Capitulo 9

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No siento que el tiempo corra, pero el beso dura un buen tiempo, Dianna me aleja y me mira antes de decir:

-Esto fue un error, estuvo mal, no debió de haber pasado- dice.

Todas mis ilusiones de hace un momento se destruyen...

-Ahora te rogaría que te fueras, por favor-continua.

Dianna se mete a su baño y me deja en su recamara con un nudo en la garganta. Decido retirarme para no tener que molestarla, me despido de su mamá y me voy caminando mientras siento como mi corazón se retuerce dentro de mi pecho. No mido mis pasos, no me doy cuenta de lo que esta enfrente de mi, mi espalda me comienza a doler otra vez. Para acabar con el mal día, comienza a llover, el agua me escurre por la cara y yo no hago nada posible para cubrirme de ella.

Parezco no recordar el camino a mi casa y doy vueltas por las calles, hasta toparme con ella. Entro y Beiste se encuentra en la sala, lo ignoro y subo a mi cuarto, luego recuerdo que mi cuarto esta infestado.

-Oye gallito...- dice Beiste.

Lo ignoro y sigo subiendo las escaleras en busca de mi mamá.

Me jalan de la sudadera y mi espalda me da un dolor inmenso,

-Te estoy hablando idiota- me dice Beiste.

-¿Que se le ofrece?- pregunto sarcásticamente.

-Cálmate, si no quieres que te vaya como el otro día, no te vayas a resbalar-.

-¿Resbalar?- balbuceo -¿Con que?-.

-Con tus propias palabras- me dice dándome unas palmaditas en la mejilla -por cierto, tu mamá y tu hermana no están, así que estamos solos-.

"Demonios" pienso para mis adentros, me voy al cuarto de Annie y me tiro en su cama, trato de calmar el dolor de mi espalda acostado. Recuerdo el incidente con Dianna y no evito sentirme como un pedazo de basura, como la veré ahora después de lo que ocurrió, no la puedo mirar de la misma manera. Yo siento un amor por ella desde la secundaria, me encanto la primera vez que la vi; era un día lluvioso y su cabello castaño volaba con el viento, ella corría para ocultarse de la lluvia, yo traía una sombrilla y fui a ofrecerle mi ayuda.

-Créeme, con eso no te vas a cubrir, mi casa esta muy cerca; si quieres te puedo dar la sombrilla- le dije sonriendo.

-Muchas gracias, pero... no se donde vives, ¿como te la devolveré?- me preguntó.

-No tienes que- respondí -puedes quedártela-.

-Muchas gracias- dijo y me dio un beso en la mejilla.

Después se fue y me dijo un simple "hasta luego".

Días después me entere que iba a la misma secundaria que yo, claro que iba en otro grupo, fue por eso que también conocí a Henry; el era su compañero de clase. La vi caminando por uno de los pasillos e inmediatamente corrí hasta alcanzarla.

-Hola, ¿te acuerdas de mi?- pregunte impaciente.

-Claro, ¿ya me vienes a pedir tu sombrilla?- preguntó.

-No, no, solo... yo no sabia que ibas en esta escuela- respondí.

-Si... yo tampoco sabia que ibas aquí- dijo con gracia.

-Vaya... por cierto, soy Daniel-.

-Dianna, un placer-.

Fue la primera vez que nuestras manos se tocaron al saludarnos. Después entramos a la preparatoria y todo cambio, nos unimos mas; Sam, Henry, ella y yo. En la secundaria casi no hablábamos, era muy difícil, pero ahora estábamos en el mismo grupo. Y ahora, ahora nos unimos aun mas, aunque ella no lo sienta de esa manera. Mis pensamientos se interrumpen al oír el sonido del coche, bajo las escaleras poco a poco y mi mamá viene llorando.

-¿Que ocurre?- pregunto impaciente -mamá, ¿qué ocurre?-.

-Lleve a Annie a una consulta con el doctor...- dice entre llantos -y se desmayo a mitad de la consulta, se quedo internada porque no despertaba, mi Annie esta en el hospital-.

-Vaya, y por eso te preocupas, tranquila ya saldrá- dice Beiste.

-¿Que no te preocupa? ¡Es tu hija!- le grito a Beiste.

-¿Otra vez tu?- dice y se levanta del sofá -tu lo dijiste es MI hija, así que a ti que te preocupa-.

-También es mi hermana- le respondo.

-Acaso, ¿tu le das comida?, ¿le das ropa?, ¿le das una casa en donde vivir?, no verdad, entonces lárgate de aquí y yo hablare con tu mamá- dice mientras chasquea los dedos.

-Per...- trato de decir.

-Haz lo que dice- interrumpe mi mamá.

Subo las escaleras y me aviento a la cama de Annie, mi dolor en la espalda hace que de un pequeño grito de dolor, por lo visto aún no estoy bien. No puedo creer que mi mamá siga haciéndole caso al inútil ese, no le preocupa su propia hija, por la única persona que se preocupa es por si mismo. Un ruido en el armario ha estado molestando desde que entre a la recamara, decido levantarme y ver lo que esta molestándome; abro el armario y veo una pequeña nota que dice "ayúdanos Dani". Soltó la hojita de golpe y me resbalo, caigo al lado de la cama y mi espalda hace un ruido quebradizo. No entiendo el motivo de la nota, no entiendo quien la dejo y lo más importante... no entiendo porque la dejaron en el cuarto de Annie. Un sudor frío recorre mi frente, estoy nervioso y aterrorizado, una sombra del tamaño de Annie esta dentro del armario y sus ojos me están mirando fijamente. Aprieto los ojos fuertemente y al abrirlos ya no hay nada, esos ojos grandes que brillaban eran muy parecidos a esa cosa que me persigue en mis sueños, pero esta vez se veía más real que nunca. No puedo entender bien, estoy muy nervioso, no proceso las ideas. Volteo a la ventana y esa cosa esta ahí y con su voz aguda dice:

-Ya vengo-.

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⏰ Última actualización: Apr 29, 2015 ⏰

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