En aquella casa Eren estaba preparando el desayuno mientras Levi acomodaba la mesa
Cuándo Eren terminó de servir vio a Levi y viceversa
–Debí de haberme quedado con Petra–
–¿Ah sí? Pues bien, puedes irte, por mi no hay problema, no es como que te quisiera de todas formas–
–Pues bien, de todas maneras, lo único bueno que me has dado son a mis hijos–
–Sí, es lo único bueno que nos hemos dado, es que Levi, yo ya no te quiero – soltó con simpleza
– Tienes razón, estás todo feo, y eres histérico, Petra no sería tan así–
–Excelente, yo me podría ir con Farlan–
–Al fin, llevo soportandote muchos años–
–¡Mami y papi se van a separar!– Kanae empezó a llorar alarmando a ambos
–Y-Yo no quiero que mis papás se separen– Alme también comenzó a llorar
–..Waa!– esta vez fue Rikki
Eren y Levi no entendían nada
–¿Por qué dices eso mi amor?– Eren cargo a su pequeña
–Exacto, ¿que pasó?– Levi cargó a sus dos hijos
–E-Es que los escuchamos– contestó la pequeña
–¿Escucharnos?.. Oh no, no cariño – Eren comenzó a reírse seguido de Levi
– Cariño– Levi vio a sus hijos– Así jugamos –
–Exacto, no puedo dejar a tu padre, ahora, ¿Quién lo querría?–
Los tres los miraron
–Entonces... ¿No se van a dejar?– preguntó Alme
–Claro que no, yo amo mucho a tu padre – Eren se reía