Capítulo 3

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⎯¡Kirin! ¡¡Maldita sea!! ⎯Musitó una de las chicas del salón ⎯ ¡Me las vas a pagar zorra! 

Justo después de que terminara de exclamar sus tosquedades, otra chica salió del salón corriendo como viento en popa. Supongo que esa era la tal Kirin. 

No sé en que se habrá metido, pero está claro que en graves problemas. Para ser referida de esa manera por otra persona. Aunque ni siquiera las conozco, todo lo que sé es que son de mi salón, y ambas son supuestas amigas.

 Y para colmo me despertaron de mi profundo sueño.

Hace 30 minutos que no llega el maestro, y no debería haber hora libre, nunca hay horas libres en la escuela. No me molesta mientras todo siga tranquilo. Tal vez no lo era del todo, pero no parecía estar tan mal como otras veces, si lo pienso bien, apenas han pasado algunos días desde que el ciclo escolar comenzó, y todos ya tenían grupos, las risitas y las vocecitas en el salón ya se hacían presentes. Supongo que los jovenes realmente pueden socializar con facilidad a veces ¿No? 

Por lastima, no era esa joven, bostecé mientras me incorporaba en mi pupitre, estirando mis brazos haciendome soltar un quejido por mis musculos entumecidos, cuanto odiaba recordar que las sillas de la escuela no eran cómodas para dormir.

Miré a mi alrededor, ¿cómo es que no me di cuenta del lío que hacen mis compañeros de salón?

Quizás ya me acostumbre a ello. Miré la hora del reloj de clases, preguntandome cuando podría acabar éste día.

6:10, era la hora de salida.

Finalmente podía salir, tenía muchas ganas de regresar a casa, y eso que apenas han comenzado las clases. No quería continuar lo que resta del año. ¿Pero qué remedio tengo? Si le digo a mamá y a papá seguro se enojaran conmigo... Debo resistir y seguir con mi vida, tal y cómo me habían dicho.

Recogí mis cosas, y esperé a que todos salgan del salón, me gustaba salir sola, sin que nadie se detenga a hablar conmigo y tuviera que ser forzada a escuchar una típica y corriente anecdota sobre qué dijeron los maestros hoy, que estaba comiendo el crush de esa chica, o sobre el nuevo capítulo de Shin-chan que se transmitió ayer.                                                                                         Además, despúes de chocar con ese chico en las escaleras y pasar el ridículo, no me arriesgaré a que sucedan cosas otra vez.

Cuando salí a la terraza, el cielo estaba muy nublado y oscuro, el viento aullaba el aguacero que caería dentro de poco. Iba a llover.

Mi casa no está muy lejos, y parece que hay tiempo para que la lluvia empiece a caer. No hay problema por ahora. Pensé que podía escaparme, pensé que si salía unos minutos antes de lo habitual podría llegar.

Pensé pensé pensé pensé pensé.

Cuando estaba por cruzar la puerta, escuché una voz familiar que me llamaba por mi nombre.

Era el mismo chico con el que choqué por accidente hace tiempo, cabello castaño y ondulado, de tez cáñida, sosteniendo su mochila a un costado, y esos tennis blancos que había visto ocasionalmente entre los corredores. Sacudió la mano en un silencioso saludo, incorporandose del muro de la salida en la que su espalda estaba apoyada.

Por alguna extraña razón, desde ese choque lo había visto multiples veces en la escuela, rondando con libros en los brazos, o papeles, o cualquier otra cosa que estén relacionadas a los libros y papeles. Por no decir que me daba los buenos días cuando me veía, era el único chico que me sonreía al pasar al salón, o que me miraba cuando cruzabamos caminos, buscando cualquier momento para interactuar conmigo si pasabamos algo de tiempo juntos.

En serio ¿Que querrá de mi?







El diario de Megami IteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora