Capítulo uno:
Año 2019, lunes 6:00 am.
BLANCA:
Mis ojos se abren bruscamente gracias al fuerte y molesto ruido de mi despertador, estiro mi mano hasta la mesita de noche del lado derecho de mi cama para apagarlo y de la nada siento unas duras manos rodeando mi cintura para atraerme hacia ellas, impidiendo que terminara con aquel ruidoso e incómodo sonido. Sabía que era mi esposo el que me atraía hacia él, pero no tenía ganas de hablarle y menos de poner mi cuerpo a su disposición luego de lo mal que me había tratado la noche anterior, así que me solté de su agarre y me levanté de la cama, apagando el despertador para luego caminar al baño.
Tomé una rápida ducha ya que no tengo mucho tiempo, hoy comienza un nuevo curso escolar y ser la directora del internado trae muchas responsabilidades, tomé las riendas del internado al fallecer mi padre y mi esposo me ha estado ayudando a mantenerlo con el prestigio y la fama que ha tenido desde que fue fundado. Saliendo del baño mi esposo aún está en el cuarto así que lo ignoro completamente, no me apetece para nada discutir a estas horas de la mañana.
—¿Aún sigues molesta por la tontería de anoche? —me dice, así, muy tranquilamente el muy hijo de la gran puta.
《Tranquilizate Blanca》.
Respiro ondo para no alterarme y no respondo ni una palabra
—Ay! Vamos cariño, sabes que lo siento, no fue mi intención tratarte así.
—¿Es en serio?—lo miro con cara de asco mientras me estoy vistiendo— nunca es tu intención, pero siempre lo haces, vamos amorcito la hipocresía no es lo tuyo, no pretendas ser una mariposa cuando en realidad eres una avispa— digo sarcásticamente terminado de vestirme y caminando hacia la puerta para largarme como toda una "heroína gótica".
Sé que jugué bien mis cartas.
Sigo mi camino tranquila hasta llegar a mi despacho, y dentro puedo observar una silueta de alguien sentada en mi escritorio, era Lili mi entrometida y un poco irritante mejor amiga, invadiendo mi privasidad como siempre.
Lili siempre me había apoyado desde que el internado pasó a ser mío, aunque somos totalmente lo opuesto la una de la otra, nos acoplamos muy bien desde el momento en que nos conocimos.
—Hola —le digo fríamente, sentándome en mi escritorio.
—Hola, casi me salen raíces esperándote —me dice sarcásticamente.
—Tuve una discusión con Francisco.
—¡Ay! Amiga vamos, siempre es lo mismo con ustedes—dice rodeando los ojos—¿Sabes qué? mejor hay que ir a darle la bienvenida al nuevo estudiante —me dice tratando de animarme, como si este trabajo me gustara o ilusionara, yo solo me levanto y la sigo de mala gana.
Caminamos hasta la salida y ahí estaba el nuevo alumno con sus padres, aunque la verdad no me fijé mucho en ellos, mi cerebro se encontraba debatido en dos pensamientos,
#1 Observar al buenorro de su hijo.
#2 Tratar de no derretirme.
《Céntrate Blanca...》, me repetía en mi cabeza.
Lo observo detenidamente, estaba tecleando algo en su célular, mordiéndose el labio inferior.
¡Que sexy!
¿¡¿¡Ay pero qué me está pasando!?!?
Parezco una adolescente cualquiera. Pero ¿Como no mirarlo? Nunca había visto un hombre así y ya que el imbécil de mi novio se la pasaba viéndole el trasero a las alumnas, ¿Porqué yo no podía mirar de vez en cuando?. A demás era increíblemente guapo.
El chico era alto, rubio, de ojos verdes, músculos definidos —muy muy definidos—, tenía gran parte de su cuerpo cubierto por tatuajes. Se veía tan bien.
Y mientras yo me encontraba vacilandolo como una psicópata que se fija en los menores de edad, entonces sucede, el levanta su vista y me ve, ¡pero pasa de largo! Mi subconsciente me juega una mala pasada, sin querer me sonrojo inmediatamente, pero no puedo apartar la mirada. No sé cuánto tiempo estuve así, embobada, literalmente babeando, solo sé que Lili me dio un codazo —bastante fuerte por sierto—, para bajarme de la nube en la que me encontraba.
Trago grueso.
Espero unos segundos para pensar bien mis palabras y no soltar una estupidez y una vez que recuperé mi cordura logré presentarme.
—Buenos días—digo simpática y algo nerviosa—mi nombre es Blanca Cooper y soy la directora de este internado —hablo extendiendoles mi mano.
—¡Mucho gusto!—dice la señora estrechandome la mano— Yo soy Mónica, él es mi esposo Jack, y él es nuestro hijo, Derek— agrega apuntando a los mencionados.
Ellos eran "Los Roberts". Y eran el mejor contrato que cerraría desde que el internado pasó a ser mío, debido a que el señor Jack Roberts pagaría muy bien por mantener a su hijo alejado de los problemas en los que solía meterse. Pero ¿Quién me diría que su hijo me sacaría totalmente de mis cabales con tan solo mirarlo?.
Bueno dejando detrás el tema de que su hijo hace que mis bragas se mojen en menos de cinco segundos y con tan solo cualquier pequeño gesto que haga.
La familia Roberts es unas de las más importantes e influyentes de todo el país. El señor Jack Roberts era el dueño de la servecería más grande y famosa de toda Europa la cual exportaba incluso a otros países de otros continentes.
—Si gustan pueden pasar a ver la escuela —dice Lili al verme nuevamente en mi viaje astral lleno de: abdominales y orgasmos, increíbles brazotes y orgasmos, pose de macho alfa y orgasmos, muchos orgasmos imaginarios con tan solo verlo. Ellos comienzan a seguirla por todo el recorrido, y yo solo me limito a observar como si nada, deleitandome con "la hermosa vista", ahí parada como una tonta, hasta que desaparecen entre las puertas de la escuela.
¿Cómo era posible que él causara eso en mi?
Creo que este año no será como los demás....
Parezco una adolescente babeando como una loca, pero no es mi culpa, es de él, ¿no? .
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Hola! A todos
Espero que les haya gustado mucho el capítulo 1 y que le den una oportunidad a mi escritura, no olviden votar y comentar que les pareció. Los quiero.Instagram: @melodie188
_Melodie182_
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Maldita Tentación!!! +18[EN PROCESO]
RomansaContrariado Derek llegó a un internado, su mirada celeste, antes iracunda se tornó desconcertada ante la hermosa figura femenina, que con una sonrisa le daba la bienvenida.... Está dispuesto a conquistarla, pero tiene dos grandes obstáculos: 1: Es l...