Utsukushiki Zankoku na Sekai.

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"Tu sueño es el hogar de tu corazón
algo mas fácil de destruir que la vida
no importa cuantas veces lo abandones; lo vuelves a encontrar..."

—Es hermoso este paisaje, Eren...— Un pequeño suspiro salió de entre sus labios, ella miraba el horizonte, ante sus ojos el paisaje mismo de algo que ya no estaba.— Armin me envió una carta.— continuo la mujer de veintidós años.— Después de mucho tiempo vendrán de nuevo, cada uno de ellos ¿No estás emocionado? Ahora más que nada es una buena forma de acallar mi voz, la única que has escuchado por el momento... Solo espero no molestarte tanto,hermano.— Ella miro al cielo, como si Eren pudiera verla.— Si me escuchas, dile a la Tía Carla que lamento no haber cumplido la promesa que le hice hace doce años y que me perdone, lo intente, realmente lo intente. Aún no sabía que estabas destinado a morir y cuando lo supe, no pude lídear con ello.— Ahora más que nada Mikasa Ackerman estaba completamente destrozada, sus ojos grises tan oscuros a causa de la poca luz que en su interior se albergaba.Se opacaron en lágrimas contenidas.— Estoy viviendo por tu recuerdo, como le lo prometí, no sé si podré cumplir esa promesa, hasta ahora no he podido cumplir ninguna.

¿Cómo se aprende a vivir por alguien a quien quisiste mucho? No hay un manual para superar la perdida, tampoco palabras de aliento que brotan por el aire en busca de oídos sensatos que las tomen, ya no hay más que colores brillosos ante sus ojos y aún así ella se siente tan sola.

...

Armin se recargo en el barandal del barco, la presencia de las aves a su alrededor le hizo sonreír un poco, como si, Eren lo estuviera mirando orgulloso de lo que comenzaba a construir. Después de tres años, estaban de regreso a dónde todo termino y comenzo. Se sentía más libre que nunca, las risas de sus antiguos camaradas, ahora amigos le enternecián el corazón. Aún así el chico de veintitrés años no dejaba de pensar en aquella azabache que cuido de él a su manera y no lo dejo solo, aunque de ese modo pareciera, el quería saber cómo se encontraba y si aún seguía llorando después de tanto tiempo.

—¿Estás bien?— Annie Leonhardt se acercó alado de el, los dos casi adultos rubios se miraron de reojo. La mujer no tuvo que escuchar su respuesta a sabiendas de su rostro estoico.— No diré que está bien, solo diré que lo superará, ella es fuerte.

Armin se rió, una sonrisa rota, sarcástica.

—Mika nunca fue fuerte.— El susurro, mirando el cielo ante sus ojos.— Intentaba serlo, por mi, por Eren... Por las promesas que aún la atormentan, pero ella siempre fue una niña asustada que su único consuelo era tomar la bufanda de su hermano y pensar que estaba a salvó.

Annie arrugó la nariz, cohibida, ya que no podía decir que la mujer le agradará del todo, su obsesión con su hermanastro la sacaba de quisio, la molestaba de sobremanera, cada que observaba a la mujer notaba lo fuerte que era, saber que aparentaba solo la hizo sentir estúpida... Y aunque sonara extraño Annie era la única que entendía como se sentía Mikasa.

—¿Hablaras con ella?— La menor se quitó el pelo de la cara mientras preguntaba, Armin miro el mar debajo del bote.

—No. Se que no me escuchará. Le envié más de una carta todo este tiempo, Historia me dijo que las leyó y aún así, no fue capas de contestarme ninguna.

Annie se removió inquieta, el peso de las palabras de las cartas que ella mismo escribió y nunca envío, le llegaron a la mente tal cual llovizna en primavera. Armin no parecía molesto solo triste.

—Me gustaría que lo hicieras por mi.— Sonaba como un cobarde más no lo estaba siendo.— Siento que mi presencia le recuerda mucho a Eren, que le haría más mal que bien.

—¿Lo crees?— Annie le tocó el hombro, al hombre rubio, Armin Asintio lentamente.— Mikasa es inestable, aún así intentaré hablar con ella.

—Chicos...— Pieck llamo en su dirección.— Lamento cortar su rollo romántico. No obstante tengo que avisar que estamos por llegar.

Utsukushiki Zankoku na Sekai. (One Shot, Mikannie).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora