Forceje y grite para que aquel hombre me soltará, estábamos en el techo de mi vehículo y nos seguían un grupo de zombies, mis muñecas ardían por tener una cuerda inmovilizandolas, patee la entrepierna de su compañero y le di un cabezazo al hombre que me sostenía, esperando que me soltará pero mi golpe no pareció afectarlo.
"Mala idea", pensé
El hombre me miró enojado y me lanzó del techo del camión, aún en movimiento. Mi cabeza rebotó contra el suelo, el dolor me invadió por completo, la sangre recorrió mis dientes y el olor a cobre impregnó mi nariz.
Pequeñas piedras y cristales se enterraban en mi espalda al ser arrastrada por el camino.Aún desorientada y con la vista nublada intente ponerme de pie, la cuerda de mis muñecas estaba atada en la parte trasera del vehículo, intente soltarme pero hay que ser honestos, si lo hago los zombies detrás de mí, no perderían ni un segundo y me atacarían.
No tengo armas y mis muñecas están atadas no tendría oportunidad. Aceleré el paso e intenté alcanzar el camión, los hombres que me arrojaron se reían de mis intentos fallidos.Se dieron la vuelta y se perdieron de mi vista, avance más rápido y de un salto subí de nuevo al camión.
Trepe para llegar al techo, tome a uno de los hombres y le enredé la cuerda en el cuello. La apreté lo suficiente para desorientarlo por un momento.Lo empuje para que cayera del camión pero pudo mantener el equilibrio, su compañero se lanzó sobre mi. Esquivé sus golpes con dificultad, tenía un dolor punzante en uno de los costados, no me sorprendería si tuviera una costilla rota.
Patee su cabeza, saque el arma de su cinturón y los apunte, estaba lista para jalar del gatillo pero sentí el cañón de un arma en mi nuca.—Bájala.
La deje caer, suspire resignada al parecer no saldría viva de esta.
Escuché un disparo y cerré los ojos esperando mi muerte pero nunca llegó. El hombre que me apuntaba por la espalda yacía en el suelo con una bala en la frente.
Los otros dos miraban a su alrededor buscando al tirador, aproveche su distracción y corrí hacia ellos.Me impulse y con todas mis fuerzas los empuje fuera del techo del camión, los zombies los rodearon rápidamente y lo único que se escuchaban eran sus gritos.
Corte las sogas que inmovilizaban mis muñecas, con un cuchillo que traía uno de ellos, lleve una de mis manos a un costado de mi cuerpo mientras maldecía en voz baja, dolía como la mierda, me colgue de la puerta del piloto, rompí el vidrio de un puñetazo, tome al hombre de la camiseta y lo saqué del vehículo.Tome su lugar y busque al tirador que me había salvado la vida, ví a un grupo de personas sobre una colina, subieron a su camioneta y siguieron su camino.
Es bueno saber que aún queda gente buena en este mundo de mierda. Me estacioné en la intersección con la ruta en la que venían ellos, tal vez me equivocaba y en realidad ellos querían el camión. Sería más fácil quitárselo a una niña que a cuatro hombres, pero tal vez si querían ayudar.
Creo que estoy siendo un poco ingenua, me dirigí a la parte trasera del camión y abrí las puertas sin fijarme si era seguro o no, lo cual fue una estupidez.
Un Zeta que estaba atrapado ahí me salto encima, lo patee con fuerza para alejarlo de mi, me puse de pie rápidamente buscando algo para matarlo.Tome una piedra grande y lo golpeé en la cabeza múltiples veces hasta que el dolor en mis costillas se volvió tan insoportable que me hizo detenerme. Me recosté en la tierra y respire profundamente, espere unos segundos a que el dolor pasará y me puse de pie. Entre a la parte trasera del camión, tome mi arco, flechas y llene una mochila con comida y agua.
Cerré los ojos con fuerza al sentir una punzada de dolor, saque un botiquín, estaba por comenzar a curar los raspones de mis brazos pero una voz me interrumpió.
—¿Hay alguien ahí?
Me di la vuelta, con un arma en la mano, camine lentamente tratando de no hacer ruido. Asome la cabeza para ver de quién se trataba, era el mismo grupo que había visto unos minutos atrás.
—Hola —Salude, de inmediato me apuntaron con sus armas, guarde mi arma y alcé las manos —Queria agradecerles por ayudarme, Soy Maya.
Tendí mi mano en dirección al hombre que parecía ser el lider, el sonrió y estrecho mi mano
—Soy Charles Garnett, ella es Roberta Warren....—dijo señalando a una señora de piel morena, iba a seguir presentando pero una voz lo interrumpió.
—Miren lo que trajo el apocalipsis.
Desvié la mirada de Garnett, para fijarla en el dueño de esa voz, sonreí ampliamente al verlo, me acerque a él y borre mi sonrisa cuando estaba a unos centímetros.
Le di un puñetazo justo en el rostro, la peor idea que e tenido desde que empezó el apocalipsis. Por el movimiento tan brusco el dolor de mis costillas aumento, trate de aguantar el dolor mientras le gritaba.—¡Murphy hijo de puta casi muero por tu culpa!
—Bueno pues gracias a mi, ellos te ayudaron así que podrías disculparte.
Alce el puño para golpearlo de nuevo pero me apartaron de el. Pase una mano por mi cabello tratando de calmar el dolor y sonreí de nuevo.
Volví a mirarlo, se veía exactamente igual a cuando el entro a prisión, bueno un poco más sucio, demacrado y con pésimo corte de cabello, está vez el que se acercó a mi fue el y me rodeó con su brazos
—Es bueno que no estés muerta.
Solté una carcajada burlona y le respondí el abrazo.
—Bueno es obvio que ustedes ya se conocen —comento Warren, nos separamos.
—Si sobrevivimos les contaré la historia pero por ahora vallamos a California —contesto Murphy.
—¿California? —Lo mire con curiosidad.
—Tu amigo fue voluntario para inyectarse una vacuna experimental contra el virus z —contesto Garnett.
—¿Voluntario? —pregunte sin creerlo.
—Lo importante es que la vacuna funcionó y tenemos que llegar al CDC en California.
Lo mire con una ceja alzada, el sabía que no les creía me conocía demasiado bien, hizo un ademán con las manos y se abrió la camisa dejandome ver múltiples heridas en proceso de sanar. Fruncí el ceño y levanté la vista mirándolo con horror.
—Ahora que lo crees, ¿podemos irnos? —no me dejó responder, comenzó a jalarme hasta la camioneta.
—Murphy espera —la voz de Warren lo detuvo, nos dimos la vuelta —Aun tenemos problemas con la camioneta.
—Hay refacciones y combustible en el camión — comente, ella y Garnett se dirigieron al camión mientras las otras cinco personas a mi alrededor me miraban curiosos —Ah disculpen Murphy interrumpió antes de poder saber sus nombres.
—Soy Addy —contesto una chica pelirroja con una gran sonrisa —El es Mack, el es Doc, ella es Casandra y el es 10k.
Señaló a un chico rubio de veintitantos años, después a un señor con barba daba pinta de ser bastante divertido, luego a una chica de cabello negro con rasgos asiáticos y por último a un chico como de mi edad.
—¿Eres el tirador? -—pregunte al chico, se limitó a asentir —Gracias
Contestó un simple "De nada" no parecía ser alguien de muchas palabras.
Tardaron unos minutos reparando la camioneta y nos pusimos en marcha, la verdad no tenía pensado volver a California.No me apetecía volver, para nada, la idea era mantenerme alejada de los problemas y justo ahora me acabo de meter en uno muy grande. El hecho de que se trate de Murphy, una de las pocas personas que conozco desde antes de Z, causa un incentivo para ayudar en ésto, además de que podría ayudar a la humanidad y todo eso, pero me gusta estar viva y francamente me gustaría seguir así.
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𝔉𝔲𝔫𝔢𝔯𝔞𝔩 𝔇𝔢𝔯𝔞𝔫𝔤𝔢𝔪𝔢𝔫𝔱𝔰
FanfictionSolía creer que un apocalisis zombie era lo mejor del mundo, las películas suelen mostrarlo como algo que disfrutarás, pero la realidad es un poco diferente. Las muertes pesan cada vez más, los zombies parecen interminables y uno ya no sabe si hay q...