25/Sep/2017
Comienza el día, llueve y hace frío, genial. No sé qué debería usar así que tomo un pantalón negro ajustado y una sudadera gris oscuro con mis tenis blancos, me miro al espejo en la puerta de mi habitación para observar qué tal me veo.
–Qué asco–Es lo único que digo antes de que la voz de mi padre me llame para bajar–¡Ya voy!.
Bajo las escaleras de forma lenta ignorando que ya se me está haciendo algo tarde para ir al colegio, en realidad este día si se siente como un Lunes, no parece haber rastro de felicidad en la casa y tampoco un gramo de empatía en el aire, espera, así es toda la semana.
–Te dije que se te haría tarde, deberías dormir más temprano–Es lo que dice mi padre mientras abro la puerta del refrigerador para sacar una manzana.
–Bueno, tomare nota de eso para la próxima noche en la que no pueda dormir.–A veces simplemente hay noches en las que no logro conciliar el sueño y la verdad es que todo este fin de semana fue así. Aún no sé exactamente por qué no logro dormir, solo se que siempre pienso mucho e imagino cosas y cuando menos me doy cuenta resulta que ya amaneció.Es patético que se me haga tarde cuando ni siquiera dormí.
–Quizás si no bebieras tanto café, o si no pasarás tanto tiempo tocando esa guitarra durante la madrugada, tal vez lograrías dormir más
–El café es lo único que me mantiene cuerdo en esta casa papá, más o menos–Digo susurrando lo último–Y la música es lo que me hace sentir que todavía no he muerto.
Procedo a servirme mi respectiva taza de café como cada mañana antes de oír la irritante voz de Laura, la esposa de papá. Ella llegó a nuestras vidas hace ya nueve años cuando mamá decidió que éramos una perdida de su tiempo y se fuera. Supongo que nunca fue una mujer de familia, lo demostraba bastante bien con las golpizas que nos daba a mi hermano y a mi cuando tenía nueve años, cuando se fue papá decidió hacerse cargo, aunque no tuvimos tiempo de estar agradecidos ya que era bastante estricto y cuando Laura llegó todo emperó, ella no nos quería a nosotros, así que hizo hasta lo imposible por deshacerse de nosotros, y podría decirse que con mi hermano si lo logró.
–Desmond, te pedí que te levantaras temprano para llevar a Maggie a la escuela– Me dice con un tono molesto mientras le pone la mochila a Maggie, mi hermanastra, quien llego con ella cuando tenía apenas un año. A decir verdad, aunque no sea de mi sangre, me agrada. Siempre hemos sido muy unidos y casi siempre le ayudo con su tarea, desde que llegaron aquí por qué su padre era un alcoholico abusador que terminó en prisión por matar a un sujeto mientras robaba una licoreria, ella se volvió parte de esta familia, se volvió mi hermana, qué lástima que no pueda decir lo mismo de su madre.
–Pues ya estoy listo Laura, solo espero que no tardes tanto para salir como la semana pasada.
–Tal vez si no te levantaras tan tarde, tendríamos más tiempo–Me responde.
–El hecho de que yo me levante tarde no es excusa de que a ti se te haga tarde también–Contraataco.
Nos miramos unos cuantos segundos en los que en nuestras miradas se nota el odio que nos tenemos, me dispongo a salir hacia el auto, hace mucho frío así que entro rápido y enciendo el motor, Laura me alcanza unos minutos después y sube a Maggie al asiento trasero y antes de que me dé el discurso de seguridad de todos los días arranco el auto. Tal vez al regresar mi padre me regañe por ser indiferente y grosero con su "Diosa" pero la verdad aprendí a perderle el miedo a su autoridad hace ya mucho tiempo, después de todo, ¿Que podrían hacer ellos para empeorar mi vida?.
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Sin ley aparente
RomanceDicen que una persona no puede amar a otra sin antes amarse así misma primero, Desmond estará por poner aprueba esta frase y comprobar qué tanto puede llegar a amar un corazón dañado y tal vez demostrar que los corazones rotos funcionan...Sin ley ap...