Capitulo 31

218 19 0
                                    

"Oigan esas campanas de trineo tintineando, tintineando. Vamos, hace un tiempo precioso para dar un paseo en trineo contigo", canta Louis, con su voz resonando en el apartamento mientras cuelgan las luces en el nuevo árbol de Harry.

Harry lo observa con admiración, su corazón se estremece al verlo. Lleva un gran jersey y un gorro de Navidad, con los pies cubiertos de calcetines de gatito. Harry no sabe cómo, después de todos estos meses, Louis le sigue quitando el aliento, le hace palpitar el corazón y le sudan las manos. Cómo puede seguir sintiendo que está enamorado de una colegiala y, al mismo tiempo, estar tan enamorado que cree que puede ahogarse en él.

"¿Parecen torcidos? Creo que no los he envuelto uniformemente", critica Louis, echándose hacia atrás e inclinando la cabeza. Harry se adelanta ahora, rodeando su cintura con los brazos y besando su mejilla.

"Creo que queda bien", promete Harry. Su árbol es corto y gordo, brillando con luces de hadas y haciendo brillar la habitación.

"¿No lo dices por decir? Puedo mejorarlo si no te gusta", se preocupa Louis, frunciendo las cejas. Harry le besa la mejilla de nuevo, sus manos se deslizan bajo su jersey y se apoyan en su pequeña barriga que ha empezado a superar el descanso.

"Me encanta. No puedo esperar a poner tus regalos debajo de él", le tranquiliza Harry. Louis se gira sólo un poco, las manos de Harry siguen apoyadas en su suave piel.

"Te dije que no me regalaras nada. No necesito nada", dice Louis con seriedad. Harry siente que sus propias cejas se juntan ahora y hace un mohín.

"Quería regalarte algo", le dice Harry, sintiendo que lo están regañando. No tiene mucho dinero, pero tampoco tiene mucha gente a la que comprar regalos.

"Sólo te necesito a ti", sonríe Louis, su mano se acerca para ahuecar su mejilla y sus labios se suavizan al besarlo. Harry no puede evitar pensar en lo bonito que es pasar tiempo con alguien que te quiere tanto como tú a él.

"Voy a preparar un chocolate caliente", susurra Harry cuando Louis se separa y éste le vuelve a picotear los labios y se separa de su abrazo.

"Muy bien. Voy a empezar mi trabajo en la cama", le susurra Louis. Harry le besa de nuevo, lo que hace que Louis suelte una risita y que el corazón de Harry se hinche.150

Observa cómo el hombre camina por el pasillo mientras se dirige a la cocina. Apaga la luz del salón, dejando que el árbol brille. Lo mira durante un largo rato y se imagina que cada año lo llena de más adornos. Puede imaginar a Louis preguntando por las luces cada año y quejándose de la colocación de los adornos. Puede oír su risita rebotando en su cabeza y Harry quiere todo eso. Quiere que el tono sea así de feliz con este hombre durante todo el tiempo que pueda.

Empieza a preparar las bebidas y puede oír el familiar sonido de Louis tecleando llenar el ahora silencioso apartamento. Harry nunca pensó en lo que significaba el hogar hasta ahora. El hogar es este apartamento con sus plantas y sus platos y tazas desparejados. Hogar es escuchar a Louis teclear en su portátil y ver sus ojos azules cada mañana cuando se despierta. El hogar es seguro y feliz y lleno de posibilidades. El hogar está aquí. El hogar son Harry y Louis juntos.

Lleva las dos tazas al pasillo y empuja suavemente la puerta de su casa. Louis levanta la vista rápidamente, sonríe y vuelve a ponerse a trabajar. Se sienta en el centro de la cama de Harry, sin el jersey para que se le vea el pecho, con las gafas puestas y el pelo desordenado por el sombrero que ya no lleva en la cabeza. Sigue llevando sus joggers y sus calcetines de gatito y parece perfecto.

Harry deja sus tazas en el suelo y Louis sonríe. Harry sigue teniendo una habitación apenas amueblada, pero es cómoda. Louis se agacha y coge su taza y sopla sobre ella antes de dar un sorbo. Harry se tumba detrás de él, observándolo porque no hay ningún lugar al que prefiera mirar.

Magic (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora