(BAKUGO EN EL MUNDO DE DEMON SLAYER)
-Una historia donde nuestro rubio explosivo favorito entrara a un mundo diferente al suyo, donde hay desde demonios hasta cazadores de estos mismos... Pero ¿Cuál será su papel en ese lugar?, ¿Qué es lo que hará...
Justo ahora nos situamos con Bakugo y Nezuko que estaban caminando tranquilamente sin decir ni una sola palabra por una zona de cultivo, al ya haberse hecho de día y como Tanjiro no podía estar a la luz del sol la chica decidió que buscaría una cesta para llevarse a su hermano y Bakugo al no tener nada que hacer simplemente fue con ella sin decir nada
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-Aunque a Nezuko no le molestaba para nada que Bakugo no hablara tampoco lo quería como un zombie silencioso, era cierto que los dos habían sufrido mucho por lo de sus seres queridos pero quería platicar con el rubio, ciertamente prefería al Bakugo ruidoso y quería conocerlo más si es que estarían viajando juntos
--Espero esa montaña no esté lejos, pero igual debo de encontrar una forma en la que pueda llevar a Tanjiro de día, viajar de noche nos ralentizará demasiado y perderíamos mucho tiempo, espero no vaya a pasar algo al haberlo dejado solo en aquella cueva-- Mencionó la chica algo dudosa
--No le pasara nada... Tu hermano es fuerte-- Respondió el rubio sin despegar su vista del camino
--¡Wuo me hablaste!-- Exclamó Nezuko impresionada, pues desde ayer que iniciaron su viaje Bakugo no le había hablado lo cual la alegro --¿A qué se debe este gran milagro?, Creí que no me hablarías--
--No eres tan molesta como creí...--
--Pues gracias... ¡Oye!, ¡¿A qué te refieres con eso?!-- Pregunto ofendida
-El rubio solo río entre dientes mientras la chica lo reprendió golpeándole comicamente su brazo, siguieron caminando por la vereda hasta que vieron a unos agricultores, e igual vieron que tenían una cesta grande cerca de su cabaña, así que se acercaron para ver si podían hacer que se las regalaran
--Bien, Bakugo hay que pedirles amablemente la cesta-- Susurro la chica
--¡Oye tu, anciano!-- Llamó Bakugo llegando frente al agricultor --Quiero tu cesta, ¿Cuánto por ella?--
-De inmediato Nezuko espantada jalo al rubio de la oreja, pasándolo detrás de ella, para que pudiera pedir ella misma el producto de una forma respetuosa
--¡Oye estúpida eso me dolió!--
--Buenas tardes señor, discúlpelo es algo impulsivo jejeje--
--¡¿Que yo que?!--
--Lamento el inconveniente, pero quería preguntar ¿Si podría vendernos esa canasta, un poco de paja y algo de bambú?-- Pregunto Nezuko algo nerviosa por miedo a que la rechazaran luego de lo que dijo el rubio
--Claro puedes llevártela, solo que la cesta tiene hoyos-- Dijo el agricultor
