seungmin, se estaba enamorando de él.

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Ataraxia › HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora