Parte 9🌬

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Encuentro.
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Ya habia pasado un largo rato.

Y la rama empezaba a quebrarse un poco más, Lisa soltó un chillido de pánico al escuchar el fuerte sonido de crack que sonó de la rama al empezar a romperse más.

Que lío en el que se había metido. Intento balancearse un poco para llegar a la otra rama, pero en un intento fallido la rama termino por romperse completamente. Justo cuando iba a utilizar sus poderes para hacer un poco menos dura su caída.

Cerrando sus ojos por inercia.

Sintió como de la nada comenzaba a flotar, es más, sintió una cálida respiración en su frente y como unos fuertes brazos la sostenian.

Una dorada mirada la observaba con atención.

Lisa, sin embargo al estar aún en shock se rehusó a abrir sus ojos. Acción que llenó de curiosidad a la figura que la sostenía.

Descendiendo lentamente con la princesa aún en brazos tocó el suelo.

- Puedes abrir los ojos. Ya estás a salvo. - una profunda voz acaparó su sentido de la audición.

- No quiero. - su respuesta sorprendió al hombre.

Lalisa aún se encontraba aterrada, si habia algo que odiaba y a lo que temía más en el mundo eran las alturas.
Por esa razón se negaba a soltar a su salvador.

- Abre tus ojos.- volvió a pedir. Pero recibio otra negativa de parte de la princesa. - Si no lo haces te soltaré.

- ¡No te atreverías!

- Voy a contar hasta tres. Uno...

- ¡No lo hagas!

- Dos...

- Cómo te atreves ¿Sabes acaso quién soy?

- Y... Conste que te lo advertí princesa.

- ¡Tú...!

- Tres. - La soltó.

Soltando un pequeño grito la princesa cayó. Siendo la nieve espesa lo que suavizó su caída. Sin embargo eso no evitó que por el susto cayera inconciente.

El extraño hombre no podía creer que se hubiera desmayado cuando apenas y había caído de sus brazos. Una genuina sonrisa que sorprenderia a cualquiera de sus cercanos surcó en sus labios.

Al parecer esta princesita era muy dramática.

Prestando más atención al pequeño y redondo rostro pudo apreciar un poco más sus bellas facciones.

Debía reconocerlo.

Era preciosa.

Su piel pálida contrastaba perfectamente con sus labios rojos . Tan tentativos. Sus largas pestañas acompañaban perfectamente esos parpados que parecian de un color celeste natural. Y ese pecualiar cabello azabache. ¿No se supone que deberian ser blancos? Daba igual, eso no afectaba en nada su belleza.

Tan hermosa.

Embelesado la veía
¿Ella será la que se casará con el príncipe Taehyung? La idea lo molestó.
Y no entendía el porqué.

Además no sabía porque pero su rostro le parecía familiar. Muy familiar ahora que lo piensa.

El sonido de pisadas lo hizo levantar la mirada. Al parecer eran sirvientes del palacio de hielo, venian acompañados por las princesas quienes eran escoltadas por varios guardias. Al ver que ya venian por ella decidió que lo mejor era irse.

Sin embargo un sentimiento de tristeza lo invadió al empezar a alejarse. ¿Que es esto que siento? Se preguntó. Más no sabía la respuesta. Aún.

Escondiéndose detrás de un árbol de Sakura un poco alejado observo como llegaron a auxiliarla. Con miradas llenas de preocupación se la llevaron mientras la que parecía ser la menor de las princesas lloraba.

Al ya estar lejos de su vista, se recargó en el arbol soltando un largo suspiro.

¿Qué fue eso?

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Momentos antes...

- Cielos espero y Lalisa resista. - una muy agitada Rosé corría en dirección al Castillo.

Cuando llegó estuvo a punto de avisar la situación de su hermana pero una peculiar escena llamó su atención.

Al parcer en la entrada del castillo se desarrollaba un gran problema.
Achicando su mirada intento ver mejor.

¿Acaso ellos eran...? ¡¿Los príncipes de fuego?!

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¡

Perdonen la demora!
Besos. Gracias por el apoyo.💐

Rossy M. R. ⚘





© "SNOWFLAKE" || LISKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora