Magic (L.S.)

CAPITULO 8

Harry maldice mientras salta de la cama. Se despertó más tarde y eso significa que Ricky está despierto sin desayunar y eso significa que van a pelear. Y Harry está cansado de pelear.

Sale corriendo de su habitación y se detiene cuando ve a Ricky bebiendo tranquilamente su café y un nuevo juego de platos en la mesa. Harry se acerca lentamente y toca suavemente la caja.

"Pensé que te gustarían unas nuevas porque rompí una ayer. ¿Te gustó dormir hasta tarde?" Pregunta Ricky, su voz suave y gentil. Harry se siente aliviado de que no habrá una pelea, pero no siente la alegría normal de recibir un regalo. Simplemente siente que lo están comprando.

"Sí, lo hice, gracias. ¿Algo especial que quieras para cenar esta noche? " Harry pregunta. Se mueve para apoyarse contra el mostrador y Ricky lo mira como si estuviera acechando a una presa.

"No. Simplemente cocina algo que disfrute. Me voy a ir a trabajar " le dice el hombre. Se pone de pie y camina hacia el fregadero para dejar su taza. Harry simplemente lo mira y lo observa.

"¿Puedo darte un beso antes de irme?" Pregunta Ricky. Harry asiente  y deja un pequeño beso en sus labios. Ricky solo suspira por lo corto que es, pero no se enoja. "Te amo. Recuerda eso".

"Yo también te amo. Que tengas un buen día en el trabajo" le dice Harry. Observa como el hombre camina hacia la puerta y se va, su pecho se siente aliviado. No entiende por qué no puede ser más para él. Harry no puede hacer nada bien y solo quiere que Ricky lo ame tanto, siempre lo arruina. Siempre pide demasiado o hace lo que se supone que no debe hacer.

Solo quiere ser perfecto para no tener que ver al hombre del que está tan enamorado separarse de él.

Harry quiere volver a cuando estaba en esa casa, Ricky lo sostenía y prometía cuidarlo. Él quiere volver a sus noches de felicidad donde el hombre le daría amor y no sólo se dedicaría a tomar. Cuando parecía estar realmente enamorado de Harry a pesar de que el chico estaba destrozado y perdido. Echa de menos los besos y las citas y las sonrisas. Repite sus recuerdos y lo increíble que fue todo. Pensó que había encontrado a alguien para cuidar de él, encontró a alguien que su madre dijo que nunca lo haría. Y ni siquiera puede quedárselo. Su madre tenía razón en todo.

Gime mientras una lágrima cae suavemente por su mejilla y está tan cansado de llorar cada mañana. Sólo quiere que Ricky vuelva por la puerta y lo abrace. Él quiere complacer al hombre en todas las formas que pueda estar satisfecho y sin embargo no lo hace. Él también quiere renunciar, pero hacer eso lo rompería de nuevo.

Llaman a su puerta y él sabe quién es sin mirar. Simplemente se acerca y abre la puerta. Louis le sonríe y Harry se da la vuelta para volver a entrar. Louis lo persigue y Harry le oye quitarse los zapatos.

"Me voy a duchar. Puedes ver la tele" suspira Harry. No puede estar alegre ahora y no espera la respuesta de Louis mientras cierra la puerta del baño. Una ducha lo ayudará. Se sentirá mejor y entero.

Se quita la ropa y enciende el agua. Espera a que se caliente antes de subir y el vapor que golpea su piel le hace temblar de calor. Todos sus champús huelen a vainilla, coco o flores. Le encantan los olores, pero decide usar el de Ricky. Quiere oler al hombre en su piel y el olor trae lágrimas a sus ojos. ¿Por qué no puede amarlo como solía hacerlo?

Se enjuaga la espuma y luego vuelve a salir y agarra una toalla. Se seca el cabello y el cuerpo, poniéndose los pantalones para no tener que salir desnudo del baño delante de Louis. Se cepilla los dientes mientras está aquí y luego se va. Louis mira cuando la puerta se abre y le da al chico una sonrisa a la que Harry simplemente asiente. "Me voy a poner ropa y luego saldré para que podamos hacer brownies", le dice Harry.