Mi primer día.
Es 21 de julio, primer día de clases, quien lo diría.
Diana se levantó y metió a bañar para arreglar e ir a la escuela; de repente se escucha un grito:
-Diana es hora de venir a desayunar!
Diana desde su recamara le contestó a su padre de forma cariñosa:
-Ya voy papá dame 5 minutos
Antes de bajar Diana se miró en el espejo, llevaba un gorro como de costumbre, una sudadera y pantalón de mezclilla, quedó fascinada por cómo se veía; bajó corriendo las escaleras pues tenía que saludar a su madrastra Viviana y a su papá, antes de que ella entrara a la cocina pudo percibir un olor a hotcakes, al entrar se percató que su papá estaba otra vez riendo y feliz como cuando su mamá aún vivía.
-Buenos días papá, buenos días Viviana.
Ambos al unísono le contestaron:
-Buenos días preciosa.
Diana desayuno con su familia al terminar dijo a su papá
-Gracias por todo, me tengo que ir a la escuela cuídense.
Su papá le contestó:
-Vete con cuidado hija te amo.
Ella los abrazó y se dirigió a la puerta con una sonrisa, al salir de la casa empezó su camino que eran como 20 minutos a pie, durante el trayecto sonó su celular, al contestar chocó con una chica haciendo que las dos cayeran al suelo, Diana muy nerviosa se levantó y pidió disculpas mientras ayudaba a la desconocida a levantarse, pero al hacerlo cruzaron miradas, Diana nunca había sentido esa conexión, una vez que ambas estuvieron de pie Diana le dije:
- ¿Te encuentras bien? Perdóname, a veces soy muy distraída. –en tono nervioso-
La chica se empieza a reír y con una sonrisa le dice:
-No te preocupes a cualquiera le puede pasar.
Diana le sonríe acto seguido la chica le regresa la sonrisa dando la vuelta para irse.
Diana sorprendida no deja de pensar en lo que sucedió mientras sigue caminando con la vista al piso, al mirar hacia arriba se da cuenta que ya había llegado a la escuela y entra.
Diana se dirige primero a los vestidores para ir al entrenamiento de atletismo, hay muchas cosas diferentes al año pasado, por lo que había escuchado habían cambiado de entrenador. Ella estaba emocionada sabía que si era una de las que más resaltaba en el atletismo iba a poder participar en la regional por la escuela, este era un año muy importante para ella.
De repente escucha una voz rara y desconocida, cuando Diana voltea se da cuenta que es un señor ya grande, él tenía un aspecto extraño su cabello era blanco y largo, a parte tenía un gesto muy serio, y una barba que le daba un aspecto descuidado, él se acercó a ella y a las otras compañeras de atletismo y se presentó:
-Buenas tardes soy el profesor Dereck seré su nuevo entrenador y no soy nada fácil de impresionar.
Lo primero que se imaginaría alguien al verlo sería que era el conserje o un ladrón. Diana levantó la mano y le dijo a Dereck:
- ¿Qué te ofrece? –dijo Dereck en tono serio-
-Solo quería saber ¿a qué hora serán los entrenamientos y que días?
Dereck la mira mientras voltea los ojos.
-Las quiero a las 4 en el estadio olímpico de la escuela ya cambiadas, cada vez que una me llegue tarde les ira peor o tendrán algún castigo por su impuntualidad, sin más que decir las veo en la tarde, tienen sus clases así que por favor retírense y que tengan un buen inicio de clases.
Todas salieron apresuradas pues ya se les hacía tarde; Diana se dirigió corriendo a su primera clase la cual era Química, justo cuando iba llegando al aula escucho el timbre, entró y se sentó en una banca en medio de las filas, pero no podía dejar de acordarse de la chica con la que se cruzó en la mañana.
ESTÁS LEYENDO
MÁS ALLÁ DEL DESTINO
RomansaDiana Villalobos Brow es una chica tímida, pero cada vez que corre para competir en los juegos olímpicos ella siente que se libera, sobre todo después de la muerte de su madre; sabe que le gusta ir a la universidad y desea seguir estudiando. Tiana...