La confesión de Alexa

5K 75 0
                                    

Alexa - Padre encuéntrame culpable ya que anoche soñé con Antonio, Antonio fue un novio que tuve cuando pertenecí al mundo.

Padre - Soñar con alguien que fue especial para nosotros no es ningún pecado hija, pero recuerda que tu vida ahora está consagrada a nuestro señor.

Alexa - No padre usted no entiende, Antonio fue quien me llevo a la senda del mal, me obligaba a hacer una serie de actos vulgares.

Padre - ¿Qué clase de actos?

Alexa - No me juzgué padre, pues yo era muy inocente. El primero de ellos sucedió en un viaje, íbamos en el camión rumbo a un balneario, yo iba cansada pues la salida había sido muy temprano, reclinamos nuestro asientos y me recosté encima de él, use su vientre como almohada.

.    No sé cuánto tiempo paso hasta que desperté y vi frente a mi cara su pene padre, estaba tan grande y moreno, se veía tan duro que por un momento creí que se trataba de un palo, debo admitir que me tomo por sorpresa, no supe que hacer, no dije nada por pena así que fingí seguir dormida.

No pasó más de 1 minuto cuando ví que con su mano tomo su pene y comenzó a acariciarlo, lo frotaba de arriba hacia abajo suavemente, esos movimientos repetitivos me hipnotizaron padre, no fue hasta que comenzó a restregármelo en la cara que fue que recupere la cordura, lo paseo por mis mejillas, por mi mentón y hasta mi nariz, solo hasta que con la punta de su miembro encontró mis labios fue como dejo de recorrer mi rostro. 

Quise gritar pero sentir el calor de su pene erecto y el olor del mismo hacían que no pudiera razonar correctamente, pude ver cómo de su punta  emanaba un líquido transparente con el cual lubrico mis labios (silencio) discúlpeme padre, no debería de estar diciendo todas estas cosas.

Padre - No te preocupes hija, es necesario para que te ayude a perdonar tus pecados que sepa que fue lo que sucedió, continúa.

Alexa - Está bien padre, después de usar su pene como labial me tapo la nariz, trate te aguantar la respiración pero no pude y al abrirla para respirar fue cuando el aprovecho e introdujo su pene en mi boca, en ese tiempo sabía del sexo oral, lo había escuchado, pero nunca lo había practicado.

 Pensé en levantarme y reclamarle pero lo amaba, siempre fue tierno conmigo, había hecho muchas cosas por mí, fue por eso que decidí darle ese regalo, dejar que usará mi boca. 

Seguí fingiendo que dormía, pero debo decirle padre que...sentir su miembro en la boca hacia que mi corazón palpitara rápidamente, me sentía más despierta que nunca, sentía como iba creciendo aún más dentro mi, su dureza, por un momento creí que reventaría, el calor que tenía su punta parecía que quemaba mis labios, cada empuje de sus caderas hacia que su pene llegará más cerca de mi garganta, trata de no toser y ahogarme. 

Después de eso ya no solo fue penetrada mi boca, sino que también lo fue lo vagina, mientras él se movía para estimularse con mi lengua y mi saliva metía su mano bajo falda, sentí como hizo a un lado mi ropa interior para acariciar mis labios, hasta que escupió en su mano y con su saliva mojos sus dedos, que rápidamente introdujo en mi vagina, sentí como sus dedos medio y anular acariciaban las paredes de mi interior, hacían movimientos de arriba hacia abajo, y de adentro hacia fuera, la palma de su mano que estaba en mi trasero me hacía sentir nerviosa, de alguna manera podía sentir que estimulaba mi ano. 

A decir verdad, sentirme usada y siendo penetrada, aún que fuera con sus dedos me hizo humedecer, al parecer Antonio se dio cuenta de esto pues cuando mi vagina se puso más mojada fue cuando su miembro se expandió por última vez en mi boca, no pasaron más de 30 segundos después de eso que sentí como mi boca se llenaba de un líquido amargo.

 Había eyaculado, era la primera vez que probaba el semen padre, después de eso sentí como Antonio se recostó, se quedó dormido rápidamente, yo me quedé quieta, por unos segundos, sentía como seguía escurriendo su semen por mi boca. Cuando me sentí segura me levanté lentamente, ver su pene aún erguido y con rastros de semen me hizo sentir tan feliz y excitada que lo único que pude hacer por el fue limpiarlo con mi boca. Y es por eso que me siento culpable por soñar con Antonio padre, cada que lo recuerdo vienen a mi todas esas cosas, ¿qué pedo hacer?

Padre - No te preocupes hija, reza tres padres nuestros y dos aves Marías que yo intercederé por ti – se lo dije mientras terminaba de tocarme a mi mismo-.

El padre EvaristoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora