summer of 96' || draco malfoy

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟏𝟕

Tw: obscenidades (sexo)

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1:15 am

26 de julio de 1996

POV DE ESTELLE

Corriendo por el aire de la noche, el viento golpeaba mi cara, estaba completamente cansada de no ver a mi amor. Amaba demasiado a Draco como para ignorarlo por el resto de mi vida, por eso corrí. Era la 1:15 de la mañana, las lágrimas congelaban mis mejillas mientras el aire frío de la noche las abrasaba. Empujé las puertas sigilosamente, viendo a Lucius y Narcissa muertos de sueño en el gran salón con una telenovela aún reproduciéndose en la televisión. Maniobré a través de la mansión, llegando finalmente a la puerta de Draco. Me negué a dudar y giré inmediatamente el pomo. Sin embargo, no fue fácil, ya que había una fuerza al otro lado. Así supe que él también estaba a punto de salir. Me alejé lentamente de su puerta y ésta se abrió, con él de pie al otro lado. No se dijo ninguna palabra. Me cogió en brazos y nos besamos apasionadamente, como solíamos hacer.

Cerró la puerta de golpe y empujó mi cuerpo contra los fríos ladrillos, lo que me provocó escalofríos en la columna vertebral.

"Quiero ser amable contigo, pero todavía estoy tan jodidamente enfadado". Gruñó mientras me besaba agresivamente por la cara, llegando a mi cuello. "Pero que sepas que te quiero, no importa lo enfadado que esté".

Empecé a gemir suavemente mientras él murmuraba esas palabras de rabia en mi cuello lleno de chupetones. Sus labios volvieron a chocar con los míos, y rápidamente se dirigió a su cama y me tiró sobre ella, quitándome toda la ropa que tenía a la vista.

"Muffi-jodido-lato". Maldijo, mientras agitaba su varita. Una brillante luz azul eléctrica recorrió las paredes, silenciando la habitación de Draco.

Sin dudarlo, clavó su enorme polla en mí con un fuerte gemido. Mis uñas se clavaron inmediatamente en su espalda mientras yo también chillaba un fuerte gemido. Su cálida polla penetró dentro de mí, yendo ya extremadamente rápido y profundo. Sus ojos enfadados se clavaron en los míos, mientras abría la boca y gemía mientras me embestía literalmente.

"No te soporto, Estelle. Sucia, mentirosa y tramposa zorra". Gritó, intentando que su voz no se quebrara debido a sus gemidos. Si él iba a degradarme, entonces seguro que yo también iba a degradarlo a él.

"Vete a la mierda tú también Draco. Tú eres el que me ha ignorado durante semanas". Grité en respuesta mientras mis ojos se ponían en blanco debido al intenso placer que su perfecta polla me estaba proporcionando.

Nuestros dos gemidos fuertes y temblorosos llenaron la habitación mientras ambos sentíamos el mayor placer que habíamos sentido en toda nuestra vida. Mi rímel comenzó a correr por los lados de mi cara mientras gritaba tan fuerte que si no hubiéramos usado a Muffliato, sus padres habrían asumido que estaba siendo brutalmente asesinada.

"Oh, Dios mío, joderrrr Estelle".

Lo extrañé gimiendo mi nombre tan sexualmente.

Muy pronto, sentí su cálida corrida en mi interior. Se sumó al intenso placer que estaba sintiendo, así que yo también me corrí. Sus gemidos eran prácticamente gritos en este punto, ya que mis gritos también se sumaron al volumen de los dos follando a través de nuestros máximos. Mis piernas estaban entumecidas y temblorosas, al igual que el resto de mi cuerpo. Sus manos se enredaron en las mías en un intento de evitar que mi cuerpo temblara tanto como lo estaba haciendo. El apuesto rubio me limpió el rímel corrido de los ojos. 

"Te he jodido demasiado bien, ¿no es así, puta?" Se arrulló, agarrándose a mis piernas temblorosas.

Con todas mis fuerzas, lo hice rodar sobre su espalda, dejando una expresión de sorpresa en su cara. De ninguna manera iba a dejar que este puto engreído se saliera con la suya. Sus manos apretaron mis gruesas caderas con fuerza, mientras yo me deslizaba sobre las 11 pulgadas. Observé cómo su guapo cuerpo se convertía en un desastre de gemidos mientras yo rebotaba sobre su polla. Eché la cabeza hacia atrás y dejé escapar un grito, ya que me sentí tan malditamente bien. Empezó a correrse una vez más, y yo lo monté mucho más despacio para volverlo absolutamente loco. Sus ojos se pusieron en blanco sin poder evitarlo mientras gemía mi nombre.

"Dios Estelle, eres tan jodidamente buena en esto".

Sonreí ante sus elogios. Mi cara se inclinó hacia sus abdominales, que estaban llenos de su semen caliente que no llegó a entrar en mí. Lamí lentamente todo el exceso mientras él pasaba sus enormes y venosas manos por mi pelo.

"Estabas tan guapa rebotando sobre mi polla". Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, con los ojos cada vez más pesados.

Me senté contra su cabecera y él se recostó sobre mi pecho, frotando sus frías manos contra mi estómago. Sus hermosos ojos grises se clavaron en los míos mientras susurraba: "Lo siento mucho, Estelle. Te quiero tanto".

Me acurruqué más cerca de él, con mis manos enredadas en su pelo. "Yo también te quiero, Draco".

Y volvimos a ser lo que éramos.