El día de Kike Calabrese comenzó como cualquier otro: miserable y lleno de dramas innecesarios.
Se despertó, hizo panqueques, quemó dichos panqueques, lloró mientras se comía los panqueques quemados sobre el fregadero, vio veinte minutos de lindas nutrias marinas haciendo cosas lindas, lloró un poco más porque nunca tendría una linda nutria marina, y fue a cepillar su dientes mientras revisaba su perfil de Wattpad, como lo hacía en cualquier otro momento en el que no lloraba o arruinaba algo, para ver si ella había notado hoy. Nada. No hay mucho que decir sobre su día a día, aparte de que era completamente mundano y, de nuevo, innecesariamente dramático.
De hecho, entre menos se diga de la vida de Kike Calabrese, mejor, ya que sin duda sería un aburrimiento para todos los que lo lean. Nosotros recomendamos encarecidamente que, si quieres una buena historia sobre un chico que se enamora de la chica de al lado que obviamente está fuera de su alcance, a pesar de que puede ser considerado un papacito, le recomendamos que cierre este libro y lea cualquier otro, porque no lo encontrará aquí.
Lo que encontrará es un hombre cuya vida ha sido una serie de eventos desafortunados, y no del tipo divertido que podría generar una serie de libros cuantificables más exitosos, sino del tipo que la gente agrega a una lista de hechos en algún artículo de lista de algún sitio clickbait, junto con otras basuras en la vena de "Cómo limpiar su tercer tentáculo con solo trementina y una babosa de mar (con imágenes)" y "5 cosas para hacer en la cama que harían que su pareja explote en mil pedazos en éxtasis(No creerás cual es la numero 3)".
Probamos el número 3 y realmente no lo podíamos creer.
Kike siempre decía que todos sus problemas existenciales comenzaron el día de su nacimiento, cuando hubo una confusión en el hospital y lo entregaron a los padres equivocados. Resulta que los bebés humanos son más o menos una masa retorcida de papilla cabeza blanda que se ven prácticamente iguales, y que ni siquiera son tan sabrosos para empezar. Saben a cacería vieja, si le preguntaras a cualquiera que haya comido ese manjar prohibido, ya que incluso el jefe de cocina de Warglblug's Gamma, el restaurante más popular del borde exterior de la galaxia, ni siquiera podría hacer que uno sepa decente si su vida dependiera de ello, haciendo que su restaurante perdiera una de sus estrellas después de que los críticos criticaran su plato "Human Calf Brulee con reducción de azúcar de salvia y romero" como una afrenta al buen gusto y la decencia.
Kike, siendo un bebé blando y de mal gusto, fue devuelto de inmediato al hospital, porque sus nuevos padres dijeron, y citamos, "hay algo raro con esa cosa". Se detectó el error, se llamó a los padres legítimos, y se intercambió a los bebés. Solo que sus padres regresaron una y otra vez, preguntando si podían devolver al otro bebé, ya que realmente hicieron clic con el otro bebé, encontrándolo más genial que el suyo. Tenía un aire cool, mientras que su propio hijo tenía un olor a perdedor.
Este fue solo el comienzo de la vida del joven Kike Calabrese. Había algo en él que desanimaba a la gente, y nadie podía precisar exactamente qué que lo hacía tan..perdedor. Tal vez era la forma en que masticaba con esa boca suya, o cómo sus ojos necesitaban estar constantemente húmedos, o cómo pensaba que los fidget spinners eran una buena idea. Para ser justos, esa descripción podría encajar con cualquier humano. No, lo que diferenciaba a Kike Calabrese de cualquier otro humano es que tenía el hedor de un perdedor.
No era que fuera tonto, o que no estuviera en forma, o que sus habilidades motoras estuvieran por debajo de la media. Por el contrario, se superaba en lo académico, deportivo y en cualquier otra habilidad que se proponía. No era mediocre, ni malo, ni remotamente promedio. Pero era, sin duda, un perdedor, porque nunca podría ser el mejor.
No importaba cuánto lo intentaba, y lo intentaba con todas sus fuerzas, siempre tocaba el segundo violín para alguien más calificado. Un violín, dato curioso, es uno de los muchos instrumentos que Kike podía tocar casi a la perfección. Casi siendo la palabra clave aquí. Siempre era la segunda persona más inteligente en la sala, el segundo más rápido, el segundo más guapo y el segundo más talentoso. Casi una anomalía, podríamos agregar.
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Calíope Y El Horrible, Terrible, Muy Mal Descenso Al Siglo XXI
HumorCalíope, la musa de la creatividad, se ve forzada a actualizar su currículum en el siglo XXI y mostrarle a su pedante ex-esposo que aún tiene lo necesario para mantenerse relevante. Y para beber alcohol. Mucho alcohol. ***** La era tecnológica ha de...