Rescatando a Nakahara

U n e x p e c t e d e n c o u n t e r

——¿Estos son los bolos?

Pregunto asombrado el omega mirando el lugar, había olor a pizza y frituras, aparte de muchas bolas pesadas

——Sí. Normalmente se juega en grupo

——Oh.., ¿Nosotros podemos jugar?

——Sí, con dos basta

Le dio ternura ver a Chuuya suspirando de alivio, parece que el pelirojo realmente quería jugar bolos, eso lo llenaba de felicidad, estaba logrando su objetivo, poco a poco Chuuya olvidaba el maltrato que sufría por parte de su esposo, por unos momentos la felicidad era tan grande que hasta ya no sentía el dolor en sus extremidades, provocado por las marcas que tenía, las cuales Fyodor se las había hecho hace un tiempo

——¿Qué talla de zapato eres?

——¿Eh?

——Aquí debemos usar unos zapatos especiales para jugar, necesito saber tu talla de zapato

——A-Ah, treinta y ocho

Dicho eso Dazai se acerca a la cajera para encargarle los zapatos y que les dé una de las casillas en las cuales se jugaba

——Lo siento mucho, pero todo esta ocupado, no tenemos más casillas

La cara de Chuuya lo dijo todo, se sentía triste

——¿Podríamos esperar?

——Pues de poder pueden, pero hay alrededor de otros dos grupos que están esperan—

——¿Dazai-san?

——¿Mm?...¡Ah! Atsushi-kun, ¿Qué estas haciendo aquí?

——Vine a divertirme, ¿Qué haces tú aquí?

——Vine con Chuuya, pero están ocupadas todas las casillas

——Ah, pueden venir conmigo

——¿Enserio?

——Sí, sólo debemos agregar sus nombres en el tablero

——Buen Atsushi-kun

——No soy un perro

——Pareces un gato

Susurro el pelirojo dejando sorprendidos a ambos

——¿Un gato?

——Sí, tu sueter tiene una cola

Comento apunto con su dedo la parte trasera del sueter de Atsushi, en la cual había un trozo de tela que sobresalía, además de las orejas que tigre que tenía el gorro

——Más que gato es un tigre

——...¿Dónde lo compraste?

——Ah, ¿Te gusto el suéter?

——Sí

——Los venden en la tienda de recuerdos del parque de diversiones

——Oh

Suspiro triste, sería imposible conseguir uno, más aun tomando en cuenta que Fyodor vería el suéter y le preguntaría donde lo consiguió

——Vamos

Dazai y Chuuya siguieron al albino hasta el fondo del pasillo, en donde estaba la última casilla, al entrar se encontraron a un pelinegro quien estaba tomando un café

——Dazai-san...

——Ah, hola Akutagawa... Atsushi-kun me parece una falta de respeto que nos hayas invitado sin mencionar que este estaba aquí