La Maldición del Dragon Negro

Capítulo 03: Hilos

Cuando uno duerme, es muy común que los recuerdos hagan estragos en la mente con alguno que otro sueño distorsionado, Nyra no es la excepción de esto. Mientras ella dormía su mente revivia los momentos luego de estar maldita, cuando los Dioses de una forma muy cruel comenzaron a distanciarse de ella, susurrando en voz alta la desgracia que había caído en la dinastía china, a pesar que podia oír los gritos de su hermano al defenderla, su mente destacaba el hecho de que su padre se mantenía en silencio. Él no la veía con reproche ni asco, pero sus ojos fríos reflejaban a una muy apenada Nyra que solo lo veía de lejos, desde que tiene memoria Guan nunca a sido un padre afectuoso, pero luego de haber sido afectada por la maldición su distanciamiento hacia ella fue cada vez mayor.

En su sueño aquellos entrenamientos con la espada que iniciaban con duras palabras y críticas excesivas se transformaban en griterío abusivo. Una pequeña Nyra salía corriendo al mundo de los humanos con los ojos llorosos luego de no haber podido realizar de una buena manera el arte de su familia, harta de ser inútil, cansada de estar fallando, odiando... estar maldita.

Su sueño acabó abrutamente cuando sintió un ligero toque en sus piernas. Abriendo de un sobresalto los ojos, su mente aún no podía liberarse completamente del sueño y miro con la vista vacía el techo de una habitación.

¿Como era esto posible?

¿Porque seguia viva?

Ella no tenia trastorno de personalidad multiple asi que aun cuando sucumbia a la maldicion de su dragon ella no perdia sus recuerdos o se sentia una persona ajena a su cuerpo. Por esa misma razon sabe exactamente los destrozos que le hizo a los jinetes, sintiendose un poco contenta a pesar de la situación en la que se encontraba pues, antes de esta ocasión, nunca tuvo la oportunidad de pelear con otra criatura estando con el cuerpo ligado a la maldición.

Había que admitir que fue espectacular ese momento, se sintió cien veces más poderosa, su cuerpo apenas y sintiendo las heridas que tenía, casi parecía estar drogada de lo bien que se sentía. Al final ella acabó con una pierna triturada, Zigor había aprovechado un descuido suyo y le arrancó la cola que le había salido e Irena con sus garras le araño toda la maldita espalda. Afortunadamente descubrió que sus escamas de dragon eran más resistente que su propia piel, pudiendo resistir que le abrieran completamente la espalda.

En cuanto a causar daños ella no se quedó atrás y se aplaudía por ese logro, aunque no alardearia de ello ya que al final no ganó. Por un lado Irena cuando le lastimó la espalda quedo justo frente a ella, dandole la oportunidad de atraparla, Nyra al agarrarla practicamente la sacudió como un saco y la estampó en el piso, no conforme con eso le aplastó la cara. La sensación de pisarle el crano y destrozarselo a patadas fue muy satisfactoria, sino fuera un demonio habría sin duda muerto, unos pocos arañazos valían la pena si al final la dejaba irreconocible.

Neviden y Umut apenas y tuvieron heridas, uno se mantuvo en todo momento en el suelo, todavía clavado con las flechas de Ekaitz y aunque era una oportunidad perfecta para extirparle algún órgano, Nyra no lastimaba a quienes no podian defenderse, sin contar que tenia que lidiar con los otros. Umut por su parte sólo la tocó cuando está fue mandada a volar en dirección a la mansión, sus manos huesudas sosteniendola para evitar más destrozos a su propiedad. Pensando en ello, Nyra no entendía porque el jinete de la muerte no había hecho ningún acto violento hacia ellos, aparte de invocar a esos muertos y generar aquella ilusión, sólo se encargo de atraparlos en su mayor parte.

Zigor fue al último que vio antes de caer inconsciente.

Pará ese momento su cuerpo se sentía pesado, la adrenalina que al inicio la había mantenido ahora se había convertido en un fuerte mareo, sus piernas tratando de resistir el ritmo de la pelea contra Zigor, fue una fortuna que lo primero que hizo cuando su maldición salió en todo su esplendor fue arrancarle un brazo a Zigor, quemandolo hasta hacerlo cenizas o habría estado en una sería desventaja.