Pesar

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Celebraron su conciliación con una unión.

Ryoken lloraba, aunque no sabía si era por la humillación, el placer o el dolor por sus piernas destrozadas. Todo termino y nuevamente lo dejo encerrado, prometiendo que muy pronto tendría una sorpresa para él.

Justo después de escuchar el pequeño clip, cierra los ojos y una montaña de ideas caer sobre su cbeza., quiere gritar, llorar, maldecir, acabar con todo esto, pero no puede...Es un cobarde. 

Cuantas veces tiene la oportunidad de acabar con esto, una provocación, un corte, ahogarse con su propia sangre...¿Cuantas?

Pero el amor a la vida es más grande que el miedo a la muerte podía traer consigo, además no puede dejar a su padre y amigo encerrados ahí. 

Busca levantarse sintiendo cada fluido deslizandose en cada rincón. pero ya no tiene el apoyó de sus piernas y sus brazos estan muy débiles. Se queda acostado en el suelo, ignorando lo agitado de su respiración y el debil tintineo de las cadenas.

No podía esperar algo más en este día...

—estoy de vuelta prisionero de la habitación prohibida.   

Uindā SeibraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora