CAPITULO 1

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Los estruendosos truenos que trajo consigo la tormenta iluminan la mansión haciéndola lucir tenebrosa, solo se escucha mi pesada respiración que hace eco dentro del almario. Los fuertes pasos de mi padre retumban en el pasillo.

No se como las cosas llegaron hasta este extremo, como las risas se convirtieron en llanto y las carcajadas en gritos de auxilio, la puerta de mi cuarto se abrió estrepitosamente, puse mis manos en nariz y boca para que no pudiese escucharme, las lagrimas calientes queman en mi mejillas.

--!! DONDES ESTAS MALDITA ¡¡ -- rugió Davis, envuelto en alcohol y fuera.

Por favor que no me encuentre, es todo lo que repetía mi mente, pero cuando el armario se abrió solo pude quedarme en blanco, sin pensar o escuchar nada, el terror y la desesperación consumían toda logia que podría encontrar en el momento.

Me agarro del cabello y me saco a rastras del almario hasta la mita de la habitación, me soltó y se puso de rodillas frente  a mi, vi las lagrimas rodar por sus mejillas, sus ojos me trasmitieron todo lo que sentía en ese momento, cuando pude salir de mi propia mente lo empuje y corrí, salí al largo y oscuro pasillo de la mansión, los truenos continuaban iluminando parcialmente el camino gire mi rostro para comprobar si me seguía pero fue un grabe error, mis pies se enredaron haciendo que cayera como un ladrillo al piso Davis llego hasta donde estaba y levanto el bate de béisbol que hasta ahora me doy cuenta que llevaba en su mano.

-- Mereces morir, voy a matarte como lo hice con ella.

El shock que paresa mi cuerpo no dejan que entienda sus palabras, con ira levanto el bate y lo estrello en mi pierna, el dolor logro que mi cuerpo se encogiera sentí la necesidad de morir , quería que me matara y así acabara con toda esta maldita agonía.

El sentido de supervivencia con el que nacemos los humanos logro que mi mente bloqueara el dolor y me arrastrara por el piso, trate de ponerme de pie pero mi pierna derecha parece haberse convertido en algo inútil. Mi padre continuaba arrodillado en el piso con la mirada vacía, el la cantidad de alcohol que corren por su organismo parece nublarle el pensamiento pero no es solo eso debe estar hasta el cuello de cocaína o alguna sustancia alucinógenas.

Continué arrastra hasta llegar a las escaleras, tomando estas como apoyo me puse de pie con la pierna rota en el aire, necesito bajar las escaleras "no puedes dejarte morir" es todo lo que grita mi mente, la adrenalina que recorre mi cuerpo hace que mis oídos zumben ¡en que momento me alcanzo!, un gran grito broto de su garganta y una fuerte patada colisionando con mi espalda, yo rodando por las escaleras fue lo siguiente que sucedió.

-- ¡Mátame!, MATAME. -- implore por que quiero que todo acabe, mi cuerpo y mente están débiles, el hambre, la sed, el sueño y la desesperación me consumen, el dolor arremete en cada rincón de mi cuerpo me hacen rogar por un final.

-- No voy a darte lo que quieres, mereces sufrir por lo que esa mujer me hizo, merecer todo esto ¿ porque te pareces tanto a ella?.

La pregunta quedo flotando en el aire, todo esto simplemente por parecerme a mi madre. Davis se puso de pie y entre tambaleo y prisa se perdió en lo que es la cocina, cuando regreso trajo consigo un par de cuerdas y cinta adhesiva.

La cinta la puso en mi boca callando mis quejidos, ato con fuerza mis manos y pies, tomo mi cabello y me arrastro hasta el garaje, me tomo en brazos y me puso en la cajuela del auto, escuche el motor encenderse la falta de oxigeno mezclado con el calor estaban haciendo que perdiera el conocimiento pero el dolor me mantenía despierta, rogué al cielo entre lagrimas para que me desmayara no deseo saber a donde me lleva varios minutos después mis suplicas rindieron frutos pues mis ojos empezaban a cerrarse solos hasta que me consumió la inconsciencia.

El ruido causado por la cajuela al ser abierta logro despertarme, respire profundo con la necesidad de llenar mis pulmones de oxigeno pero la tos que parecía querer desgarrar mi garganta corto el procesos, conforme la tos va pasando y puedo respirar con normalidad el dolor de haber sido golpeada y rodar por la escalera me hicieron gritar.

Mi padre me saco de la cajuela y me tiro con brusquedad al pavimento, el frio de la noche en conjunto con la lluvia me hicieron estremecer, ¿Cómo es que mi vida llego hasta este punto? Pero la pregunta que me carcome la cabeza es ¿ Quien diablos es Davis jhonson ?.

Moví lentamente la cabeza solo para alcanzar a ver donde estamos, pero el fuerte aguacero nubla mi vista, Davis me puso de pie con su característica brusquedad, jalando de mi brazo planea guiar mis pasos pero el dolor me hace trastabillar creo que al caer por las escaleras logre luxarme un tobillo, pero a mi padre no le importan mis constantes quejidos al contrario parecen empujarlo a jalarme mas fuerte, llegamos a lo que parece ser un pequeño puerto donde se encuentra el barco mas grande que mis ojos jamás habían visto, es blanco con franjas verde y lleva como nombre "El Esmeralda", no se que hace un crucero a altas horas de la madrugada aquí, caminamos hasta entrar en este .

Luces rojas al igual que la alfombra forman parte de la decoración del corto pasillo que nos guio hasta un gran recibidor de paredes blancas con excéntrico adornos, trato de poner atención a los pequeños detalles para plasmar el camino en mi mente y escapar cuando tenga oportunidad, no se que es lo que van a hacerme en este lugar pero estoy segura de no querer enterarme, nos quedamos de pie en medio del recibidor hasta que minutos después un hombre gordo y de baja estatura se nos acerco, sus manos están llenas de anillos de oro adornados con lo que parecen esmeraldas, viste un traje gris dos tallas menos de la que debería de usar, su cabeza escasa de cabello brilla como si hubiese puesto aceite en esta, cundo el repugnante hombre estuvo frente a nosotros miro a mi padre y luego guio su mirada hacia mi rostro y me sonrió de la forma mas morbosa y desagradable.

-- ¡¡Jhonson viejo amigo !! -- exclamo el hombre dándole un fuerte apretón de manos a mi padres.

-- ¿ Como estas Cedric? Parece que la vida te trata de maravilla. -- hablan como si fuesen viejos amigos mientras ignoran totalmente mi presencia.

--¿ Quien es esta bella joven ?.

-- Cedric te presento a Alicia, es de quien te había estado hablando.

-- Estas diciéndome que ella es Alicia tu hija -- el hombre se mostró sorprendido tras su pequeño descubrimientos .

-- Si ella es mi hija, ya habíamos quedado en que la traería, espero que no planees cambiar de opinión mi paciencia esta apunto de agotarse

--No planeo retractarme, solo no puedo creer que de verdad trajeras a tu hija a este lugar.

-- Pues créelo, ya estaba harto y no sabia que hacer con ella, al principio solo planee matarla pero creo que esa seria la salida fácil para ella y digamos que quiero hacerle las cosas algo difíciles.

Cedric y mi padre caminaron hasta sentarse en una pequeña sala situada a un costado del recibidor donde siguieron hablando por un par de horas, mientras yo estaba tirada en el suelo luchando para no dejarme ganar por el sueños.

-- En unos días transfiero el dinero a tu cuenta, creo que ganaremos mucho con ella.

AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora