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𝐁𝐈𝐄𝐍, 𝐄𝐒𝐎 𝐄𝐒 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐄𝐋 𝐃𝐈́𝐀 𝐃𝐄 𝐇𝐎𝐘, dijo la señora mientras levantaba el brazo del tocadiscos, haciendo que la música clásica dejara de sonar. La sala de ballet estaba bien iluminada, llena de suspiros cansados y el hedor del sudor, el calor que irradiaba de los calentadores no daba espacio para el clima de invierno afuera.
Hitomi, de 14 años, se dejó caer sobre el suelo de vinilo mientras buscaba en su bolsa de deporte su botella de agua. Habían pasado casi 7 años desde que la niña había sido adoptada y 7 años era una gran cantidad de tiempo para convertir a alguien en una nueva persona, incluso a alguien como ella.
— Estás mejorando en cada lección, si te mantienes así, conseguirás el título de campeón junior por 2 años consecutivos y romperás el récord que estableciste el año anterior.- En el vocabulario de Hitomi nunca existía un segundo lugar, francamente nunca fue necesario, desde su primera competición ha logrado los primeros lugares en el podio.
Pero siempre sintió que podía hacer más, quería hacer más.
— Estoy mejorando, pero no me parece lo suficiente.- La joven bailarina dijo mientras ataba la cinta de satén alrededor de su pierna. Así era siempre, Hitomi nunca jugaba cuando se trataba de ballet, de hecho ella prácticamente irradiaba un aura completamente diferente cuando se trataba de bailar.
— Se necesita tiempo para que alguien se convierta en el mejor, ya es un gran problema cómo te las arreglaste para levantarte tan rápido- la maestra fue interrumpida por el sonido de las zapatillas de punta de su estudiante golpeando con fuerza contra la tabla del piso.
— Lo sé, lo sé. Hemos tenido esta charla un millón de veces ahora, dispuestas a ser pacientes y avanzar lentamente... ¿Por qué no se quedan atadas bien?- Ella se cortó a sí misma irritada —, voy a convertirme en la mejor bailarina de ballet. Para mamá, papá y tú, profesora Saito.- La adolescente declaró, la señorita Saito sonrió mostrando una sonrisa genuina mientras observaba a su estudiante más brillante.
— Bueno, puedes empezar probándote a ti misma en el extranjero.- Ella dijo, su cabeza nunca había saltado hacia una dirección más rápido. Hitomi había detenido por completo todo el movimiento que estaba ocurriendo y se congeló.
— ¿Qué quiere decir en el extranjero?- La niña, conmocionada, preguntó :— Maestra, ¿Qué está pasando?
La sonrisa de la señorita Saito creció aún más hasta el punto en que estaba segura que sus mejillas estallarian debido a no ser capaz de contener su emoción.
— Bueno, ¿Recuerdas el papel para el que audicionaste el mes pasado? ¡Tienes la parte! Estaban cautivados y fascinados de tu rendimiento que quieren que firmes para su compañía, ¡Esto va a ser tu gran oportunidad internacional!
Hitomi no podía procesar la información que había recibido, obviamente estaba extasiada al escuchar que este iba a ser su gran avance, pero nunca había salido de Japón durante los últimos 7 años, principalmente porque su familia nunca tuvo gastos adicionales más allá de las clases de ballet, eso nunca la molestó.
Tenía miedo, no por el viaje, sino por estar sola una vez más.
— Y ... ¿Vas a venir conmigo, verdad?- Dijo con esperanza, su maestra meneó la cabeza.
— Esto es algo que debes lograr tu sola, como una luz que sólo necesita estar sobre ti. Recuerda que el ballet es una forma de arte, una obra maestra. Pero para que tu arte sea exhibido por millones y miles, el pintor necesita ser igual que un brujo. Así que no importa lo que hagas, no importa dónde estés, no importa para quién te desempeñes, hipnotizalos.- La maestra Saito habló con gran pasión y determinación.
— Para ser la mejor- le susurró la maestra para que la siguiera.
— Para ser la mejor.
𝐔𝐍 𝐑𝐄𝐂𝐔𝐄𝐑𝐃𝐎, uno de los más grandes que tiene de hecho. Nadie sabrá realmente cuánto significaba para ella ese momento, era su punto de partida, el mechero que prendió la gran llama. Esto la llevó a un efecto mariposa de los acontecimientos, y ella no podría estar más agradecida por tener a su mentora en su vida, la señorita Saito es y será por siempre su ángel de la guarda.
— Señorita Hitomi, ¿Qué piensa de la propuesta?- La Señora Cheon la miró con ojos brillantes esperando una respuesta, una a su favor con esperanza.
— No veo cómo esto es una mala idea, estoy lesionada y desempleada en este momento, por no mencionar que también me encuentro aburrida así que... ¿Por qué no?- Ella respondió, Colin frunció el ceño ante su respuesta y rápidamente se agachó.— Ya me he decidido Colin, de ahora en adelante voy a ser la jefa del departamento de danza de la escuela de artes de Cheong-Ah.
— Te prometo que no te arrepentirás- dijo Seo-Jin con satisfacción entrelazada con su voz, extendió una mano sobre la mesa para que ella la estrechara.
Hitomi extendió su brazo y cerró el trato. — Espero no hacerlo.- Dijo con una pequeña sonrisa.
La escuela de artes Cheong-Ah era una de las escuelas secundarias más prestigiosas de Corea. Un lugar para que los ricos herederos y herederas recibieran una educación, y el lugar donde ella comenzaría a enseñar el lunes siguiente.
— Bueno, entonces, ¿por qué no tenemos un almuerzo para celebrar? Eun-Byeol es una gran admiradora tuya- exclamó la mayor, pero su invitación fue rechazada.
— Debo disculparme, pero me temo que tendremos que retrasar esos planes porque estoy llegando tarde a otra reunión- expresó —. Pero envía mis saludos a tu hija diciéndole lo agradecida que estoy de tenerla como fan mía- agregó Hitomi antes de dejar la unidad de la soprano y descender los 85 pisos.
— ¿𝐍𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐀́ 𝐂𝐀𝐍𝐒𝐀𝐃𝐀, 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑𝐈𝐓𝐀? Siempre podemos reprogramar si quiere - preguntó Colin mientras se sentaban en silencio en el coche en su camino hacia su próximo encuentro. La chica agitó la mano desestimando su idea.
— Tomé una gomita de melatonina antes de irme a la cama anoche así que estoy bien- confesó Hitomi. La mayor creación de la humanidad, con mucho, tenía que ser las gomitas de melatonina, ellas la salvaron más veces de lo que le gustaría admitir y para una persona con insomnio como lo era ella fueron su gracia salvadora.
— ¿Se supone que no debes tomarlas tan a menudo recuerdas?- Él le recordó que tal vez eran su gracia salvadora, pero no era necesariamente saludable para una bailarina profesional como ella.
Él solo había recibido un asentimiento en respuesta antes de que ella continuara mirando por la ventana, no tenía idea de qué esperar al entrar en esto, pero lo que sabía con certeza era que significaba negocios.
