Capítulo 5

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La vista desde el punto de inicio es muy prometedora, Dax está poniéndose su equipo de protección y dándole una última inspección a su bicicleta. Hoy es el día de la carrera y estoy muy emocionado, tal vez cuando gane le pida a Dax que deje de usar mi cama como su clóset.
Dax y yo pasamos toda la noche puliendo las bicicletas porque en una carrera como esta no puede haber fallos.

-Muy bien tortuga, ¿Estás listo?

-Nací listo-Le respondo.

Dax sube a su bicicleta, yo hago lo mismo y nos aproximamos al punto de inicio.

-Correcto, empezamos aquí, rodeamos toda la zona Norte y el primero en volver aquí gana. Nada de atajos ni ningún tipo de trampa y pues está de más decir el premio para el ganador-Sonríe.

-No es nuestra primera vez Dax, conozco todo el protocolo. Espero y hayas memorizado muy bien la figura de mi trasero porqué será todo lo que verás de aquí a la meta.

-Cuanta arrogancia. Una cosa más, los primeros 200 metros son en declive, tomaremos mucha velocidad así que ten mucho cuidado.

El día está nublado, pero el pronóstico del clima decía que no había probabilidad de lluvia, supongo que esté día es tan sagrado para nuestra hermandad que ni Dios quisó entrometerse.

-Ya estoy listo, ¿Y tú?

-Hagamozlo, a la cuenta de tres... Dos... Uno... ¡Ahora!.

Pedaleo con todas mis fuerzas y siento el declive del que habló Dax darme más impulso, Dax mantiene la delantera por muy poco, lo paso de largo y empiezo a ver el final del declive, veo varios autos pasar así que comiendo a esquivarlos. He perdido de vista a Dax pero no lo ví pasarme así que debe seguir atrás. Sigo pasando entre los coches y las calles, estoy cada vez más cerca de la meta, pero al voltear a mi izquierda me toma por sorpresa Dax quien ya iba un tramo más adelante que yo, ¿En qué momento me pasó?

Comienzo a pedalear más y más fuerte hasta alcanzarlo.

-¿!Como Diablos hiciste para pasarme!?

-¡Estás tan concentrado viendo hacia enfrente que te olvidas de cuidar los lados!

No podemos articular mucho ya que no tenemos mucho aliento. Vamos a la par, el comienza a pedalear más fuerte al igual que yo y ya estamos a unos cuantos metros de la meta, tendré que esforzarme más.

Dax me toma la delantera y luego lo hago yo. En un momento a otro escucho a Dax hablar.

-¡Des, frena!-Dax pisa su freno y se queda atrás en segundos.

-¡Claro, eso quisieras!

Sigo pedaleando y cuando mi vista vuelve al frente me topo con un semáforo, un maldito semáforo en rojo que no debería estar ahí, seguramente es nuevo.

-¡Desmond!.

Es lo último que escucho cuando mi bicicleta pasa de largo el semáforo y un auto impacta contra mí, haciéndome rodar a mi por encima del auto y a mí bicicleta por debajo, llevándome un fuerte golpe contra el piso.
Sigo consciente aunque algo aturdido, escucho a Dax acercarse al igual que todas las personas que estaban ahí, el sujeto del auto se da a la fuga, que hijo de perra.

-¡Des, maldita sea, te dije que frenaras!-Se aproxima a mi y me toma de la nuca, siento que me estoy sangrando y no puedo respirar bien-¡Alguien que me ayude, por favor!

Dax comienza a pedir ayuda y yo siento los ojos cada vez más pesados, finalmente quedó inconciente.

Al despertar me encuentro en una sala de hospital con varias cosas conectadas a mi y a Dax durmiendo a un costado de la cama. Esta despeinado, luce cansado y huele un poco mal, ¿Cuántos días lleva aquí?, ¿Cuántos días llevo yo aquí?.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2021 ⏰

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