Habían pasado dos meses, bastante largos y en los que el dolor apenas quería comenzar a disminuir, noches en las que Gaby despertaba llorando y Dulce o Christopher acudiendo a su lado de inmediato, llevaba apenas unos días que había retomado sus clases de violín y eso la había ayudado un poco, además de las tardes de juego con Erick quien le había propuesto hacerlas a fin de que se distrajera y vaya que estaba sirviendo.
Aunque casi no lo decía, a Christopher todavía le afectaba mucho lo sucedido y no terminaba de entender el porqué de las cosas, agradecía tener a su lado a su esposa, quien estuvo y seguía estando a su lado a cada momento, y Erick, con quien se la pasaba de lo mejor y habían hecho una buena conexión, llevaban días dedicándose a construir con los bloques que habían comprado y eso lo había mantenido ocupado, ellos le daban los ánimos y fuerzas que necesitaba para ayudar un poco a su hija.No había puesto tanta atención a las fechas hasta que Dulce lo hizo.
−Oye amor−dijo la mujer mientras masajeaba sus hombros en el estudio de la casa.
−Dime−respondió con los ojos cerrados disfrutando de aquello.
− ¿No debió haber nacido ya el bebé de Constanza?−eso lo hizo abrir los ojos de golpe.
−Sí−solo dijo sacando cuentas−, pero, no me ha dicho nada.
− ¿Y si le llamas?
− ¿Crees?−tomó su manos para hacer que quedara frente a él.
−Sí−asintió−, y si no ha nacido que te diga cómo va todo.
−Está bien−suspiró tomando su celular.
−Te dejo solo−le dio un rápido beso y salió de ahí.Se tomó un par de minutos antes de marcar su número, tres timbradas y escuchó su voz al otro lado.
− ¿Hola?−dijo la mujer.
−Hola Constanza, soy Christopher.
−Sí−sonaba nerviosa−, ¿Qué pasó?
− ¿Cómo estás?
−Bien, gracias, ¿Y tú? Supe lo de Paulina, lo siento mucho.
−Gracias−suspiró−, bien, fuera de eso bien, oye.
−Dime.
− ¿El bebé…?−no sabía ni cómo preguntar.
−Ya nació−suspiró.
− ¿Cuándo? ¿Cómo está?
−Hace tres semanas, está bien, muy sano.
− ¿Por qué no me habías avisado?
−No pensaba hacerlo.
− ¿De nuevo?
−Sí, de nuevo.
− ¿Por qué?
−Porque no quiero obligarte a nada, no me importa quién sea su padre, me voy a hacer cargo totalmente de él.
−No Constanza, respeto y sé que puedes, pero si es hijo mío quiero hacerme cargo.
−Christopher, no tienes que hacerlo, además está tu esposa ella…
−Ella está de acuerdo conmigo en que es mi responsabilidad, por ahora, hacerme esa prueba.
−Te conozco−suspiró−, nada de lo que te diga te hará cambiar de opinión ¿Verdad?
−Efectivamente.
−Está bien−suspiró de nuevo.
−Nos ponemos de acuerdo en la fecha.Había llegado el momento de salir de dudas, esa tarde había hablado de nuevo con ella pactando la fecha dentro de dos días, justo guardaba su celular cuando vio entrar a Gaby y a Dulce bastante sonrientes, le alegró ver a su hija así, lo que se le hizo raro fue que al verlo ambas intercambiaron una mirada nerviosa antes de acercarse a saludarlo.
−Hola pa−saludó con un beso en la mejilla para después salir al jardín donde estaba su hermano.
−Hola mi amor−fue el turno de Dulce quien rodeó su cuello
−Hola mi vida−la atrajo a él en un beso.
− ¿Qué tal tu día?
−Bien, hablé con Constanza, la prueba se hará en dos días.
−Está muy bien−sonrió, en su interior, los nervios comenzaban a crecer más y más.
− ¿Viajarán conmigo?
−Sí, si tú quieres sí.
−Por supuesto que quiero.Llegó a la toma de muestras solo, ahí ya estaba Constanza con el pequeño bebé en brazos y acompañada de su madre.
−Buenos días−saludó al estar frente a ellas.
−Christopher, qué gusto verte−respondió la mujer de mediana edad.
− ¿Listo?−suspiró Constanza.Entraron al lugar donde les sacarían un poco de sangre, hasta ese momento vio al bebé, sin duda era precioso, sus ojos azules como los de su madre y una carita redonda que inspiraba mucha ternura.
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Notas de Amor (Vdy) ©
RomanceDicen que el pasado se debe quedar atrás, seguir adelante y olvidarte de ello, pero, a veces nos persigue y es imposible huir, otras veces, nosotros mismos buscamos recuperar un pedacito de él, sobre todo si es algo que queremos en nuestro presente...