La delgada línea existente entre ser azotado en los casilleros por tu bravucón y terminar entre sus piernas.
ു Adaptación al LuTae
ു Escrito originalmente por: @Byun-Bacoon
ു Todos sus derechos reservados.
¡! Los nombres utilizados en esta adaptaci...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Efectivamente, Irene no estaba en casa cuando ambos llegaron. La parte difícil fue convencer a YukHei, porque salió de la pizzería dispuesto a tomar un camino distinto y cumplir la amenaza de comerse la pizza solo, incluso tuvo la delicadeza de dar me día vuelta, abrir dramáticamente la caja y levantarle a TaeYong el dedo medio después de "sacarlo" de la caja. Sólo hubo que seguirlo cuatro calles y cuando finalmente lo alcanzó, le prometió que había algo para él y debía acompañarlo.
Así, llegaron a casa del menor, con una pizza fría y un morocho confianzudo que apenas puso un pie dentro, se dirigió al refrigerador para buscar una cerveza.
—No hay, Xuxi. — responde desde la sala TaeYong, a sabiendas de qué busca su amigo apenas escucha el ruido de la puerta ser abierta. —No hubo ayer, no habrá hoy.
—Debería, se supone que me conoces. — cierra la puerta sinceramente decepcionado, para salir a la sala donde TaeYong está sentado en el sofá.
El sofá.
—Y también se supone que me importas, por eso no fomento tus vicios.
YukHei pone cara de asco. —Demonios, hablas como una madre, Tae.
TaeYong sonríe, cruzando ambos pies bajo su trasero. —Me gusta pensar que muy dentro de ti, te gusta que me preocupe por ti.
—Un poco, tal vez. —YukHei evade lo anterior dicho, porque le pone incómodo admitirlo y además, todavía no se acostumbra a eso de que le guste TaeYong de otra forma —¿Vas a darme lo que sea que tienes para mi o me puedo ir?
—Te lo daré, sí, pero antes quiero algo. — TaeYong palmea el reposabrazos del sofá.
—No voy a sentarme ahí.
—¿Eh? ¿Qué tiene de malo?
—Que me tienes en abstinencia desde hace tres meses y ahí sucedieron cosas.— señala el sofá con la cabeza, cruzado de brazos. —Y yo no soy de hule.
TaeYong se suelta a reír con ganas, mientras YukHei se molesta más y más a cada segundo. Renuente, no se mueve de su sitio hasta que el menor se pone de pie, con las manos al cielo en señal de paz.
—Vale, tu ganas. Siéntate. — TaeYong señala el sofá ahora vacío. —Xuxi~... Confía en mí.
YukHei en serio trata de mantener la expresión estoica y firme pero TaeYong le pone esos ojos de cachorro, esa boquita en puchero y efectivamente, él no es de hule, así que acepta y se deja caer al sofá de mala gana, con las piernas abiertas y los brazos cruzados. TaeYong sonríe victorioso y se sienta junto a él, con la peculiaridad de estar sobre las piernas de YukHei. El menor enrosca los brazos al rededor del cuello del mayor, con esa dulce y bonita sonrisa todavía en el rostro. YuKhei lleva ambas manos a la espalda de TaeYong, mirándolo con detenimiento, sin esa expresión de molestia permanente que normalmente carga. Sus párpados relajados, sus ojos brillantes recorriendo las facciones del menor y sus labios ligeramente curvados hacia arriba mientras pasa los dedos por la espalda baja de TaeYong.