Capítulo 1

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*Editado. 

Cuando Arthur finalmente cruza las puertas de Sora Jun, puede sentir como sus sentidos se agudizan como el de aquel animal reconociendo que está en peligro. El lugar es gigante (detalle del que se dio cuenta apenas el carro de sus padres se acercaban al lugar), con un suelo tan pulcro que por un breve momento el anglosajón teme ensuciar este con sus zapatos. En frente de él hay una multitud de estudiantes que pasan de un lado a otro con maletines y cajas, la mayoría dirigiéndose al par de escaleras que asume que llevan a los dormitorios estudiantiles.

Suspira, frustrado con el ambiente.

El espíritu rebelde de Arthur le ruega que destruya tanta limpieza, que vaya contra la corriente–pero ya no puede, ya en el pasado los días en donde Arthur era libre y feliz.

Bueno, libre tal vez, él jamás ha sido feliz.

—Deja de mirar el lugar como si fuera prisión.

Es lo que dice el pelirrojo que está a su lado, obteniendo un rodeo de ojos de parte del inglés. Scott no tiene de qué quejarse, pues es Arthur quien ha sido enviado al famoso y aclamado instituto privado Sora Jun, institución que brilla por sus miembros millonarios y las habilidades que dejan en sus estudiantes. Independiente de cómo manipulan a cientos de padres con billones en su cuenta bancaria, sigue siendo una escuela aislada de la sociedad, ubicada en las afueras de Nueva York en donde estaba prohibida la comunicación al mundo exterior.

—Me van a quitar mi teléfono, obligar a usar uniforme todos los días y exigir que me quede acá en todo momento por los próximos cuatro años de mi vida. ¿No ves que es una prisión pero con mejor arquitectura? –comenta Arthur con sequedad, caminando hacia la recepción en frente de él junto a sus dos hermanos detrás de él cargando sus cajas. Scott se ríe detrás de él, causando que Arthur voltee rápidamente.---¿Qué?

—Vas a ser miserable, Arthur. Es una escuela con establo privado y viaje al extranjero cada año asegurado, ¿de que te quejas? Deja de ser tan infantil.

Dylan, siendo siempre el perfecto hermano menor, silencia a Scott con una mano en su hombro queriendo distraerlo. Si Arthur no estuviera demasiado ocupado sintiéndose insatisfecho, probablemente le agradecería a su hermano menor.

—Scott, por favor. No vamos a verlo hasta las visitas en verano, intenta ser más comprensivo. —dice Dylan, tomando de la recepcionista el registro de estudiantes. —Y tu, firma, no tenemos todo el día.

El rubio toma el registro, suspirando por segunda vez en el día. Por un breve instante, se toma el tiempo de leer un par de nombres, sorprendiendose ante la ridícula cantidad de apellidos que reconocía. No era de sorprender, teniendo en cuenta el peso de su propio apellido. Los Kirkland eran millonarios, herederos de quizá los mayores escritores del horror de las últimas décadas, pagar la escuela no sería un mayor costo para su familia. Encuentra un vacío en el formulario, firmando rápidamente con su nombre.

—Wow, ¿estudiarás con el hijo del duque de Pays de la Loire? ¡La vez que estuve más cerca de conocerlo fue cuando lo encontré en la revista de mamá! Scott, ven, mira esto. —dice Dylan que aparece en su izquierda, y así, aparece Scott en su derecha, curioso.

—¿Qué hacen? ¡No se me peguen! —se queja, pero sus palabras llegan a oídos sordos.

Scott abre la boca con asombro a medida que lee el registro lo cual, está bien, no es normal. ¿Quién podría estar en esa lista como para que su hermano mayor este tan abiertamente sorprendido? Con su curiosidad despierta, sus ojos escanean la dirección de los de su hermano, llegando al nombre ''Alfred. F Jones.''

—Te aborrezco, mierda, te odio. ¿Cómo es posible que por tatuarte algo sin permiso te envíen aquí, justo donde estudia el heredero del grupo Jones?

GORGEOUS│asakikuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora