⌈𝕿𝖍𝖊 𝕱𝖎𝖗𝖘𝖙 𝕮𝖍𝖎𝖒𝖊𝖗𝖆⌋
Addison Argent:
EL SONIDO DE AQUELLA KATANA SE convirtió en un recuerdo recurrente durante mucho tiempo. Cerraba los ojos y lo único que podía escuchar era ese choque infernal entre el metal y su cuerpo. Casi podía sentir su filo atravesar mi estómago; sin embargo, esa noche, no recibí más que solo un pequeño corte en mi abdomen.
Inconscientemente, llevé una de mis manos y me acaricié aquella cicatrizpor encima de la ropa.
Me removí en el asiento de copiloto, evitando sumergirme en aquellos pensamientos. Bastantes problemas me habían causado y ya tenía suficiente, sabía que no debía privarme de vivir mi vida por aquello. Las palabras de mi padre retumbaron en mi mente, causándome calma inmediata: "No es lo que ella hubiese querido para tí".
Tenía razón; mi hermana no habría querido que me hundiera en la miseria luego de su partida.
La muerte de Allison me afectó más de lo que me hubiese gustado admitir. Perderla a ella fue como perder parte de mí. No solo perder, es como si me la hubiesen arrancado sin piedad. Y desde aquel día, no pude pensar en otra cosa que no fuesen las formas en que pude haberlo evitado.
Fue una de las muchas formas en que pude torturarme a mí misma.
Suspiré.
Mi padre carraspeó y eso me llevó de vuelta a la realidad. No me estaba mirando; sus ojos estaban atentos al embotellamiento de la carretera, pero sabía que su intención era evitar que pensara en ello.
—¿Podrías fijarte si ya hay señal? —pidió, alcanzándome su teléfono—. Scott dijo que llamaría para venir a buscarte.
Asentí con una diminuta sonrisa de labios sellados mientras lo recibía. El mío, por desgracia, lo había perdido cuando me ingresaron a la casa Eichen, luego de mi primer y único intento por..., bueno, reencontrarme con mi hermana.
Suspiré antes de bajarme de la camioneta. Me cubrí del aire fresco y la llovizna con una mediana chaqueta roja que había sacado de entre mis maletas.
Cuando mi padre decidió que lo mejor era sacarme de la casa Eichen, porque en lugar de mejorar estaba empeorando, me llevó a Francia durante las vacaciones. Todo ese tiempo mantuve contacto con la mayoría de mis amigos, en especial, con los más cercanos: Scott y Lydia. Se preocupaban por mí más de lo necesario y sus mensajes y llamadas, no faltaban ni por un día.A pesar de que Lydia era mi mejor amiga, con Scott era mucho más cercano. Nuestra relación no comenzó de la mejor manera, teniendo en cuenta que sentí furiosos celos cuando me quitaba el tiempo con Allison; pero mientras más hablábamos, más nos conocíamos y nuestra amistad pareció fluir de forma natural y más ligera cuando, el día en que Melissa, su madre, descubrió la verdad sobre él, mi hombro fue el único consuelo que encontró. Nunca volví a verlo tan vulnerable como aquel día... Bueno, si hubo otro día más.
Caminé por la carretera en busca de señal y, a pesar de que no llovía demasiado, varias gotas cayeron en la pantalla del teléfono. Un relámpago apareció en el cielo gris e iluminó mi rostro. Me quedé observando el cielo por un breve instante mientras luchaba contra mis recuerdos, estaba harta de que se volviera parte de mi rutina. Podía aceptar el dolor, pero no podía aceptar que ella no estuviera a mi lado.
La vibración del teléfono me arrancó los ojos del cielo y miré la pantalla. Bufé cuando solo encontré un mensaje de error al no poder enviar ni recibir nada.
Guardé el teléfono en mi bolsillo y me giré con la intención de entrar a la camioneta nuevamente; sin embargo, algo captó mi atención de forma inmediata. Un chico, a unos pasos de mí, movía su teléfono por el aire, al parecer, buscando lo mismo que yo. No perdía nada con preguntarle. Tal vez él tenía señal.
Me acerqué lentamente a él, todavía dudosa, y cuando me detuve detrás suyo, carraspeé para llamar su atención. Pensé que no se daría la vuelta, pero apenas me escuchó, se giró en mi dirección formando una ligera sonrisa. Noté que me miró de pies a cabeza, pero traté de no darle demasiada importancia puesto que, seguramente, intentaba averiguar si me conocía.
—Lamento molestarte, pero, ¿tienes señal? —pregunté, alzando el teléfono y formando una mueca apenada.
Él observó el suyo rápidamente, luego negó con la cabeza antes de mostrármelo.
—No, al parecer corro con la misma suerte que tú —bromeó.
—Oh, es bueno saber que no soy la única —dije, siguiéndole el juego, aunque enseguida me aclaré de nuevo la garganta, completamente arrepentida—. Bien, no te preocupes. Gracias de igual forma.
Estaba a punto de irme, cuando el teléfono de mi padre vibró sin detenerse. Recibí una mirada curiosa del chico, pero que, de inmediato, intentó desaparecer. Clavó sus ojos en su teléfono y yo respondí la llamada en cuanto me volteé.
—¿Hola, quién es? —pregunté. No había visto el nombre.
—¿Addison? —la voz agitada de Stiles me dio la respuesta que necesitaba—. Te necesitamos en la preparatoria, ¿qué tan lejos estás? —inquirió.
—No estoy lejos, pero estoy atorada en la carretera —le expliqué con confusión. La lluvia había comenzado a intensificarse, por lo que el ruido lo hacía casi inaudible—. ¿Por qué me necesitan allá?
—Se trata de Scott, Addison. Liam acaba de llegar y dijo que alguien va detrás de él —habló con rapidez, casi podía verlo agitar su mano libre.
Me quedé en silencio durante unos segundos. Estaba segura que lo único que podía escuchar Stiles, del otro lado, era el golpe de las gotas contra el pavimento y mi respiración.
—Estaré allí.
Y mientras corría a la camioneta a explicarle a mi padre lo sucedido y a buscar mis armas, sentí la mirada de alguien más encima mío. Aquella sensación no desapareció hasta que me fui corriendo, entre la lluvia y los vehículos, con tanta rapidez como me fue posible.
Créditos por el gif a:
Versión 2024
©-GIMEVERLARK-
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⌈❜#...𝗧𝗛𝗘 𝗙𝗜𝗥𝗦𝗧 𝗖𝗛𝗜𝗠𝗘𝗥𝗔...#❛⌋ - Theo Raeken
Fanfiction𝐓𝐅𝐂 || «𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒊𝒅𝒏'𝒕 𝒎𝒆𝒂𝒏 𝒕𝒐 𝒔𝒂𝒚 "𝑰 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖"» ˏˋ°•*⁀➷ Addison Argent perdió a su alma gemela y para ella fue tocar el abismo. Luego de estar internada en la casa Eichen por casi un mes, su padre decidió que era momento de...